LAS últimas turbulencias bancarias en Estados Unidos que como por ‘extensión’ llegaron a uno de los grandes del sector en Suiza, el Credit Suisse, (CS) lastraron la bolsa norteamericana y sus pares europeas, hundiendo el precio de las acciones de una docena de entidades financieras, entre ellas ‘mastodontes’ como Capital One, Citigroup y Wells Fargo.

En una jornada más que volátil, signada por el miedo a valores de riesgo y en la reinó la prudencia, todas las bolsas occidentales cayeron ayer con fuerza por el desplome, desde la apertura de las acciones del Credit Suisse, que de la pérdida inicial del 30% de su valor logro recuperar, al final de la jornada, algunos puntos, para cerrar esa caída en 24%.

El mercado bursátil había ‘resistido’ las quiebras de tres bancos en Estados Unidos, especialmente del emblemático Silicon Valley Bank (SVB) que manejaba mayoritariamente los ahorros e inversiones de las empresas tecnológicas. Y aunque el propio presidente Joe Biden intentó disipar los temores de contagio, miles de cuentahabientes, especialmente de los llamados ‘bancos regionales’ acudieron masivamente a retirar sus ahorros, exponiéndolos al colapso.

Estos temores y tremores traspasaron ayer la frontera, generando un día gris en todas las bolsas europeas. La causa: el histórico derrumbe en la cotización de las acciones del banco suizo Credit Suisse, ante la negativa de su principal accionista, el Banco Nacional Saudita, de inyectarle más recursos a dicha entidad, que registra problemas desde hace dos años.

Considerada el "eslabón débil" del sector bancario en el país helvético y en proceso de reestructuración, dicha entidad esperaba que sus socios saudíes aumentaran su capital. Pero el rotundo no justificado por el presidente del Banco Nacional Saudita, Amar Al Jaudary con razones reglamentarias y estatutarias, llevó a que las acciones del Credit Suisse registraran su mínimo histórico: se negociaron a 1,55 francos suizos (USD 1,66).

Los saudíes tienen el 9.8% del banco suizo y elevar tal porcentaje implicará el cumplimiento de nuevas reglas ya que la ley de ese país establece que las personas físicas o morales que tienen en un banco, directa o indirectamente, al menos 10% del capital o del derecho de voto, tienen que dar "la garantía de que su influencia no es susceptible de ser ejercida en detrimento de una gestión prudente y sana" del establecimiento.

Además, superar esa barrera podría causar revuelo en el país, en momentos en que sus accionistas ya vieron reducirse su participación tras el aumento de capital y asisten al hundimiento de su valor.
El presidente del Credit Suisse, Axel Lehman, intentó calmar el nerviosismo bursátil asegurando que no necesitan ayuda gubernamental porque “tenemos sólidos ratios financieros”. 

Por su parte el Banco Nacional Suizo (BNS) y la Autoridad Supervisora Suiza de los Mercados Financieros, banco central y regulador financiero del país helvético, respectivamente, anunciaron que darán liquidez a Credit Suisse "en caso de ser necesario" y aseguraron que la inestabilidad financiera fruto del colapso del Silicon Valley Bank, el Signature Bank o Silvergate no supone "un riesgo de contagio directo para las entidades suizas".

Neil Wilson, analista de Finalto, manifestó que si bien tras la jornada de este miércoles “parece que cada vez más inversores miran hacia Credit Suisse como la próxima ficha más probable del dominó en caer”,  por los problemas existenciales que enfrenta desde meses atrás, su situación es muy diferente a la del norteamericano Silicon Valley (SVB) porque “CS forma parte de los treinta bancos internacionales considerados demasiado grandes para que se les deje caer en bancarrota, lo cual le impone asimismo una reglamentación más estricta para resistir en caso de sacudidas fuertes”.
Día gris 

La jornada bursátil tanto en Estados Unidos como Europa no llegó a ser un ‘crack’ pero si fue muy gris, en medio de notorio nerviosismo de los brokers (corredores de bolsa) y que cerró con todos los indicadores a la baja.

Así, la Bolsa de París perdió 3,58%, la de Fráncfort 3,27%, la de Londres 3,83%, en tanto que Milán cayó 4,61% y Madrid 4,37%.

El índice del sector bancario europeo (Stoxx 600 Banks) se desmoronó casi un 7%.

En Nueva York, Wall Street terminó dispar. El índice industrial Dow Jones perdió 0,87%, el tecnológico Nasdaq ganó un marginal 0,05% y el S&P 500, de las mayores 500 empresas cotizadas en esa bolsa, subió 0,69%.

Entre tanto, el petróleo terminó en su nivel más bajo de precios desde diciembre. El barril de petróleo West Texas Intermediate (WTI), referencia para Estados Unidos, se derrumbó 5,21% a 67,61 dólares para el contrato con entrega en abril, luego de caer hasta 65,65 dólares durante la sesión, un piso en más de 15 meses.

En tanto, en Londres el barril de Brent del mar del Norte para entrega en mayo perdió 4,80% a 73,69 dólares.

