EN las urnas se confirmó el cerrado duelo que se daría entre los conservadores con Armin Laschet y sus rivales socialdemócratas del SPD liderados por el actual ministro de finanzas Olaf Scholz. Así desde que se conocieron los sondeos a pie de urna hasta los primeros resultados oficiales anoche, se registró un cabeza a cabeza que, sin cerrar el escrutinio daba a los segundos una ventaja de un punto porcentual en la votación general.
Tanto socialdemócratas como la coalición conservadora expresaron su intención de liderar un gobierno de coalición tras los ajustados resultados de las elecciones federales, que aún son parciales.
Los resultados preliminares daban así, en el total de la votación, al SPD 25,5%, la Unión Demócrata Cristiana (CDU) y la Unión Social Cristiana (CSU), 24.5%; Los Verdes 14.3%, el Partido Liberal Demócrata (FDP) 11.6%, Alternativa para Alemania (AfD) 10.8% y La Izquierda, que tempranamente admitió su descalabro, 5%.
El doble sistema de votación alemán por candidato y por lista confirmaría así al SPD como principal formación en el Bundestag o Cámara Baja del Parlamento alemán con 204 de los 730 asientos, mientras que la CDU/CSU tendría 197.
Conscientes de este complicado ajedrez político, tanto Scholz como Laschet coincidieron en declarar que desean que la futura coalición gubernamental, para la cual ambos tendrían opciones si se confirman estos resultados, se forme "antes de Navidad".
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"Alemania tiene la presidencia del G7 en 2022" recalcó el líder conservador Armin Laschet, mientras que su adversario, Olaf Scholz, consideró que "debemos hacer cuanto podamos para que eso (la formación de gobierno) sea posible antes de Navidad, y un poco antes también estaría bien".
Scholz también destacó el "gran éxito" obtenido por su partido y ha apostado por un "cambio en el gobierno".
Previamente, el secretario general del SPD, Lars Klingbeil, manifestó su intención de impulsar la formación de un gobierno liderado por su partido.
"Siempre supimos que iba a ser un final ajustado. Sabíamos que sería una campaña electoral ajustada, pero está claro que el SPD tiene un mandato de gobierno. Queremos que Olaf Scholz sea canciller", dijo en declaraciones a la televisión ZDF.
Sin embargo dichos deseos podría quedar solo en ello porque ante la mínima diferencia ambos partidos, socialdemócratas y conservadores, tienen la posibilidad de formar un nuevo gobierno, todo dependerá de su capacidad de negociación para hacer alianzas.
En esa línea, Laschet convocó a los demás partidos a forjar una coalición "contra un gobierno de izquierda" y de esta forma apuesta por una coalición entre la CDU, su partido gemelo en Baviera, la Unión Social Cristiana (CSU), el Partido Liberal Demócrata (FDP) y a Los Verdes. Inclusive fue más allá al bautizarla como ‘coalición futuro’
"Un voto a la Unión es un voto contra un gobierno federal de izquierda. Por eso vamos a hacer todo lo que esté en nuestra mano para formar un gobierno federal liderado por la Unión", sostuvo.
Laschet reconoció el escenario complejo que se abre tras las elecciones. "Por eso es por lo que todos los demócratas deben ahora realizar un gran esfuerzo. Tenemos que mantener Alemania unida", sostuvo al tiempo que dijo no estar satisfecho con los resultados.
El líder de la CSU, Markus Soeder, rival de Laschet por la candidatura a la Cancillería, ha señalado que los resultados son un revés para Scholz porque éste, según Soeder, prefería una coalición con ecologistas y La Izquierda.
Por el momento ninguno de los dos grandes partidos se ha planteado al menos públicamente reeditar la gran coalición entre SPD y CDU/CSU que ha dominado la escena política del país en las últimas legislaturas.
Posibles socios
Por detrás de los dos grandes partidos quedarían Los Verdes (13,8% y 114 escaños), el Partido Liberal Demócrata (FDP, 11,7% y 91 escaños), la ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD, 10,9% y 83 diputados) y La Izquierda (5% y 40 asientos). Completa el mapa político un escaño obtenido por la Asociación de Votantes del Schleswig Meridional (SSW).
Previamente, el secretario general de la CDU, Paul Ziemiak, había apuntado igualmente a una coalición Jamaica -por los colores de los tres partidos- con el FDP y Los Verdes liderada por la propia CDU pese a haber cosechado el peor resultado electoral de toda su historia a nivel federal.
"Cabe la posibilidad de una coalición. Se podría gobernar con Los Verdes y el FDP. Va a ser una noche electoral larga", sostuvo en la tarde de ayer a la televisión pública alemana ARD.
En esa misma línea parece situarse el FDP, cuyo presidente federal, Wolfgang Kubiscki, ha subrayado que "el FDP quiere cogobernar". "Queremos participar en el Gobierno. Estamos dispuestos a negociar", ha explicado, al tiempo que ha indicado la coalición Jamaica, aunque ha asegurado que el partido está abierto a otras fórmulas.
Con estos datos, AfD pasaría de tercera a quinta fuerza política, mientras que La Izquierda estaría justo en el 5 por ciento necesario para lograr representación a nivel federal.
El colíder de AfD Tino Chrupalla ha reconocido que "las pérdidas hacen daño", pero ha destacado en cambio que tienen "una sólida base de votantes". Además, ante la negativa declarada de los demás partidos a pactar con AfD, Chrupalla ha resaltado que serán oposición.
Verdes e Izquierda
Mientras, La Izquierda ha reconocido que están al borde del descalabro, ya que si no alcanzan el 5 por ciento que les dan los sondeos a pie de urna quedarán fuera del Parlamento federal.
"Desde hace años (...) hemos ido cayendo en los resultados y creo que tiene que ver con que La Izquierda se ha alejado cada vez más de los objetivos para los que se fundó como presionar en favor de los trabajadores normales, los pensionistas", señaló Shara Wagenknecht, portavoz de esa formación.
Entre tanto, la líder de Los Verdes y candidata a canciller, Annalena Baerbock, dijo tras conocerse los primeros resultados que su formación fue derrotada y reconoció "errores propios" en campaña.
"Queríamos más. No lo hemos conseguido debido a nuestros propios errores al principio de la campaña, mis propios errores. Esta vez no ha sido suficiente, pero el partido tiene un deber de cara al futuro", declaró Baerbock.
Lo que sigue
Hoy los dirigentes de tanto los partidos como los legisladores recién electos de cada partido también sostendrán sus primeras reuniones la próxima semana, y el SPD y CDU-CSU piensan reunirse mañana.
El FPD, que podría tener un papel decisivo en la formación del nuevo gobierno, dijo que prefiere una alianza con los conservadores y los Verdes, pero no descartan una alianza a tres bandas con el SPD y los Verdes.
El nuevo parlamento deberá sostener su sesión inaugural no más de 30 días después de la elección, el 26 de octubre.
Si dos o tres partidos acuerdan en principio que quieren formar una alianza, deberán comenzar negociaciones formales de coalición, con varias reuniones de grupos para definir temas de política.
Al final de estas negociaciones, los partidos deciden quién estará a cargo de cuáles ministerios y firman un contrato de coalición, un documento que define los términos del acuerdo.
Esta fase tampoco tiene límite, y mientras se desarrolla, el gobierno actual continúa en funciones.
Los partidos nominan entonces a quién quieren ver como canciller antes de la votación oficial en el Bundestag.