Entretanto, Puigdemont, desde Bruselas, dijo que debió haber declarado la independencia antes
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MILES de personas contrarias a la independencia de Cataluña marcharon en Barcelona para pedir "sensatez", cuando la región se mantiene sin gobierno cinco meses después de una fallida declaración de secesión de España en octubre pasado.
Bajo el lema "Ahora más que nunca, seny (sensatez en catalán)", una marea roja y amarilla de banderas españolas y catalanas, en la que también se dejó ver la azul con estrellas de la Unión Europea, desfiló por varias calles del centro de la capital catalana.
Los organizadores, la asociación Sociedad Civil Catalana (SCC) que en octubre pasado convocó otra masiva manifestación por la unidad de España, afirmó que participaron 200.000 personas,
No obstante, la policía urbana de Barcelona cifró los asistentes en 7.000.
Respaldada por los principales partidos unionistas a favor de mantener a Cataluña en España, la manifestación defendió la convivencia social en una Cataluña muy dividida por el tema de la independencia, y exigió la formación de un gobierno tras meses de turbulencias políticas.
"Lo que necesitamos ya es un gobierno y que tiremos para adelante y las empresas empiecen a volver y haya una normalidad", dijo a la AFP Lola Cortez, una funcionaria de 51 años.
"Aquí no tenemos un Parlamento, sí tenemos un montón de políticos que simulan hacer algo, pero no hacen nada, pero sí que cobran", expresó de su lado Ismael Méndez, un trabajador por cuenta propia de 43 años.
Cataluña está bloqueada políticamente desde las elecciones regionales del 21 de diciembre, cuando los partidos independentistas volvieron a obtener una mayoría en la cámara regional.
Pero los separatistas han sido incapaces de ponerse de acuerdo para investir a un candidato sin problemas judiciales.
En enero, la justicia española bloqueó la posibilidad de que fuera elegido Carles Puigdemont, el presidente catalán destituido que se instaló en Bélgica y es investigado en España por rebelión y sedición por su papel en la fallida declaración de independencia del 27 de octubre.
Puigdemont propuso entonces a otro líder independentista, Jordi Sánchez, pero este se mantiene en prisión preventiva por presunta sedición en hechos relacionados con una manifestación antes del referéndum de autodeterminación inconstitucional realizado el 1 de octubre en Cataluña.
Un juez del Tribunal Supremo le negó el permiso a Sánchez para salir de la cárcel e ir a la investidura.
Mientras no se forme gobierno, esta región de 7,5 millones de habitantes sigue controlada por el gobierno central de Mariano Rajoy. De persistir el bloqueo, existe el riesgo de repetición electoral.
"Queremos un gobierno para todos los catalanes, no queremos un gobierno solo para los independentistas (...), queremos un gobierno que deje atrás esta pesadilla del proceso separatista", clamó el vicepresidente de SCC, Alex Ramos, desde una tarima frente a la estación de Francia, al final de la marcha.
"El proyecto indepentista y separatista fracasó frente a la firmeza del gobierno español, frente al mensaje de Europa que apoyó a España y frente a la sociedad catalana", expresó Manuel Valls, el ex primer ministro francés de origen catalán, que tomó parte en la manifestación.
Los líderes de los partidos unionistas también pidieron la formación cuanto antes de un gobierno respetuoso de las leyes.
Mostramos "la indignación ante la ausencia de un gobierno en Cataluña (...) que sea capaz de trabajar en la legalidad", señaló el líder del partido socialista regional, Miquel Iceta.
Albert Rivera, líder de Ciudadanos (centroderecha antinacionalista), primera fuerza parlamentaria en Cataluña pero sin apoyos para gobernar, lanzó la advertencia: "Si no quieren gobierno y hay que ir a las urnas, estaremos preparados para volver a ganarles si hace falta".