Alzan vuelo más globos de discordia entre EE. UU y China | El Nuevo Siglo
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Domingo, 19 de Febrero de 2023
Redacción internacional con AFP y Europa Press

CRUCE de advertencias y señalamientos con fuertes calificativos se registraron en el reciente cara a cara entre los jefes de la diplomacia de Estados Unidos y China, evidenciando que los globos de tensión siguen lejos de desinflarse.

El escenario fue la Conferencia de Seguridad de Múnich, donde Anthony Blinken y Wang Yi elevaron el tono en dos temas vitales de su relación y geopolítica global: la guerra en Ucrania y los globos que sobrevolaron espacio aéreo norteamericano, desconociéndose si eran ‘espías’ o meteorológicos, inclusive si eran chinos, tal cual admitió la semana anterior el presidente Joe Biden.

Por estar en las antípodas políticas, económicas y sociales, la tensión entre estos dos gigantes es constante. Lo nuevo tras el encuentro diplomático mundial de este fin de semana es que Wang Yi anunció que su país prepara una "iniciativa de paz" para Ucrania, tras lo cual Blinken aseguró que China está evaluando suministrar ‘ayuda letal’ a Rusia, lo que “traería graves consecuencias”.

El canciller chino sostuvo en el mencionado encuentro que “la confianza entre las grandes potencias está flaqueando” y que es necesario “dar una oportunidad a la paz”. En esa línea dijo que están alistando un plan para poner fin a la guerra, “al amparo de los principios de la Carta de Naciones Unidas”, en un esfuerzo para despejar el aparente "retorno a la mentalidad de la Guerra Fría" que reina en el mundo.

Wang Yi fue enfático en señalar que su país estará siempre de lado "de la paz y del diálogo" con vistas a un "acuerdo político de la crisis en Ucrania" e incidió en que la política de sanciones “es un obstáculo para el diálogo como herramienta principal en la resolución de conflictos”.

Estados Unidos, por su parte, advirtió que Pekín que actualmente aporta “apoyo no letal” a Rusia evalúa suministrarle desde municiones hasta armamento, lo que de darse “acarrearía graves consecuencias”.

En una entrevista con la cadena CBS, Blinken aseguró que “hasta la fecha hemos visto que empresas chinas (...) proporcionan apoyo no letal a Rusia para su uso en Ucrania. Ahora nos preocupa que la información que tenemos es que están considerando proporcionar apoyo letal" y que esa “profunda preocupación” de su país le fue transmitida a su homólogo chino.

Pekín ha desmentido incluso que Moscú haya solicitado el suministro de material militar chino y ha reiterado su posición de neutralidad con respecto al conflicto armado de Ucrania con recurrentes llamamientos a la paz.

Sin embargo, Washington ya ha sancionado a una empresa china por suministrar imágenes de satélite de Ucrania al grupo de mercenarios ruso Wagner, que aporta miles de combatientes a la ofensiva. De hecho, Blinken ha destacado que "evidentemente en China no hay distinción entre las empresas privadas y el Estado".

También su temor a que el gigante asiático ayude a Rusia a evadir las sanciones económicas occidentales. El comercio bilateral esas naciones continúa aumentando y Pekín sigue comprando el petróleo, el gas y el carbón de Rusia.

En conjunto, los comentarios estadounidenses parecieron estar entre las advertencias más claras hasta el momento de que China podría estar lista para ir más allá del apoyo retórico, político o diplomático a Rusia y ayudarla con armamento para su guerra en Ucrania, la cual comenzó hace casi un año.

Por su parte, la vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris, -quién también puso en entredicho la neutralidad china- acusó en el mismo escenario alemán a Rusia de haber cometido en Ucrania "crímenes contra la humanidad”. Es la primera vez que designa formalmente a ese país como responsable de este tipo de crímenes.

Según Harris, las fuerzas rusas llevaron a cabo un "ataque generalizado y sistemático" contra la población de la exrepública soviética, así como "el traslado de cientos de miles de civiles ucranianos" a Rusia.

