El Chelsea, décimo de la Premier League, perdió 1-0 en su visita al Middlesbrough, un equipo de la zona media de la segunda división, este martes en la ida de semifinales de la Copa de la Liga inglesa.
Los 'Blues' se verán obligados a remontar en la vuelta, que disputarán en su estadio de Stamford Bridge el 23 de enero.
El ganador de este pulso se medirá en la final del 25 de febrero en Wembley al vencedor de la otra semifinal, Liverpool o Fulham, cuyo duelo de ida de la penúltima ronda se juega el miércoles.
El Chelsea está descolgado de la lucha por los primeros puestos en la liga inglesa, por lo que ha hecho de las Copas nacionales una prioridad.
Para remontar en la vuelta, los pupilos del argentino Mauricio Pochettino deberán mostrar más creatividad y efectividad, contra un Middlesbrough que se llevó el primer asalto de la eliminatoria gracias a su disciplina y a los fallos repetidos en ataque del Chelsea.
Los londinenses dominaron especialmente en la primera parte, de principio a fin, con un 67% de posesión al descanso y cuatro grandes ocasiones desperdiciadas por Cole Palmer.
El Middlesbrough logró el único gol del partido en el minuto 37. Fue en un balón en profundidad por la derecha que dio pie a un centro de Isaiah Jones para que Hayden Hackney marcara.
En la segunda mitad, los locales parecieron contentarse con asegurar esa ventaja y el Chelsea, sin gran inspiración, se topó una y otra vez contra el muro defensivo del 'Boro'.
"Si valoramos la actuación en general, hemos sido superiores. Tuvimos ocasiones claras, pero no las marcamos, nos faltó ser certeros. Es algo que nos ha ocurrido mucho esta temporada", lamentó Pochettino.
Su homólogo del Middlesbrough, el exjugador del Manchester United Michael Carrick, no podía ocultar su euforia por la victoria.
"Esto es algo muy especial. Sé que es una eliminatoria a ida y vuelta, que todavía queda por jugar, pero conseguir esto, con las lesiones y los contratiempos que hemos tenido, poder vencer al Chelsea... Es algo increíble", se enorgulleció.