por Tony GAMAL-GABRIEL
Un tribunal egipcio condenó este sábado a muerte al expresidente islamista Mohamed Mursi, derrocado por el ejército en 2013, por actos violentos y por fugarse de prisión durante la rebelión de 2011 contra el régimen de Hosni Mubarak.
Horas después de que este tribunal condenara a muerte a Mursi, tres jueces egipcios murieron a y tres resultaron heridos a balazos en un ataque cometido en el norte del Sinaí, indicó un responsable policial a la AFP. Se trata del primer ataque contra magistrados en esta península egipcia.
El tribunal impuso también la pena capital a un centenar de acusados, entre ellos varios dirigentes de los Hermanos Musulmanes. El muftí de Egipto (autoridad religiosa) habrá de pronunciarse sobre la sentencia, antes de que se la confirme o invalide, el 2 de junio, pero su punto de vista no es vinculante.
Mursi ya había sido condenado a 20 años de cárcel en abril en un primer proceso, por incitar a reprimir a manifestantes opositores el tiempo que estuvo en el poder, entre 2012 y 2013.
El tribunal que lo juzgó en El Cairo debía pronunciar su veredicto en dos casos.
En el primero, tanto a Mursi como a otros 128 acusados -incluyendo miembros de los Hermanos Musulmanes, el Hamas palestino y el Hezbolá libanés- se les juzgaba por evasiones masivas de la cárcel y actos violentos ocurridos durante la revuelta popular de 2011 que expulsó al entonces presidente Hosni Mubarak del poder.
En el segundo, Mursi estaba acusado de espionaje, entre 2005 y 2013, principalmente en beneficio de Hamas, de Hezbolá y de Irán. En este proceso, el ex presidente, que comparecía sonriente desde un cubículo insonorizado, escapó a la pena capital, con la que fueron castigados otros 16 acusados.
El predicador islamista catarí Yusuf al Qaradaui, uno de los condenados a muerte en el proceso por la evasión, fue condenado en ausencia.
Tras la sentencia, el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, criticó la decisión del tribunal: "Desgraciadamente, el presidente electo por el pueblo de Egipto con 52% de los votos ha sido condenado a muerte", declaró el mandatario.
Para Erdogan, "lamentablemente, Occidente sigue haciendo la vista gorda ante el golpe de Estado de Sisi".
Mursi fue derrocado en julio de 2013 por el ex jefe del ejército y actual presidente, Abdel Fattah al Sisi, tras un año en el poder. Desde entonces, las autoridades han emprendido una dura represión contra el movimiento político del expresidente.
Activistas de derechos humanos denuncian que el gobierno de al Sisi ha sido mucho más represivo que el de Hosni Mubarak, expulsado del poder tras una revuelta popular en 2011, cuando llevaba 30 años en el poder.
Tras la destitución de Mursi, la represión llevada a cabo por policías y soldados dejó más de 1.400 muertos, la mayoría manifestantes islamistas. Además más de 15.000 personas fueron encarceladas, la mayoría miembros de la organización Hermanos Musulmanes, a la que pertenece Mursi.
Durante los levantamientos de 2011, los manifestantes protestaron por los abusos de la policía durante el gobierno de Hosni Mubarak atacando las comisarias.
Sin embargo, hoy, las fuerzas del orden han mejorado su imagen ante la opinión pública, mientras que los Hermanos Musulmanes son identificados como responsables de la violencia, aunque ellos niegan esta acusación.
Por otra parte, Mursi enfrenta otros dos procesos, uno por "desacato a un tribunal" y otro por dar información clasificada a Catar/AFP.