CON un estimativo al alza pero que podría ser mucho mayor ya que no contempla los nacidos en suelo ‘ajeno’, Colombia es el tercer país en el mundo con mayor acogida de migrantes o que necesitan protección internacional.

Así lo revela el informe ‘Tendencias globales de desplazamiento forzado 2022” que reveló La agencia de la ONU para los Refugiados (Acnur), que cifra el número de desplazados forzosos, por conflictos (guerra en Ucrania), violencia, violaciones a los derechos humanos, persecución y/0 acontecimientos que alteraron gravemente el orden público en sus países de origen, en 10’8,4 millones de personas, un aumento del 21% frente al año inmediatamente anterior, así como el mayor registrado de un año a otro.

Por categorías, Colombia ocupa el primer lugar en acoger a “otras personas que necesitan protección internacional” -establecida desde el año pasada- y que hace referencia a las “personas que se encuentran fuera de su país o territorio de origen, generalmente porque han sido desplazadas por la fuerza a través de fronteras internacionales, que no han sido reportadas en otras categorías (personas solicitantes de asilo, refugiados, personas en situación similar a los refugiados) pero que es probable que necesiten protección contra el retorno forzoso y acceso a los servicios básicos de forma temporal o a largo plazo”

El año anterior, Colombia estaba en el segundo lugar de los países con mayor acogida (1,7 millones) y en el corte del 2022 baja al tercero, pero con un número mucho mayor: con casi 2,5 millones de personas, superado por Irán (3,4 millones) que en el informe anterior no figuraba en los cinco primeros puestos.

Turquía continúa liderando, con 3,6 millones de personas, un millón menos que el año inmediatamente anterior.

El informe de Acnur destaca que a finales del año anterior, 800.600 personas refugiadas y 5,2 millones de otras personas que necesitan protección internacional residían en países de la región de las Américas, siendo la mayoría personas venezolanas. Esta cifra representa un aumento del 17% desde finales de 2021, en gran parte debido a las estimaciones actualizadas de la cantidad de otras personas que necesitan protección internacional en Colombia, con un aumento de 611.500, y en Perú, con un aumento de 178.400.

A nivel regional, Colombia lidera la ayuda a los desplazados forzosos, seguida por Perú (976.400) y Ecuador (555.400).

El director adjunto de Acnur, Giovanni Bassu, destacó que “la situación en Venezuela sigue impulsando la movilidad humana en la región, y sigue siendo de las más preocupantes. Hemos llegado a más o menos 5,5 millones de venezolanos refugiados en el exterior”.

Sin embargo, alertó de que hay otras situaciones también en el continente que están impulsando estos números y mencionó, entre ellas, que en el norte de Centroamérica sigue habiendo una situación delicada, y en Nicaragua también.

La verdad es que los flujos hoy en día son complejos, así que es difícil diferenciar la causa de la salida. No solamente hay gente que está huyendo de la violencia y persecución, pero también hay una movilidad más amplia, que usa la región como un corredor hacia México y Estados Unidos.

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Destaca el informe que Colombia está entre los 46 países menos desarrollados, que representan menos del 1,3% del producto interior bruto mundial, que brindan techo, comida y asistencia a más del 20% de todos los refugiados, al tiempo que alerta que la financiación para las numerosas situaciones de desplazamiento y para apoyar a los anfitriones no llegó a cubrir las necesidades el año pasado, y según los expertos de Acnur, seguirá escasa este año.

“La gente de todo el mundo sigue mostrando una extraordinaria hospitalidad hacia los refugiados, ofreciendo protección y ayuda a quienes la necesitan”, expresó Bassu, pero enfatizó que se “necesita mucho más apoyo internacional y un reparto más equitativo de la responsabilidad, especialmente con los países que acogen a la mayoría de los desplazados".

Cifra récord

Como era de esperarse, la guerra en Ucrania siguió ‘disparando’ las cifras de desplazamientos y refugiados en el mundo, escalando a la cifra récord de 108,4 millones, un aumento de 19,1 millones frente al año anterior.

