AL TIEMPO que el Gobierno ni el Eln dan un primer paso para descongelar la mesa de negociación afectada por las recriminaciones mutuas sobre incumplimientos, el ministro de Defensa, Iván Velásquez, anunció ayer que se reanudaron las operaciones militares en todo el territorio nacional contra ese grupo armado, pues el sábado pasado venció el cese el fuego que estaba en vigor desde febrero pasado.
“Naturalmente, siempre que no hay cese al fuego que implica respecto a las Fuerzas Militares la suspensión de operaciones ofensivas, significa que esas operaciones ofensivas se reanuden y esa es la instrucción”, dijo el ministro luego de un debate de control político en la Comisión Primera del Senado.
La negociación entre el Gobierno y el Eln se inició en noviembre del 2022 en Caracas, siendo la primera mesa que la Administración Petro logró instalar dentro de su política de paz total. Desde entonces se han desarrollado seis ciclos en sedes como La Habana (Cuba) y Ciudad de México, con varias crisis a bordo por asuntos como la persistencia de esa organización en el secuestro.
Precisamente, uno de los picos de crisis más altos en este tiempo se registró en noviembre pasado cuando el Eln plagió al señor Luis Manuel Díaz, el padre del futbolista Luis Díaz.
No obstante, tras la organización liberar a esta persona y manifestar que se trató de un error de uno de sus frentes, la mesa se reactivó e incluso el Eln se comprometió a no seguir secuestrando. Aunque días después alias ‘Pablo Beltrán’, jefe de la delegación de ese grupo en la mesa, dijo que para ello era necesario primero tener la financiación de sus tropas.
A principios de febrero pasado, se realizó el sexto ciclo de negociación en La Habana en la que entre otras se prorrogó el cese el fuego hasta el pasado 3 de agosto.
Sin embargo, días después el grupo guerrillero responsabilizó al Ejecutivo de supuestamente congelar la mesa de conversaciones.
“Durante el mes de marzo las decisiones del Gobierno prosiguieron con el doble manejo del proceso de paz con el Eln, en el que asiste a esta mesa de diálogos, mientras por debajo de ella promueve la desmovilización en Nariño, conducta contraria al juego limpio y la buena fe que deben caracterizar las conversaciones de paz, con lo que ha llevado esta mesa a un estado de congelamiento”, dijo el grupo armado ilegal. Mientras que la delegación del Ejecutivo en la mesa dijo que las decisiones del Eln son su responsabilidad y generan crisis innecesarias.
Desde entonces, la mesa está congelada y ante la proximidad de que se venciera el cese el fuego el sábado pasado, el Eln pidió para seguir las conversaciones que el Gobierno lo retire de la lista de grupos armados organizados.
El principal cabecilla del Eln, alias ‘Antonio García’, señaló en un comunicado que “el 3 de agosto se vence la prórroga del cese bilateral, nacional y temporal, si es de interés del Gobierno darle continuidad, y aprovechando que su delegación de diálogos ha manifestado que ‘existe una resolución presidencial en la que se reconoce de manera explícita el carácter político del Eln y su condición de organización armada rebelde’, entonces que haga efectivo el decreto presidencial retirando al Eln de la lista de los GAOs”.
El cabecilla guerrillero reiteró también los reclamos al Gobierno porque siguen en Nariño las conversaciones con el frente Comuneros del Sur, que hizo parte del Eln.
“Lo acontecido en Nariño es un hecho de irrespeto y desconocimiento del Eln como fuerza nacional insurgente y a su Comandancia Nacional y Regional”, sostuvo ‘García’.
Diálogo con Clan de Golfo
El Gobierno abrió la puerta por medio de una resolución a iniciar conversaciones con el Clan del Golfo, que ahora se autodenomina Ejército Gaitanista de Colombia, en donde para este propósito le otorga reconocimiento para estar en la mesa a seis de sus miembros, entre estos el máximo cabecilla Jobanis Ávila Villadiego, alias ‘Chiquito Malo’. También a Orozman Osten Blanco, ‘Rodrigo Flechas’; José Sánchez, ‘Gonzalito’; José Demoya Hernández, ‘Chirimoya’; Luis Pérez, ‘Bruno’; y Elkin Casarrubia, el ‘Cura’.
En tanto que los delegados del Gobierno son Álvaro Jiménez Millán (quien es el jefe del equipo); María Gaitán, directora del Centro Nacional de Memoria Histórica; Armando Wouriyu, presidente de la Organización Nacional de Pueblos Indígenas (Onic); Víctor Negrete, director de la Fundación del Sinú; y Águeda Plata, directora de la Unidad de Víctimas en el Magdalena Medio.
El propósito de este proceso según el Gobierno es facilitar un “espacio de conversación sociojurídica en el cual se verificará la voluntad de la estructura armada de transitar al Estado de derecho y fijar los términos de sometimiento a la justicia en los términos permitidos por la ley y construir paz en los territorios bajo la dirección del consejero comisionado de Paz”.
"Siempre que no hay cese al fuego significa que las operaciones ofensivas se reanudan, esa es la instrucción del comandante de las @FuerzasMilCol y el director de @PoliciaColombia", ministro @Ivan_Velasquez_ al finalizar debate de control político en @PrimeraSenado. pic.twitter.com/3J34DUgw4s
— Mindefensa (@mindefensa) August 5, 2024