ESTA semana la Comisión europea anunció que reservó 225 millones de dosis de la potencial vacuna contra el coronavirus del laboratorio alemán CureVac, cuarto acuerdo de este tipo que firma la Unión Europea (UE) con industrias farmacéuticas.
El contrato que "permitirá también a todos los Estados miembros de la UE comprar la vacuna y hacer donaciones a aquellos que tienen menores ingresos o transferirla a otros países europeos", se suma a los que en el mismo sentido han firmado varios países del mundo, encabezados por Estados Unidos, país que ha invertido miles de millones de dólares, para garantizar el acceso rápido al medicamento una vez supere todas las pruebas.
Bruselas ya había reservado 300 millones de dosis de la potencial vacuna del francés Sanofi y 400 millones de la que fabrica el estadounidense Johnson & Johnson.
Asimismo la Comisión ya había firmado un contrato de compra anticipada con el grupo sueco-británico AstraZeneca para 300 millones de dosis con opción a otros 100 millones de dosis suplementarias.
Covax
A su tiempo la Organización Mundial de la Salud (OMS) pidió a sus países miembros que se unan a su dispositivo de acceso a la vacuna contra el Covid-19, para luchar así contra el "nacionalismo de las vacunas".
"Debemos prevenir el nacionalismo de las vacunas", declaró el director, Tedros Adhanom Ghebreyesus, solicitando compartir sus herramientas para permitir al planeta luchar contra el virus.
Tedros envió "una carta a todos los Estados miembros para alentarlos" a adherirse al futuro dispositivo de acceso global a la vacuna, conocido con el nombre de Covax.
El organismo indicó que más de 170 países, que representan casi el 70% de la población mundial, ya han afirmado que quieren integrarse al mecanismo.
Una vez que las vacunas estén disponibles, la OMS propone que sean atribuidas en dos fases. "Durante la primera, las dosis serán distribuidas de manera proporcional y simultánea a todos los países participantes (en Covax), con el objetivo de reducir el riesgo global. En la fase 2, se tendrá en cuenta la amenaza y la vulnerabilidad de los países", explicó Tedros.
"La manera más rápida de poner fin a esta pandemia y reactivar las economías es comenzar por proteger a las poblaciones más expuestas en todas partes del mundo, y no a poblaciones enteras en unos pocos países", advirtió.
"Se dará prioridad a los trabajadores que están en primera línea en los establecimientos de atención sanitaria y social, puesto que son fundamentales para atender y proteger a la población, y se encuentran en contacto estrecho con colectivos con un alto riesgo de mortalidad", o sea, con los mayores de 65 años y aquellos con otras patologías que pueden combinarse de manera negativa.
"Para la mayoría de los países, una atribución (de vacunas) durante la fase 1, que permita alcanzar al 20% de la población, cubriría la mayoría de los grupos de riesgo", señaló el director general de la OMS.
Por su parte el papa Francisco se sumó a la discusión y pidió que las futuras vacunas contra el coronavirus no se destinen primero "a los más ricos", en un momento en que la pandemia no deja de "aumentar" las desigualdades en el mundo.
La futura vacuna debería dirigirse a los que "más la necesitan", dijo Francisco, quien agregó que “sería triste si en la vacuna del Covid-19 se diera prioridad a los más ricos. Sería triste que se transforme en la prioridad de una nación y no se destine a todos".
Según Francisco, la "pandemia puso de manifiesto la difícil situación de los pobres y la gran desigualdad que reina en el mundo". El papa señaló que ante las dramáticas consecuencias sociales de la pandemia, "muchos quieren volver a la normalidad y retomar las actividades económicas… pero esta 'normalidad' no debería comprender las injusticias sociales y la degradación del medioambiente".
Sin paralizar toda la sociedad
Finalmente la OMS aseguro que en este momento las autoridades están más preparadas y existe un mayor conocimiento de la enfermedad y no es necesario paralizar toda la sociedad al menos en algunos lugares del mundo.
"Estamos en una mejor posición para erradicar los rebrotes virales localizados, gracias a las medidas de base a escala nacional y a medidas suplementarias más específicas. Podemos gestionar el virus y mantener en marcha la actividad económica y el sistema educativo", dijo el director de la sección Europa de la OMS, Hans Kluge.
Desde hace dos meses, Europa asiste a un alza constante del número de casos, pero "no estamos en la situación de febrero, sabemos cómo apuntar hacia el virus en lugar de apuntar contra la sociedad", dijo.
La OMS recomienda, además de las medidas de distanciamiento y de las campañas nacionales de diagnóstico y rastreo, una serie de medidas locales cuando aparezcan focos.
El organismo agregó que los jóvenes son muchas veces el origen de las infecciones, aunque sufren la enfermedad de forma más leve, a veces sin síntomas.
Por otra parte Kluge aseguró que es importante reabrir las escuelas paralelamente al desconfinamiento de las sociedades, ya que un cierre de los centros educativos tendrá consecuencias importantes, sobre todo en los niños con necesidades especiales.
"Aunque los jóvenes tienen menos probabilidades de morir que las personas mayores, todavía pueden verse muy seriamente afectados, advirtió Kluge. Los jóvenes como todo el mundo tienen que desempeñar su papel para limitar la oportunidad de que el virus se extienda".
Las medidas sugeridas incluyen "usar una máscara en situaciones en las que se va a interactuar estrechamente con otras personas", "evitar las multitudes y los grupos grandes" y preferiblemente reunirse al aire libre y mantener una distancia de 1 metro cuando sea posible, añadió.
Al acercarse la próxima temporada de gripe, Kluge subrayó la importancia de que los ancianos y los grupos de riesgo se vacunen contra la gripe a tiempo "para proteger a nuestros hospitales y al personal de salud que ya tienen que hacer frente al Covid-19 de verse desbordados".