El Comité de Relaciones Exteriores del Senado estadounidense respaldó este lunes el nombramiento de Mike Pompeo como nuevo Secretario de Estado, en una accidentada sesión que estuvo al borde de fracasar.
El controvertido nombramiento fue así enviado para apreciación de la plenaria del Senado con el respaldo de 11 votos a favor, 9 en contra y una abstención. El Senado aún no definió una fecha para esa votación.
Esa comisión de 21 legisladores precisó de dos votaciones para decidir el respaldo a Pompeo, ya que en la primera ronda el resultado fue de 11 votos a favor y 10 en contra, pero con un senador republicano ausente de la sala.
De acuerdo con el reglamento, ese resultado no podía ser enviado al plenario ya que la diferencia de apenas un voto coincidía con un legislador ausente, y así la sesión quedó empantanada en un punto muerto.
Finalmente, después de negociaciones, un senador del partido Demócrata, Christopher Coons, habiendo ya registrado en actas su oposición al nombramiento de Pompeo, accedió a omitir su voto en una nueva ronda para permitir que la decisión pueda ser formalizada.
Así, en la nueva ronda, Coons apenas dijo "¡Presente!" y omitió su voto. Con esos dos votos de diferencia, el respaldo del comité pudo pasar al plenario del Senado sin quedar expuesto a un pedido de nulidad más adelante.
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Cambios de última hora
La jornada fue una verdadera montaña rusa para el nombramiento, ya que en la mañana la previsión generalizada era el rechazo de Pompeo en el comité senatorial a raíz del voto negativo de un representante Republicano, el ultraconservador Rand Paul.
Sin embargo, apenas minutos antes del inicio de la reunión, Paul anunció que había cambiado de opinión después de conversar telefónicamente con el presidente Donald Trump, y con eso Pompeo prácticamente aseguró la aprobación de su nombre.
El apoyo del Comité evitó así que Pompeo sufra una humillación sin precedentes conocidos.
De acuerdo con la oficina del historiador del Senado, no hay registros de que un nominado para ser secretario de Estado haya sido rechazado por el Comité de Relaciones Exteriores (antes de 1920 ese voto era secreto).
Ataque a "obstruccionistas"
En los últimos días, el propio Trump recurrió a la red Twitter para criticar a los "obstruccionistas" que insistían en bloquear la confirmación de Pompeo.
La portavoz de la Casa Blanca, Sarah Sanders, había dicho este lunes que es "absolutamente escandaloso que no podamos avanzar más rápidamente", y acotó que la situación transmitía la sensación de que "el Senado tiene algunos problemas (...) y tiene que hallar una forma de hacer su trabajo un poco mejor".
La presión de la Casa Blanca por la confirmación de Pompeo se apoya en el deseo de Trump de enviarlo ya como secretario de Estado a la reunión de cancilleres de la OTAN que se realizará el viernes en Bruselas, Bélgica.
Director de la CIA desde el inicio del actual gobierno, Pompeo se tornó lentamente en uno de los más frecuentes interlocutores del presidente Trump.
Además, Pompeo se convirtió en pieza central en la estrategia de la Casa Blanca para Corea del Norte.
A mediados de marzo, Trump lo nominó como secretario de Estado después de despedir a Rex Tillerson, con quien mantenía discrepancias fuertes, sobre todo por el apoyo al acuerdo nuclear con Irán.
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Negociación con Corea del Norte
Después de aceptar una invitación de Kim Jong Un para un encuentro personal, Trump puso en marcha un mecanismo reservado para abrir un canal directo de comunicación entre Washington y Pyongyang.
Esta estrategia incluyó el viaje secreto de Pompeo a la capital norcoreana. La noticia sobre la reunión a fines de marzo entre el líder de Corea del Norte y el director de la CIA sacudió al mundo.
Tal vez como consecuencia de esa aproximación, el pasado sábado el líder norcoreano anunció la suspensión de la pruebas nucleares y de misiles intercontinentales, en una iniciativa interpretada como un gesto de buena voluntad para facilitar el futuro diálogo con Trump.
En este escenario, el hundimiento del proceso de confirmación de Pompeo para conducir el Departamento de Estado abriría una enorme interrogante sobre el futuro de esos contactos de alto nivel con Corea del Norte.
No obstante, este lunes el secretario estadounidense de Defensa, el general James Mattis, expresó su convicción de que "hay muchas razones para ser optimista" de que las negociaciones entre Washington y Pyongyang serán "fructíferas".
Estas declaraciones de Mattis se conocen poco días antes del encuentro entre Kim y el presidente de Corea del Sur, Moon Jae-in, en la zona desmilitarizada que divide la península coreana.