 

Globos de discordia

Si bien el derribo del globo, que se desconoce aún si era chino como también ‘espía’, es otro de los recientes focos de tensión no es el único. Entre Washington y Pekín, los terrenos de desencuentro van desde el desequilibrio de las relaciones comerciales, la situación en Hong Kong, la relación de Estados Unidos con Taiwán, el estado de los derechos humanos en China y la rivalidad tecnológica hasta la invasión rusa a Ucrania.

En cuanto al aparato aerostático que ‘accidentalmente’ sobrevoló territorio estadounidense de oeste a este, posando varias horas sobre unas instalaciones militares de alta seguridad, el canciller Wang calificó de ‘absurda e histérica” la reacción de Estados Unidos al derribarlo y que en modo alguno representaba una amenaza para su seguridad.

 “El globo era un aerostato civil con capacidad de autodirección limitada que entró en espacio aéreo estadounidense debido a vientos de poniente que lo desviaron de su rumbo previsto. Por ello considera se debió haber gestionado el incidente de forma conjunta, racional y profesional”, sostuvo el jefe de la diplomacia china al tiempo que instó a Estados Unidos a mostrar "sinceridad", "corregir sus errores" y "reparar el daño" provocado a las relaciones bilaterales por este incidente bautizado como la 'crisis de los globos'.

"Hay un montón de globos en el cielo. ¿Van a derribar todos y cada uno de ellos?", se preguntó el ministro chino antes de instar a Washington a que "deje de hacer el ridículo solo para distraer la atención de sus propios problemas".

A renglón seguido indicó que “una acción tan impensable e histérica es, sin duda, un uso excesivo de la fuerza y viola claramente la práctica común y el derecho internacional pertinente" y atribuyó el revuelo causado a la "percepción errónea y el juicio estratégico equivocado de Estados Unidos sobre mi país". Mientras China basa su relación con Estados Unidos en "el respeto mutuo, la coexistencia pacífica y la cooperación de ganancias compartidas", Estados Unidos considera a China como "el desafío geopolítico y competidor estratégico más serio" y "está utilizando todos los medios posibles para bloquear y reprimir a China con esa visión errónea de China", enfatizó.

Las duras palabras de Wang Yi fueron respondidas por Blinken con una conminación a que incidentes de este tipo “no se vuelvan a repetir”, porque “no toleraremos ninguna violación a nuestra soberanía”.

Sin embargo no aclaró, como muchos en esta Conferencia de Seguridad esperaban, si realmente era propiedad del gobierno chino, si era espía o, si por el contrario, era como Pekín aduce, un aparato civil con fines de recopilar información climática.

 

‘Guerra’ tecnológica

Otro frente de batalla que sin ser nuevo si impacta gravemente el mercado tecnológico es el del mercado de chips.

Tras reiterar que su país "nunca ha temido la competencia con Estados Unidos, ésta debe ser justa y basada en reglas", Wang Yi sostuvo que la Ley Chips y Ciencia de Estados Unidos es "unilateral y egoísta" que utiliza el poder del Estado para reprimir a las empresas chinas, viola las normas de la Organización Mundial del Comercio y perturba gravemente la estabilidad de las cadenas industriales y de suministro mundiales.

"La ley demuestra que Estados Unidos está en contra del libre comercio que defiende. No sólo socavará los derechos e intereses legítimos de todos los demás países, sino que también comprometerá la credibilidad y los intereses de Estados Unidos mismo", advirtió.

Estados Unidos impuso en octubre, en nombre de la "seguridad nacional", nuevos controles a la exportación, para limitar la capacidad de Pekín de comprar y fabricar chips de alta gama "utilizados en aplicaciones militares".

Washington buscaba poner trabas a Pekín a la hora de desarrollar su propia industria de semiconductores. También acusa con regularidad a China de espionaje industrial y de representar una amenaza para su seguridad nacional. En respuesta, China abrió un expediente ante la OMC contra Estados Unidos.

Un último globo de discordia es la soberanía china sobre Taiwán. En tal sentido el jefe de la diplomacia ratificó la línea histórica del estatus de Taiwán: "es parte de territorio chino, no ha sido nunca un país, ni nunca lo será".

Como se ve, los globos de discordia entre estas superpotencias antes de desinflarse, esta guerra verbal se convierte en helio o el aire caliente que los hacen volar, cada vez más alto.