4M definirá futuro inmediato de política española | El Nuevo Siglo
Pedro Sánchez, socalista jefe de gobierno español y la líder conservadora de Madrid Isabel Díaz Ayuso
Foto archivo Europa Press
Sábado, 17 de Abril de 2021
Redacción internacional

No es candidato pero se apersonó de la campaña opacando y hasta contradiciendo al que lo es. Pedro Sánchez, el jefe de gobierno español, lleva semanas fungiendo como activo líder en la batalla por la presidencia regional de Madrid.

La decisión de Isabel Díaz Ayuso de adelantar las elecciones autonómicas al próximo 4 de mayo (4M), cuya campaña electoral arrancó oficialmente este sábado, ha convertido a la Comunidad de Madrid en un 'laboratorio' de lo que puede ocurrir en la política española en el futuro inmediato, dependiendo de cuáles sean los resultados de cada partido en la región.

Es mucho lo que está en juego porque si bien los madrileños elegirán entre seis candidatos quién manejará sus destinos, la cita del 4M definirá es un termómetro electoral para todos los partidos. Así, esta contienda regional será en ‘clave nacional’ y máxime por haberse centrado entre la conservadora Díaz Ayuso (con alta posibilidad de reelegirse) y el socialista Pedro Sánchez con su aspirante Ángel Gabilondo.

De esta forma, también se echará la suerte para la supervivencia de Ciudadanos (derecha extrema), el inicio de la reunificación de la derecha para convertirse en una fuerte alternativa para retornar al poder central frente a los socialistas de Sánchez y las posibilidades de subsistencia de Unidas Podemos con su líder Pablo Iglesias, quien dejó el gobierno central para competir por Madrid.

Pero este 4M también será un barómetro electoral sobre la aceptación de las medidas adoptadas por el presidente durante la pandemia y la capacidad del partido socialista (PSOE)  para aupar el voto de la izquierda.

Ni PSOE, ni Ciudadanos habían calibrado el efecto que tendría su acuerdo -que algunos han atribuido a una maniobra de Moncloa- para presentar una moción de censura en Murcia el pasado 10 de marzo. La presidenta madrileña Díaz Ayuso no lo pensó dos veces y ante la posibilidad de que ambos partidos hicieran lo mismo en Madrid, adelantó las elecciones en la región, las que se celebrarán el 4 de marzo.


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El conservador Partido Popular, que rige desde hace años la Comunidad de Madrid con alta aceptación ciudadana es consciente de que la convocatoria electoral es una "operación de alto riesgo", pero confían en que los logros de gestión no solo les permitirán seguir al frente de la presidencia regional. Inclusive se fijaron el objetivo de alcanzar una mayoría absoluta o al menos un resultado que sumando fundamentalmente con Vox les permita mantener el gobierno de la región.

Y aprovechando además que la líder madrileña ha acumulado una gran popularidad durante todos estos meses por haber permitido que la hostelería y los negocios no esenciales permanecieran abiertos en la región después del confinamiento, los 'populares' están tratando de reunificar el voto de la derecha en torno a sus siglas y convertirse en una alternativa a Pedro Sánchez.

También para el 4M entraña riesgos para los populares ya que no sólo Díaz Ayuso arriesga la presidencia regional, sino que el presidente del partido, Pablo Casado, se verá impactando políticamente si la misma se pierde. Pero, si ganan, la posición de la líder madrileña puede verse reforzada en el PP, donde algunos la han llegado a ver incluso como posible candidata a unas generales.

Medidas de Sánchez

Además, la región es el trofeo ansiado por el PSOE, que no la gobierna desde hace 26 años, cuando Alberto Ruiz Gallardón ganó las elecciones de 1995. Y se ha convertido casi en el reto personal del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, quien se tomó por asalto la campaña batiéndose diariamente contra Díaz Ayuso, con la que ha tenido una fuerte rivalidad desde el inicio de la pandemia.

Una operación arriesgada porque el 4M puede convertirse también en un termómetro para medir la aceptación que tienen entre la ciudadanía las medidas adoptadas por Sánchez contra la pandemia. Un mal resultado podría ponerle en una situación complicada.

Tal es la implicación de Sánchez que ha acaparado casi todos los días los titulares de los medios socialistas. Incluso compareció dos semanas consecutivas en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros. Una de ellas para presentar el plan de vacunación y anunciar su intención de concluir el estado de alarma el 9 de mayo y otra, para publicitar el Plan de Reconstrucción del país tras la pandemia de covid.

Y no desaprovecha ninguna oportunidad para lanzar ataques a Díaz Ayuso, cuestionando desde su viaje a África hasta la veracidad de los datos de la pandemia que da Madrid, o desde la tribuna del Congreso, donde compareció esta semana a petición propia para explicar su Plan de Reconstrucción. Incluso anuló la promesa de su propio candidato, de no subir los impuestos a los madrileños, lanzada por Gabilondo para atraerse el voto de Ciudadanos.

Si los socialistas no logran gobernar la Comunidad sumando con Más Madrid y Unidas Podemos o si no obtienen un buen resultado que le permita sacar pecho, tendrá un coste político para Sánchez.


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¿Podrá Podemos?

El 4 de mayo también se medirá la capacidad de resistencia del partido morado, que ante el temor de quedarse fuera de la Asamblea ha echado el resto presentando a su líder, Pablo Iglesias, como candidato.

Una decisión que lo llevó a dejar la vicepresidencia segunda del Gobierno, dando incluso un paso más al designar a la ministra de Trabajo y ahora vicepresidenta tercera, Yolanda Díaz, como su sucesora al frente de Unidas Podemos. Sin embargo, y tras abrir el debate sobre su propia sucesión en el partido, Iglesias dijo que le quedan muchos años como líder de dicha formación política.

La entrada de Iglesias, que trató de convencer a Mas Madrid para ir juntos a las elecciones proponiéndose como candidato de la suma de ambas fuerzas, también demostrará la fidelidad del electorado de la fuerza política de Íñigo Errejón y si la rivalidad entre ambas formaciones les perjudica a ambos.

Vox y Ciudadanos

El partido Vox también se juega mucho en estas elecciones debido al empuje de Ayuso y a la aceptación de la candidata popular entre los votantes de este partido, según las encuestas. Por ello, el 4 de mayo, se verá la fortaleza del partido de Santiago Abascal, quien también ha entrado en la campaña madrileña.

Y otra de las dudas que se dirimirán ese día será la supervivencia de Ciudadanos, que según las encuestas, corre el riesgo de no llegar ni al 5 por ciento de voto, quedando así fuera de la Asamblea de Madrid.

Una situación que complicaría mucho el futuro de esta formación política porque supondría pasar de los 26 escaños actuales a cero en el parlamento regional. Y que también puede perjudicar las posibilidades de Ayuso de gobernar porque la formación naranja -que ya ha anunciado su intención de volver a pactar con el PP- se lleve parte del electorado de centro derecha, pero no logre escaños.

Aunque una eventual pérdida de apoyos de Vox y Ciudadanos también pueden dar paso al inicio de la reunificación de la derecha y a la configuración de una alternativa a Sánchez. Todas estas incógnitas se dirimirán el 4M, sin duda un día que visualizará el futuro inmediato de la política española.