Diálogo directo, la apuesta de Joe Biden y Vladimir Putin | El Nuevo Siglo
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Lunes, 6 de Diciembre de 2021
Redacción internacional con AFP

DIPLOMACIA PURA y dura. Así puede definirse la cita telemática que mantendrán este martes los presidentes Joe Biden y Vladimir Putin en la que si bien reafirmarán sus ‘líneas rojas’ en temas de alta tensión bilateral, también lo harán en su voluntad de lograr mínimos consensos, sepultando los temores de una nueva Guerra Fría.

Está descontado que se logren avances entre los presidentes de Estados Unidos y Rusia, tal cual lo confirmó en propio Kremlin. Sin embargo, esta reunión virtual abre un diálogo directo para que ambos líderes intercambien información y expresen sus preocupaciones.

Los presuntos planes rusos para invadir Ucrania y la contraofensiva estadounidense para impedirlo motivan este encuentro que solo es un nuevo pico de tensión en una relación bilateral de constantes altibajos desde hace décadas y no se vislumbra un congelamiento de las mismas como tampoco una crisis diplomática grave. Sin embargo, por sus personalidades, pero sobre todo por la responsabilidad de dirigir dos potencias mundiales con modelos políticos muy diferentes, la desconfianza es latente.

De esta forma, cuando Biden y Putin se encuentren este martes, tendrán que negociar una historia de sospecha mutua al abordar el asunto que les es más urgente: una importante acumulación militar rusa en la frontera con Ucrania. 

La pregunta clave que pende sobre las conversaciones -y el tópico de intenso debate entre analistas y líderes políticos- es si Putin podría lanzar una ofensiva transfronteriza, o si está usando a sus tropas para presionar a Biden por garantías de que Ucrania nunca se convierta en una plataforma de lanzamiento de la OTAN. 

Los mandatarios tienen una desalentadora lista de otras diferencias por discutir, desde el duro trato de Rusia a sus disidentes hasta la presencia de hackers en territorio ruso, así como el apoyo de Moscú al régimen represivo en Siria. 

Pero la magnitud de la acumulación militar rusa cerca de Ucrania -el Kremlin puede estar planificando una ofensiva a comienzos de 2022 con unos 175.000 soldados, según inteligencia estadounidense obtenida por el diario Washington Post y otros medios- ha prendido las alarmas en Washington y a lo largo de Europa.

Muchos analistas dudan que Putin pueda llevar adelante una invasión -que inevitablemente provocaría rechazo internacional y probablemente nuevas sanciones-, aunque algunos tienen una perspectiva más negativa.

"Putin ha aumentado bruscamente lo que está en juego. Ya no está fingiendo", apuntó Tatiana Stanovaya, fundadora de la consultora política R. Politik Center y estudiante no residente en el Carnegie Moscow Center.

"Está listo para dar un paso desesperado", dijo a la AFP. 

Desde 2014, el este de Ucrania es escenario de una guerra que ha dejado más de 13.000 muertos, entre las tropas del ejército ucraniano y los separatistas prorrusos. El conflicto estalló tras la anexión de la península de Crimea por parte de Rusia.



Prueba para Biden

La crisis en puertas puede suponer la prueba más severa hasta ahora de la habilidad y el poder de la política exterior del presidente estadounidense de 78 años.

Biden y Putin -que se espera que conversen alrededor del mediodía, hora de Washington- tienen historia juntos.

Se reunieron en persona en el Kremlin en 2011. Entonces vicepresidente, Biden declaró tras el encuentro que le comentó al líder ruso: "Pienso que no tienes alma". Según Biden, Putin le respondió: "Nosotros nos entendemos". 

Se encontraron nuevamente en 2014 en Ginebra para lidiar con la presión militar rusa en Ucrania, asunto hoy familiar. 

Y en junio de este año se vieron otra vez en Ginebra, por primera vez siendo Biden presidente. 

