DE PROSPERAR los ensayos que actualmente está realizando en algunas regiones de México, el Cártel de Jalisco con el cultivo de la hoja de la coca y su posterior transformación en cocaína, muy pronto estos desplazarían a los narcotraficantes colombianos de ese ‘mercado’ en Estados Unidos.
Así lo deja entrever el último informe de la DEA denominado ‘Evaluación Sobre la Amenaza Nacional de Drogas 2024’.
Sostiene el informe que Colombia es el principal país de origen de la cocaína incautada en Estados Unidos, pero también se produce cocaína en Perú y Bolivia. El Programa de Firmas de Cocaína (CSP, por sus siglas en inglés) del Laboratorio Especial de Pruebas e Investigación de la DEA lleva a cabo un análisis de las pruebas de cocaína obtenidas de incautaciones de varios kilogramos realizadas en todo Estados Unidos.
Haga clic aquí para seguirnos en WhatsApp
Los cárteles mexicanos, especialmente el Cartel de Jalisco, buscan cultivar coca y producir su propia cocaína de principio a fin, lo que, de tener éxito, les daría ganancias mucho mayores que tener que comprar cocaína a los traficantes sudamericanos.
Aprendiendo con los cultivadores de coca y los productores de cocaína colombianos, los cárteles mexicanos han cultivado coca y producido cocaína en México, pero a muy pequeña escala y con una pureza mucho menor.
La calidad
Un análisis forense limitado de la DEA, muestra que la hoja de coca de origen mexicano produce significativamente menos cocaína potencial por cultivo que las variedades de hoja de coca cultivadas en América del Sur. Sin embargo, es evidente que se están logrando algunos avances: el cultivo de coca y la producción de cocaína en México se consideraban improbables debido a las diferencias en el suelo, el clima y la elevación, además de la falta de experiencia de los cárteles mexicanos en el cultivo de coca y la producción de cocaína.
Indica que, en 2022, el CSP determinó que al menos el 97 % de las muestras procedían de Colombia, con Perú y Bolivia como origen del 3 % restante. Según el CSP, los niveles de pureza de la cocaína en los Estados Unidos siguen siendo altos, con un promedio del 84 %. Las muertes relacionadas con la cocaína están aumentando.
Asegura el reporte que las muertes relacionadas con la cocaína están aumentando. Las sobredosis relacionadas con la cocaína y las incautaciones anuales de cocaína tienen tendencias opuestas: las sobredosis están aumentando a medida que la cantidad de cocaína incautada está disminuyendo porque la mayoría de las muertes no pueden atribuirse solo al consumo de cocaína.
Dicen que la cocaína estuvo involucrada en 15 025 muertes por sobredosis en los primeros seis meses de 2023, según datos provisionales de los CSP. Las muertes relacionadas con la cocaína han aumentado cada año desde 2015, muchas de ellas impulsadas por el envenenamiento por fentanilo de consumidores de cocaína que no sabían que la cocaína estaba mezclada con fentanilo.
Riesgos
Explica el estudio que los consumidores de cocaína corren un mayor riesgo de intoxicación por drogas por ingestión accidental de fentanilo porque no tienen la tolerancia de un consumidor habitual de opioides. En algunas partes de los Estados Unidos, al menos dos tercios de las muertes relacionadas con la cocaína, también incluyen hallazgos de niveles fatales de un opioide, generalmente fentanilo. Los informes de la DEA y la salud pública sobre la tendencia creciente de los consumidores de drogas ilícitas que consumen deliberadamente estimulantes y opioides, por ejemplo, cocaína y fentanilo, son una preocupación creciente.
El tráfico y el abuso de cocaína han sido amenazas persistentes en los Estados Unidos durante más de 40 años. Los cárteles de Sinaloa y Jalisco controlan en gran medida los corredores de tráfico de cocaína de Sudamérica a México, y de México a Estados Unidos.
Los cárteles mexicanos obtienen cargamentos de varias toneladas de cocaína en polvo y base de cocaína de los traficantes sudamericanos, luego los contrabandean a través de rutas terrestres o vías fluviales costeras en América Central, o por mar a islas del Caribe como Puerto Rico y República Dominicana, antes de llevarlos a Estados Unidos. Una vez en Estados Unidos, los grupos criminales y las pandillas callejeras con sede en Estados Unidos distribuyen la cocaína, parte de la cual se convierte en crack a nivel local.