“La verdad es que los números son bastante dramáticos. Hablamos de 108 millones de personas forzosamente desplazadas. Es el incremento anual más grande que hemos visto. Las cosas no están mejorando”, aseguró por su parte el Alto Comisionado para los Refugiados, Filippo Grandi, quien urgió a una “acción colectiva inmediata” para aliviar las causas de este fenómeno de alto impacto en los países de tránsito y destino.

En Ucrania, el número de refugiados pasó de 27.300 a finales de 2021 a 5,7 millones el año pasado, siendo la salida más rápida de refugiados de cualquier lugar del mundo desde la Segunda Guerra Mundial.

Otro de los puntos candentes en lo que a desplazamiento se refiere es Afganistán, país asiático en el que el retorno de los talibanes al poder en agosto de 2021, sumado ya a las pobres condiciones en el lugar, ha provocado una gran ola de afectados que además ha aumentado tras revisarse estimaciones de afganos desplazados a Irán.

También destaca el caso de Sudán, donde la escalada del conflicto ya en este 2023 pone en alerta a ACNUR, que lamenta que la trayectoria ascendente de desplazamientos forzados "no muestra signos de desaceleración" y la guerra en el país africano "desencadena en nuevas salidas".

"Estas cifras nos muestran que algunas personas son demasiado rápidas para precipitarse al conflicto y demasiado lentas para encontrar soluciones. La consecuencia es devastación, desplazamiento y angustia para cada uno de los millones de personas desarraigadas por la fuerza de sus hogares", acotó Grandi.

El informe diferencia entre refugiados, o personas que cruzaron una frontera internacional en busca de seguridad, y desplazados, individuos que transitaron dentro de su país al huir de conflictos y violencia. En el primer caso, los autores hablan de más de un tercio del total mundial: hubo unos 35,3 millones de refugiados en 2022. En cuanto a desplazados, los autores hablan de unos 62,5 millones de personas, un 58% de la totalidad.

En este sentido, Bassu explica que se tiene una percepción errónea sobre la situación de refugiados y desplazados: “Creemos que la gente se va y huye a países desarrollados, a países ricos, intentando buscarse una buena vida. Pero la verdad es que la realidad no es así. La realidad es que el 76% de los refugiados y de personas desplazadas de las que estamos hablando en el informe están en países de renta media o menos desarrollados. Así que la realidad es que un refugiado busca protección en el país vecino, generalmente el país más cerca del suyo; cruza la frontera en busca protección”.

Retornados

Paralelamente a ese aumento de desplazados, el informe también mostró que quienes se ven forzados a huir no están condenados al exilio, sino que pueden volver a casa, y lo hacen, de forma voluntaria y segura cuando mejoran las condiciones.

De esta forma, el año pasado más de 339.000 regresaron a 38 países, y aunque fue menor que el año anterior, hubo importantes retornos voluntarios a Sudán del Sur, Siria, Camerún y Costa de Marfil. Mientras tanto, 5,7 millones de desplazados internos regresaron en 2022, sobre todo a Etiopía, Myanmar, Siria, Mozambique y la República Democrática del Congo.

En este respecto, el comisionado Grandi declaró que "hay que hacer mucho más para poner fin a los conflictos y eliminar los obstáculos para que los refugiados tengan la opción viable de regresar a sus hogares de forma voluntaria, segura y digna".

La publicación del informe en la antesala del Día Mundial del Refugiado y seis meses antes del Foro Mundial sobre Refugiados, un encuentro que reunirá a diferentes partes con el objetivo de encontrar nuevas soluciones y financiación para las personas obligadas a huir y para los países de acogida.

Finalmente, el informe reseña que a finales del año anterior había 4,4 millones de personas en condiciones de apatridia o de nacionalidad indeterminada, un dos por ciento más y se registraron casi 2,9 millones de solicitudes de asilo individuales en 162 países, la mayor jamás registrada.