La final de la Copa Libertadores-2023 entre Boca Juniors y Fluminense, prevista el sábado en el legendario Maracaná, se disputará con público y Rio de Janeiro reforzará el megaoperativo de seguridad para evitar nuevos incidentes entre las hinchadas, anunció este viernes la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF).
"Va a ser con público, a las 17 horas (20H00 GMT) y se espera que haya paz", dijo a la prensa el presidente de la CBF, Ednaldo Rodrigues, al término de una reunión con sus pares de la Conmebol, Alejandro Domínguez; y de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA), Claudio Tapia.
"Queremos transmitir a cada uno de los hinchas que esperamos tener un Maracaná con mucha paz y mucha alegría (...). Esperamos que esa paz solicitada pueda reinar antes, durante y después de la partido", agregó Rodrigues.
La famosa playa de Copacabana fue escenario la tarde del jueves de graves incidentes entre las hinchadas de Boca y Fluminense.
Los hechos se originaron cuando un un número indeterminado de barrabravas del Fluzão atacó a decenas de fanáticos xeneizes congregados en la playa, lo que desencadenó en múltiples peleas con lanzamientos de sillas, botellas y otros objetos contundentes, además de corridas para abandonar el lugar.
La policía militar de Rio de Janeiro intervino reprimiendo a la hinchada de Boca con lanzamiento de gases lacrimógenos, balas de goma y bombas de estruendo, constató la AFP.
Dos hinchas de Boca Juniors, que persigue con obsesión su séptimo título para igualar con Independiente de Avellaneda como el máximo ganador de la Copa Libertadores, fueron detenidos y posteriormente liberados en la noche, informó el cuerpo policial.
"Ya está el refuerzo de la seguridad, el Gobernador (de Rio) dio todas las garantías de la seguridad, y muchos de los que estaban de vacaciones tuvieron que regresar para poder aumentar ahí la seguridad y eso ya está siendo visto en este momento con muchos policías en Copacabana y donde las hinchadas van a estar celebrando", remarcó el presidente de la CBF.
Boca y Fluminense piden una final en paz
A su vez, los presidentes de Boca Juniors, Jorge Ameal, y de Fluminense, Mario Bittencourt, exhortaron a los aficionados a vivir "una final en paz", al aparecer juntos en un video difundido por la Conmebol en sus redes sociales.
"Estamos convencidos de que esto es una fiesta, la fiesta del fútbol latinoamericano (...). Pedirle a la gente que por favor respete al contrincante, esto no es una guerra (...). Nosotros queremos mucho al pueblo brasilero y queremos que nos quieran a nosotros también. Algunos violentos quieren cambiar esto que tiene una historia de vida", dijo Ameal.
Bittencourt, a su turno, indicó que "mañana es un día de gran celebración, de gran alegría".
"Vamos a tener el Maracaná lleno de brasileños, argentinos, hinchas del Fluminense, hinchas de Boca, y es muy importante que establezcamos de hoy a mañana un clima de paz, un clima que pueda unir a los dos pueblos", sostuvo el máximo dirigente del "Flu".
Fluminense también emitió un comunicado expresando su repudio por los hechos sucedidos el jueves en Copacabana e indicó que firmó con las principales barras de ese club un pacto de no agresión a los aficionados xeneizes.
"Fluminense repudia cualquier tipo de violencia, verbal o física, por parte de todos los aficionados. La atención de la afición debe estar exclusivamente en el fútbol y la fiesta, en las gradas y en las calles de la ciudad, con los tricolores disfrutando de este momento tan especial en la historia del club", destacó el Tricolor carioca.
Las autoridades de Rio estiman la presencia el sábado de al menos 150.000 hinchas xeneizes en la Cidade Maravilhosa. La Conmebol reservó 20.000 entradas para los aficionados de cada club en el Maracaná, con capacidad para 79.000 espectadores.