Cohesión republicana frustrará condena a Trump | El Nuevo Siglo
EL 9 DE febrero es el juicio político en el Senado al hoy expresidente Donald Trump. Sin embargo, su condena es muy improbable.
Foto archivo AFP
Domingo, 31 de Enero de 2021
Claudia Bermúdez

SIN decir palabra, aparecer en público o moverse por las redes sociales, que lo suspendieron antes de que terminara su mandato, el expresidente Donald Trump reafirma su influencia  en la política estadounidense.

Contrario a lo que se pensaba, su partido, el Republicano, no se dividió y, salvo cinco senadores los demás cerraron filas para oponerse al juicio político contra el exmandatario, del que saldría absuelto  precisamente porque 45 de los 50 parlamentarios de dicha colectividad en esa Cámara han expresado su ‘no ha lugar’ al impeachment promovido por los demócratas.



Así se evidenció horas después de que llegara al Senado la acusación contra Trump por “incitación a la insurrección” motivada por su presunta influencia en el asalto de sus partidarios al Capitolio, el 6 de enero, y que dejó cinco muertos.  Ese día se votó una propuesta republicana para desestimar el histórico segundo juicio político al hoy exmandatario que se saldó 55 votos en contra: 50 demócratas y solo cinco republicanos, los de Mitt Romney (Utah),  Susan Collins (Maine), Lisa Murkowski (Alaska), Ben Sasse (Nebraska) y Pat Toomey (Pensilvania). 

Ante la imposibilidad de lograr una condena en el juicio a Trump que está programado para iniciar este 9 de febrero, por la cohesión republicana, el argumento jurídico de que es inconstitucional porque no se puede juzgar a un presidente que ya dejó la Casa Blanca, como lo arguyó el senador Rand Paul, pero sobre todo porque los demócratas no lograrían los 17 votos republicanos que requieren sumar para sacarlo avante, están abriendo paso a una resolución de censura.

 La propia republicana Collins admitió que es improbable condenar en juicio a Trump. “Hagan las cuentas”, dijo, al tiempo que anunció que con su colega opositor Tim Kaine están buscando consenso para presentar tal moción de censura, que obviamente es menos severa y también será difícil aprobarla porque necesita además del voto de la totalidad demócrata, 50, adicionar 10 de los republicanos y, como dijimos, solo tendrían asegurados cinco.

Solamente un presidente fue censurado en la historia: Andrew Jackson en 1834. 

En el escenario de una posible condena en juicio a Trump, queda la puerta abierta para que los demócratas, que controlan el Senado gracias al voto de desempate de la vicepresidenta Kamala Harris, puedan aprobar por mayoría simple una prohibición para que ejerza cualquier cargo público. En el otro, el de la censura, no hay lugar a tal posibilidad, lo que permitiría al hoy exmandatario postularse nuevamente a la presidencia en 2024.

Y eso es algo que buena parte de los votantes republicanos apoya. La más reciente encuesta de Politico y Morning Consult reveló que el 56% de los votantes republicanos cree que Trump debería probablemente o definitivamente volver a postularse, contra un 36% que entiende que probablemente o definitivamente no.

También hay encuestas que señalan que el índice de popularidad del mandatario ha vuelto a subir y que debe tener un “papel significativo” dentro del Partido Republicano

El sondeo de Mornig Consult realizado esta semana (entre el 23 y 25), señala que el 81% de los votantes republicanos tiene opiniones positivas sobre Trump, incluido el 54% que lo hace con firmeza. Ello representa un alza de 5 puntos porcentuales, en cada uno de los dos ítems respecto al realizado entre el 10 y el 12 de enero.

De igual forma, el 50% de los votantes republicanos en una encuesta realizada por dicha compañía que toma el pulso político estadounidense, entre el 22 y el 25 de enero cree que Trump debería mantener un papel significativo en el futuro del partido, un aumento de nueve puntos porcentuales desde los infaustos sucesos del 5 de enero en el Capitolio. Y, aquí un dato interesante: han sido las mujeres las que han impulsado la mejoría en la popularidad del hoy expresidente.

Y, frente al juicio político, el 75% de los 2.000 votantes registrados y participantes en dicha toma de opinión indicaron que desaprobarían que fuera condenado y el 67% señaló que "desaprobarían enérgicamente" esto. La medición tiene un margen de error de dos puntos porcentuales.

Las ‘movidas’

Desde su mensaje de despedida en la base Andrews en la mañana del 20 de enero, cuando abandonó la Casa Blanca cuando dijo “volveremos de alguna forma”, Trump no ha hecho ninguna otra declaración sobre su futuro político pero si  ha hecho algunos movimientos muy dicientes.

De esta forma, fundó la oficina del expresidente (que se encargará de su correspondencia pública), comenzó a reunirse con líderes del partido para definir la estrategia para la elección de la Cámara de Representantes, migró a la red social Gab tras el veto de twitter, Facebook, youtube y Parler, al tiempo que analiza la posibilidad de crear el “Partido Patriota”.



El peso político de Trump se vio reflejado en la disparada de seguidores de la red social alternativa GAB, ya que ganó 2.3 millones de nuevos usuarios en una sola semana.

En cuanto a la posibilidad de un nuevo partido, otra encuesta de Morning Consult señala que tres de cada 10 republicanos preferirían unirse a ese si estuviera dirigido por Trump, frente al 36% que dijo que le gustaría permanecer en el Partido Republicano. Una cuarta parte de los republicanos dijeron que no sabían qué harían en este caso.

El sondeo se llevó a cabo entre 599 votantes republicanos y 581 votantes de Trump con un margen de error de cuatro puntos porcentuales.

Esta semana también Trump se reunió en Miami, donde reside, con el líder de la minoría republicana en la Cámara, Kevin McCarthy, con quien tuvo una conversación "cordial" y "muy buena", según Forbes.

McCarthy fue precisamente uno de los que se alejó del líder republicano por las acusaciones de fraude electoral, pero ahora y con miras al próximo proceso electoral volvió a acercarse al expresidente.

Los legisladores republicanos son conscientes de la popularidad de Trump y su fuerte apoyo de la base del partido. Por ello romper públicamente con él podría poner en riesgo sus chances en las primarias legislativas de 2022 o 2024, especialmente si Trump interviene e insta a alguien a competir contra un republicano en funciones.

El republicano Mitch McConnell, el poderoso líder de la minoría del Senado, rompió con Trump en diciembre y declaró a Joe Biden como el próximo presidente debidamente elegido. Una semana después de que la turba atacara el Congreso, McConnell dijo que no descartaba condenar al entonces presidente y, según informes, en privado ha dicho que cree que la conducta de Trump fue pasible de juicio político.

Sin embargo, este martes, estuvo entre los republicanos que votaron en contra de continuar con el juicio.

En el soleado Miami, viviendo en su lujosa residencia Mar-a-Largo en Palm Beach, Trump divide sus días entre jugar golf, pensar sus nuevos pasos políticos y espera el juicio del Senado. Y aunque públicamente no se ha pronunciado si ha dejado en claro que privado, con los parlamentarios republicanos, que él es una fuerza mayor. Esa que le dieron los más de 74 millones de votos en la pasada contienda presidencial y que lo mantienen como el líder del partido.

Y así lo han expresado los electores en las encuestas antes mencionadas y la reciente del  diario The Washington Post-ABC News, donde  seis de cada 10 republicanos e independientes de tendencia republicana creen que el partido debe permanecer bajo el liderazgo del partido conservador fundado hace 167 años.