Los contactos entre ambos continuaron desde entonces, así como las tensiones, con un Putin ansioso por presionar a Biden a otra cumbre presencial como una forma de proyectar paridad en el escenario mundial. 

El viernes, Biden prometió hacerle "muy, muy difícil" a Rusia lanzar una invasión, aunque no detalló cómo. 

Presiones

Algunos analistas aseguran que Rusia, profundamente preocupada con los cordiales lazos de Ucrania con la OTAN, está aplicando presión para cortar ese movimiento.

Siguiendo el ejemplo de Putin, el ministro de Asuntos Exteriores ruso, Sergei Lavrov, llamó el jueves al secretario de Estado estadounidense Antony Blinken a proporcionar "garantías de seguridad" de que la OTAN no se acercaría a la frontera de Rusia. 

Stanovaya indicó que este podría ser el resultado final de Putin. "O la OTAN proporciona garantías o Rusia invade Ucrania", señaló. 

Rusia ha continuado negando cualquier intención belicosa y en su lugar acusa al mundo occidental de provocaciones en el Mar Negro. 

La OTAN reconoció a Kiev en junio de 2020 como uno más de los llamados "socios con oportunidad mejorada", un paso potencial hacia la membresía. 

Heather Conley, una antigua asistente de la secretaría de Estado estadounidense para asuntos europeos, considera que Putin está dispuesto a aplicar una "enorme presión" en el enfrentamiento ucraniano. 

El líder ruso se proyecta en otra cumbre presencial con Biden, según Conley, parte del Centro para Estrategia y Estudios Internacionales. Además, quiere debilitar los vínculos del occidente con Ucrania, vista por algunos como "una especie de portaaviones de la OTAN", explicó.

Fyodor Lukyanov, analista político cercano al Kremlin, duda que Biden y Putin acuerden resultados concretos el martes, aunque desestima que surjan hostilidades si las conversaciones fracasan. 

"No, esto es histeria agitada por el mundo occidental", destacó a la AFP. "Las guerras comienzan de repente. Si comienza, comenzará diferente".

Moscú tomó Crimea de Ucrania en 2014 y desde entonces ha respaldado a las fuerzas separatistas luchando en Kiev. El conflicto acumula más de 13.000 fallecidos. 

¿Y si la reunión virtual entre los líderes rivales no resulta el martes?

Si Rusia falla en obtener los ajustes que busca, y todos los esfuerzos diplomáticos fracasan, sopesó Conley, "Putin usará entonces medios militares para lograr su objetivo político".



No…pero sí

El Kremlin anticipó que no espera ningún "avance" de la reunión pero la considera muy positiva.

"Resulta difícil esperar un avance de esas negociaciones", declaró el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, citado por las agencias de prensa rusas, considerando que es poco probable solucionar todos los diferendos que empañan las relaciones bilaterales "en unas horas". 

"Esperaremos al menos que los dos dirigentes puedan informarse mutuamente de sus preocupaciones, formular esas preocupaciones de forma clara y responder a ellas", añadió.

"Aunque nuestras relaciones bilaterales siempre estén en un estado triste, existe cierta animación en algunos ámbitos, un diálogo que empieza", declaró Peskov.

Según él, "incluso aunque ese diálogo no haya desembocado, de momento, en posiciones, acuerdos, unánimes, siempre es mejor comunicarse".

Esta entrevista es muy esperada, y es la segunda del presidente Biden en menos de un mes ya que, como se sabe, el pasado 15 de noviembre hizo lo propio con su homólogo chino, Xi Jinping, para abordar temas de alta tensión geopolítica como el estatus de Taiwán, el comercio y el respeto a los derechos humanos.

Y si bien en esa ocasión como de seguro ocurrirá este martes con Putin dejarán claro tanto sus ‘inamovibles’ como su disposición a mantener un diálogo directo y claro para evitar cualquier conflicto. Y aunque el teléfono rojo, el enlace de comunicación directa entre Washington y Moscú establecido en junio de 1963 sigue vigente, el contacto se mantendrá activo telemáticamente.