CON una desaprobación ciudadana en sostenido ascenso y una creciente percepción de que el país va por el camino equivocado, inició este 2022 el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, quien afronta una agenda con múltiples retos y de cuya resolución pende la consolidación electoral de los demócratas.

Acabar con el liderazgo ‘errático’ de su antecesor Donald Trump, controlar la pandemia del coronavirus y reimplantar a Estados Unidos en la cabeza del multilateralismo global fueron las promesas del mandatario al asumir, con 79 años cumplidos, el poder. Pero las esperanzas suscitadas en ese eufórico 20 de enero comenzaron a diluirse más pronto de lo esperado. Así, no sólo su popularidad registró mínimo del 38% a mediados de noviembre, sino que comprobó el avance republicano en tanto en Virgina (donde Glen Youngkin ganó la gobernación) como en New Jersey donde el demócrata logró retener el cargo por una escasísima ventaja.

El improvisado retiro militar de Afganistán, la incapacidad de lograr un acuerdo global en la cumbre climática de Glasgow, la indefinición en política migratoria, pero sobre todo la dubitativa gestión a la pandemia, lastraron la imagen presidencial y la gestión gubernamental.

Las mediciones realizadas en diciembre sobre la gestión de Biden sitúan la desaprobación a la misma por encima del 51% e, inclusive, la de Rasmussen Reports la ubicó en 59%, según el referente estadístico Real Clear Politics, un punto porcentual más que el registro del mes inmediatamente anterior.

En cuanto a la aprobación del mandatario que del 56% inicial cayó por debajo del 50% en octubre tras el retiro militar de Afganistán, sigue de capa caída, cerrando año con guarismos que oscilan entre el 40% y el 48% (Ver tabla), tendencia que se mantendría -según analistas-, especialmente por la actual situación de la pandemia que ha repuntado por ómicron (2.5 millones de contagios diarios en la última semana del 2021 y hospitalizaciones pediátricas por encima de 200 mil) y el movimiento de los no vacunados.

El sondeo más reciente es el de Rasmussen, el 31 de diciembre, que indica que la aprobación a la gestión de Biden fue de 42% y la desaprobación del 57%, mientras que una semana anterior el de Trafalgar la ubicó en 40% frente al 56%.

Respecto a la percepción sobre el manejo del país, la última medición es del 27 de diciembre, también de Rasmussen Reports, donde el 57% de los indagados cree que se va por el camino incorrecto frente a un 27% que opina lo contrario. Cuatro días antes, se revelaron otras encuestas con cifras más preocupantes, ya que tanto Economista como Político coincidieron en que el 63% de sus encuestados desaprobaron la conducción que está dando la Casa Blanca a la Nación, más de 30 puntos porcentuales respecto a las mediciones que en tal sentido había realizado en noviembre.

Sin duda el manejo de la pandemia ha desgastado la imagen y credibilidad presidencial., Vale recordar que Biden presidente prometió "seguir a la ciencia" para enfrentarla y ante el retroceso del virus en sus primeros meses de mandato se atrevió incluso a declarar que el 4 de julio se conmemoraría la independencia sin covid-19.

Pero ello no ocurrió y hoy, el país tiene récord de infecciones, escasez de test y una obstinada resistencia a las vacunas, que ha intentado combatir con directrices de vacunación obligatoria a las empresas de más de 100 mil empleados.

Si bien, pese a tener los biológicos, puntos de vacunación en todos los lugares (inclusive en supermercados) y hacer reiterados llamados masivos para que la población de inmunice, con corte a hoy solo el 62% del país está completamente inoculado, menos del 33% ha recibido la dosis de refuerzo y los no vacunados no dan su brazo a torcer.

La mejor defensa contra el covid-19 sigue siendo no obstante la vacuna. La tasa de muertes relacionadas con el coronavirus es 14 veces superior para los no vacunados en comparación con los que recibieron las dosis, según los Centros para el Control de Enfermedades (CDC).

Así la cosas, el presidente norteamericano enfrenta un invierno de descontento, que incluso hizo público el The New York Post en reciente editorial donde señaló que “Biden puede no ser el culpable del covid-19 pero su respuesta es inepta…En pocas palabras: la exageración, la incompetencia, la hipocresía y las mentiras de su equipo no infunden confianza".

Una de las últimas decisiones epidemiológicas avalada por la Casa Blanca fue reducir a la mitad el tiempo de aislamiento recomendado para las personas con covid asintomáticas, de 10 a cinco días, también generó fuertes críticas, pese a que la directora de los CDC, Rochelle Walensky, la justificó más que con un argumento científico con uno político. "Tuvo mucho que ver con lo que pensamos que la gente podría tolerar", sostuvo.

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Gestión por sectores

Como reseñamos la gestión en el manejo de la pandemia ha tenido gran peso en la imagen presidencial y, así lo evidencian las encuestas, a saber: Economista otorga un 45% de aprobación al plan sanitario adoptado por la Casa Blanca frente a un 49% de desaprobación, Fox (47%-49%), ABC (53%-45%), CNN (52%-47%), Rasmussen (42%-55%), NPR (46%-48%) y Harvard (50%-50%).

En economía, Biden y su equipo tampoco salen bien librados, ya que, según la medición de Fox News, solo el 38% la avala, frente a un 59% que las desaprueba. En contrario, la de CNN es la que revela un mayor respaldo con 44% frente a 55%.

Las otras son: Economista (42%-50%), Político (40%-53%) Y Harvard (41%-59%).

Mientras otro frente que revela la inconformidad de los encuestados es en el trabajo que ha dado la Casa Blanca a un tema de honda preocupación, como lo es el trabajo sobre inmigración. Tras su posesión, Biden declaró estar dispuesto no solo a impulsar la reforma migratoria integral, la regularización de los llamados ‘dreamers’ y la reunificación de familias, sino que flexibilizó los controles fronterizos lo que disparó el número diario de adultos y niños que allí llegaron en busca del ‘sueño americano’.

Ninguna de esas promesas las ha podido materializar e, inclusive, el mandatario demócrata optó por retomar el programa ‘Quédate en México’ de su antecesor republicano Donald Trump, que contempla que los migrantes deben permanecer en ese país mientras se les resuelven sus solicitudes de asilo.

Las encuestas reflejan también este descontento. Según los indagados por Economista solo el 33% aprueba el trabajo presidencial en este aspecto contra un 57% que lo cuestiona, guarismo muy similar al de ABC-Ipsos (34%-63%), Político (35%-56%), Harvard (35%-65%) y Fox (36%-59%). El que le da el mayor respaldo es el de CNN, que registra 39% frente al 60%.  

De otra parte, hay un dato que no sólo sorprende, sino que comienza a vislumbrar como será el escenario para las elecciones de medio término, en noviembre, cuando se renovará una parte del Senado y Cámara de Representantes, es el que revela Insider Adventage sobre la imagen favorable del actual mandatario frente a su antecesor, Donald Trump, que es de 41% frente al 49%. Ello confirma que el liderazgo del republicano se mantiene intacto, lo que es clave con miras a la mencionada cita electoral, que tiene como buen precedente lo ocurrido en Virginia y New Jersey.

Esa favorable imagen de Trump también está muy por encima de la de Kamala Harris, la primera mujer vicepresidenta del país, que logra un 39.7% y de la líder demócrata Nancy Pelosi que se ubica en 33.1%.