El desplome del Credit Suisse provocó un efecto dominó todo el sector europeo, con caídas de más de 10% de Deutsche Bank, Commerzbank, Société Générale, BNP Paribas, Banco Sabadell y Banca Monte dei Paschi.

En Estados Unidos, sobre todo instituciones de dimensión intermedia se vieron vapuleadas por el vendaval, como las californianas PacWest (-18,40%) yFirst Republic (-20,19%). A este último, las agencias de calificación S&P Global Ratings y Fitch le rebajaron la calificación a la categoría de 'bono basura' ante la masiva salida de depósitos de la entidad.

Y el contagio también se sintió en gigantes como Capital One (-4,96%), Citigroup (-6,05%) y Wells Fargo (-4,29%).

El mercado de bonos soberanos a corto plazo también se afectó. El rendimiento de obligaciones estadounidenses a dos años caía 0,38 puntos porcentuales, a 3,83%, y el de su equivalente alemán, cedía 0,48 puntos, a 2,39%.

Los analistas evalúan cual será el impacto de esta crisis bancaria en las próximas decisiones de los bancos centrales de Europa y Estados Unidos sobre sus tasas de referencia.

En el marco de esta inesperada crisis bancaria, el Banco Interamericano de Desarrollo abre su asamblea anual este jueves en Panamá. Y si bien la agenda programada tiene como ejes la lucha contra la pobreza y el cambio climático, lo que está ocurriendo les obliga a poner un ojo en el sistema bancario y otro en el europeo.

Aunque es pronto saber cuál será la evolución de esta situación financiera y todos a una descartan una crisis como la de 2008, es altamente probable, como lo destacó el presidente del gigante BlackRock, Larry Fink, que los bancos regionales estadounidenses se encuentren en una “crisis que se eternice”, fruto precisamente de las altas tasas de interés ordenadas para enfriar la economía.

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Escándalos del Credit Suisse 

1. Quiebra de Greensill.  El banco vio cómo su rama de gestión de activos se tambaleaba por la quiebra en 2021 de la firma financiera británica Greensill, en la que había comprometido USD 10.000 millones a través de cuatro fondos. Cuando una aseguradora se negó a renovar los contratos de esa firma, el banco, que ya no podía calcular el valor de los fondos, empezó a liquidarlos. Finalmente, Greensill quebró.

2. Fondo Archegos. Cuatro semanas más tarde, el fondo estadounidense Archegos ya no podía inyectar dinero para cubrir sus inversiones en derivados, lo que desencadenó una venta masiva en Wall Street. Varios bancos se vieron afectados, Credit Suisse el que más, con unos USD5.000 millones.

3. Préstamos a Mozambique. En octubre del mismo año, el banco se vio envuelto en un caso de corrupción en Mozambique relacionado con préstamos a empresas estatales. Las autoridades estadounidenses y británicas impusieron al banco sanciones por USD 475 millones de dólares.

4. Violación de las normas de cuarentena. Dos meses después, el tabloide suizo Blick reveló que el presidente del banco, Antonio Horta-Osorio, había infringido las normas relacionadas con la pandemia del covid. Se vio forzado a dimitir.

5. "Suisse secrets". En febrero de 2022, el Organized Crime and Corruption Reporting Project, un consorcio de 47 medios de comunicación, publicó una investigación titulada "Suisse secrets". La investigación revela que el banco albergó fondos de clientes implicados en casos criminales y de corrupción.

6. Juicio en Bermudas. En marzo de ese año, un tribunal de Bermudas confirmó que el expremier georgiano Bidzina Ivanishvili había sufrido pérdidas en inversiones gestionadas por Patrice Lescaudron, exbanquero de Credit Suisse, condenado por fraude en Ginebra en 2018.

7. Blanqueo de cocaína en Bulgaria. En junio pasado, el banco fue condenado en Suiza en un caso de blanqueo de capitales vinculado a una red búlgara de cocaína. Fue multado con 2 millones de francos suizos.

8. Dos acuerdos por antiguos litigios. En octubre de 2022, el banco resolvió un litigio en Estados Unidos que se remontaba a la crisis financiera de 2008 relativo a valores respaldados por hipotecas, llegando a un acuerdo a cambio de un pago de 495 millones de dólares. En Francia, acordó pagar 238 millones de euros para evitar ser procesado por prospección ilegal de clientes y fraude fiscal agravado entre 2005 y 2012.

9. Greensill, la secuela. A finales de este febrero, la Autoridad Suiza de los Mercados Financieros acusó a Credit Suisse de haber "incumplido gravemente sus obligaciones prudenciales" en materia de gestión de riesgos.

10. Aplazamiento del informe anual. La semana pasada, el banco aplazó la publicación de su informe anual tras una llamada del regulador de los mercados financieros de Estados Unidos, que planteó dudas sobre sus cuentas para los ejercicios 2019 y 2020. El martes, Credit Suisse reconoció "debilidades materiales" en sus controles internos en su informe anual.