El mercado laboral de Estados Unidos mostró dinamismo en julio a pesar de las dificultades de contratación pero este progreso podría verse socavado por la propagación de la variante Delta del coronavirus.
"El plan Biden funciona", se congratuló el presidente estadounidense, Joe Biden, luego de ese informe oficial que es una suerte de barómetro de la recuperación económica.
La mayor economía mundial creó el mes pasado 943.000 puestos de trabajo. La temporada estival, propicia para salidas y vacaciones, tras la fuerte campaña de vacunación en primavera, revivió bares, restaurantes, hoteles y parques de diversiones.
"En julio, hubo una notable creación de empleo en el ocio y la hostelería, la educación y los servicios profesionales y comerciales", dijo el Departamento de Trabajo. Por segundo mes consecutivo la tasa de desempleo cedió y se situó en 5,4%.
Empero "nuestra economía (está) lejos de haber terminado" su recuperación, alertó Biden, quien anticipó altibajos en la lucha contra el covid debido a la variante Delta e instó a los estadounidenses a vacunarse.
El empleo es una de sus prioridades y, para asegurar una recuperación económica sostenible, apuesta a dos planes de masivas inversiones.
El primero, que concierne a infraestructuras por 1 billón de dólares, podría ser votado en el Senado este fin de semana pero su aprobación definitiva en ambas Cámaras está en duda.
Desigualdades
Según los datos oficiales aún faltan 5,7 millones de puestos de trabajo en comparación con febrero de 2020.
La tasa de desempleo estaba entonces en 3,5%, su nivel más bajo en 50 años, pero la prohibición de actividades por la pandemia generó más de 20 millones de despedidos.
Y la desigualdad sigue elevada. Las tasas de desempleo de las minorías negra e hispana son mucho más altas que la de los blancos.
Además la tasa de participación en el mercado laboral de 61,7% permanece estable desde hace meses y es 1,6 puntos porcentuales menor a la de febrero de 2020.
Esto muestra que muchos siguen al margen de las estadísticas de empleo y que los obstáculos para la reincorporación al trabajo siguen siendo numerosos: niños que requieren cuidados, frecuencias y horarios de transporte público aún reducidos, pero también temores reforzados por la circulación de la variante Delta.
Algunos empleadores y políticos también señalan los generosos subsidios por desempleo implantados por la pandemia, que hacen que muchos prefieran quedarse en casa en vez de buscar trabajo.
La mitad de los estados del país redujo o suprimió esos beneficios sin esperar a su expiración prevista para septiembre. Para reclutar personal, las empresas aumentan salarios; los cuales subieron por cuarto mes consecutivo.
Reapertura
"El ritmo de crecimiento del empleo se aceleró pese al riesgo que suponen las variantes del coronavirus", dijo Rubeela Farooqi, economista jefe de High Frequency Economics. En una nota, considera la posibilidad de que las escuelas no vuelvan a las clases presenciales.
Estas cifras reflejan la situación a principios de julio, cuando se estaban recopilando los datos. La variante Delta, que es altamente contagiosa, se consideraba entonces una amenaza menos inminente para la economía estadounidense. Ahora parece una espada de Damocles, con muchos estadounidenses reacios a vacunarse.
Un segundo regreso virtual a la escuela ralentizaría aún más el regreso al trabajo, especialmente para las mujeres.
Para evitar más cierres, más y más empresas están anunciando que sus empleados deberán vacunarse. En Nueva York se exigirá una dosis mínima para los clientes y empleados de restaurantes interiores y en lugares cerrados de deportes o espectáculos.