LA primera ministra de Bangladesh, Sheikh Hasina, dimitió y huyó del país tras 15 años en el poder bajo presión de las multitudinarias protestas al tiempo que los militares anunciaron la formación de un gobierno interino.
Hasina, apodada la Dama de Hierro, intentó sofocar las multitudinarias manifestaciones que comenzaron a principios de julio con una revuelta estudiantil, pero terminó dimitiendo después de que la represión de las manifestaciones dejara casi 100 muertos el domingo.
En un mensaje a la nación retransmitido por la televisión estatal, el jefe del ejército, el general Waker Uz Zaman, declaró que Hasina dimitió y que los militares formarán un gobierno interino.
"El país sufrió mucho, la economía se ha visto golpeada, muchas personas murieron, es hora de acabar con la violencia", subrayó Waker.
Hasina, de 76 años, huyó del país en helicóptero, indicó a la AFP una fuente cercana, que habló bajo condición de anonimato, y que precisó que primero trató primero de irse en auto.
Poco después, cientos de manifestantes irrumpieron en su residencia oficial en Daca, la capital del país.
"Queremos un país libre de corrupción, donde todos tengan el derecho a expresar su opinión", afirmó Monirul Islam, un manifestante de 27 años que celebró en las calles de la capital, Daca.
Multitudes de personas ondearon banderas y algunos bailaron encima de un tanque el lunes, tras más de un mes de violentas protestas en este país de mayoría musulmana de 171 millones de habitantes, con una economía muy dependiente de la industria textil.
Al menos 66 personas murieron ayer por la violencia, la mayoría en Daca, según los informes de un hospital y de la policía, que informaron que bandas lanzaron ataques contra los aliados de Hasina.
Las manifestaciones comenzaron después de la reintroducción de un sistema de cuotas que reservaba más de la mitad de los empleos públicos a determinados grupos.
Los críticos afirmaron que este sistema de cuotas beneficiaría a los grupos leales al partido de Liga Awami de Hasina.
Al menos 366 personas murieron desde el inicio de las movilizaciones el 1 de julio, según un recuento de AFP basado en informes de la policía, autoridades y médicos en hospitales.
El presidente de Bangladesh, Mohamed Shahabudin, ordenó la liberación de los manifestantes encarcelados y de la líder de la oposición, la exprimera ministra Begum Jaleda Zia, de 78 años, del Partido Nacionalista de Bangladesh (BNP).
Los militares anunciaron el levantamiento del toque de queda, mientras que grupos de manifestantes derribaron una estatua del padre de Hasina, Sheikh Mujibur Rahman, un revolucionario que lideró la lucha por la independencia de Pakistán en 1971 y que después fue primer ministro.
Al menos 94 personas murieron el domingo, entre ellos 14 agentes de la policía, en el día más mortífero de las movilizaciones.
Manifestantes y partidarios del gobierno se enfrentaron en todo el país con palos y cuchillos, y las fuerzas de seguridad abrieron fuego.
Hasina -que gobernó por primera vez entre 1996 y 2001- volvió al poder justo después en 2009 y gobernó Bangladesh en los últimos 15 años. Su último mandato, que comenzó en enero, estuvo marcado por el boicot de la oposición a las elecciones que denunció que no fueron libres ni justas.
Grupos de derechos humanos acusaron a su gobierno de utilizar las instituciones para afianzarse en el poder y acabar con la disidencia, entre otros mediante ejecuciones extrajudiciales de activistas opositores.
El general Ikbal Karim Bhuiyan, un respetado exjefe del ejército, llamó el domingo a retirar las tropas de las calles y autorizar las protestas, un gesto que se interpretó como desafío a Hasina.
La Unión Europea hizo una llamada a la "moderación" y pidió una transición "ordenada y pacífica" hacia un gobierno elegido democráticamente.