Estos son los cerebros terroristas de Hamás | El Nuevo Siglo
Fotomontaje ENS.
Miércoles, 1 de Noviembre de 2023
Redacción internacional con AFP

EN menos de dos semanas y tras pedir la evacuación de civiles del norte de la Franja de Gaza donde según informes de inteligencia se concentra el ‘estado mayor’ de Hamás, las fuerzas armadas israelíes han abatido a tres comandantes de esa organización terrorista, así como a centenares de milicianos que participaron en los ataques del 7 de octubre a su territorio.

Inicialmente con incursiones terrestres focalizadas y recientemente con bombardeos a objetivos específicos, dieron de baja a Mohamed Abu Shamla, considerado comandante naval de esa organización terrorista y cuya vivienda sirvió como bodega del tan gigantesco como moderno arsenal con el que realizaron la incursión más mortífera a Israel, matando a más de 1.400 personas y secuestrando a 240.

Días después fue dado de baja el jefe adjunto de la Dirección de Inteligencia del Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás), Shadi Barud, durante un ataque aéreo y quién fue uno de los que planeó la demencial ofensiva en la frontera israelí con Gaza. Este martes, eliminó a Ibrahim Biari, uno de los autores intelectuales de la misma y ayer a Mohamed Atzar, jefe de las fuerzas antitanque de todas las brigadas de la organización terrorista.

Hamás ha tenido como ‘estrategia de guerra’ utilizar a los civiles como escudo, así como ubicar en puntos subterráneos de alta concentración de personas, como hospitales y campos de refugiados, sus complejos militares y de inteligencia. De allí que ubicado Biari, literalmente en las entrañas de la tierra de donde está el campo de refugiados de Jabaliya, se realizó un bombardeo que le quitó la vida, al igual que la de decenas de combatientes de Hamás que se encontraban en ese “vasto complejo de túneles subterráneos desde donde dirigía las operaciones”, según informe del portavoz del ejército israelí, Johnathan Conricus.

En el operativo contra Biari también fallecieron medio centenar de civiles, la mayoría de ellos niños según los reportes e imágenes difundidos por esa organización terrorista que, acusa desde el comienzo de la respuesta militar israelí lo acusa de irrespetar el derecho internacional humanitario y no garantizar la vida de los civiles.

Entre ‘fake news’ y desinformación, como cuando acusó a Israel de bombardear un hospital en Gaza que “dejó 500 muertos” y que tanto este país como la inteligencia europea demostró que tal explosión había sido por un misil lanzado por la Yihad Islámica, que el impacto fue en el parqueadero (no en el edificio) y que las víctimas fueron no más de 40, Hamás utiliza el drama humanitario que viven los gazatíes a quienes no representa y, en cambio, utiliza como escudos en esta guerra, como mecanismo de presión para que la comunidad internacional exija un alto al fuego, el que como reseñamos en el editorial de este diario sería viable solo si se libera a los secuestrados y se entregan los terroristas a la Corte Penal Internacional para que los juzgue por genocidio, crímenes de guerra y lesa humanidad.

Este miércoles, el jefe del buró político de Hamas, Ismail Haniyeh, quien fungió como primer ministro de la Autoridad Nacional Palestina (ANP) entre 2006 y 2007, cuando tras las legislativas Hamás tomó el control (militar, territorial y político) de la Franja de Gaza, mientras la ANP se replegó a Cisjordania, acusó a Israel de cometer "masacres" en Gaza para esconder sus "derrotas".

En un discurso transmitido por la cadena Al Jazeera, también insistió en que sin una "independencia" de los palestinos no habrá estabilidad regional.

De los tres comandantes abatidos de Hamás hasta ahora el de mayor rango ha sido Ibrahim Biari, quién fungía como comandante del Batallón Central Jabaliya y uno de los implicados en la incursión del 7 de octubre. Entre sus múltiples acciones ‘militares’ se le atribuye el despliegue de terroristas en el ataque de Ashodod, en 2004, donde murieron 13 isralíes y dirigir ataques con cohetes hacia Israel por más de dos décadas.

Ese fue el blanco del ataque aéreo del miércoles al campo de refugiados ya que en los subterráneos tenía su cuartel general. Y si bien hubo civiles muertos durante el mismo (inclusive 7 de los secuestrados), de acuerdo con el Derecho Internacional, si hay civiles siendo utilizados como escudos humanos para proteger una acción militar (como lo hizo Hamás), el crimen de guerra lo comete el que los utiliza, no el que bombardea.

Tras la cúpula

Desde que el mismo 7 de octubre el gobierno israelí ejerciendo el legítimo derecho a la defensa inició la respuesta militar contra Hamás, ha realizado ataques contra 11 mil objetivos en la Franja de Gaza, según comunicado del Ministerio de Defensa.

“Destruir las capacidades militares y la dirección de Hamás, así como traer a los rehenes a casa" son los objetivos definidos por el gobierno de emergencia que conformó el primer ministro Benjamín Netanyahu quien ha reiterado que no cejará en ese empeño, por lo que anticipó que esta guerra será “larga y difícil”.

“Tenemos que derrotar al grupo islamista y terrorista porque es un desafío existencial para Israel”, insiste Netanyahu, quien ha recibido el espaldarazo de Occidente, encabezado por su férreo aliado, Estados Unidos.

En la ofensiva, que ya va por una segunda etapa –combates cuerpo a cuerpo- Israel también ha perdido decenas de soldados pero mantendrá la hoja de ruta definida por el gabinete de guerra: “atacamos en superficie y bajo tierra, atacamos a terroristas en todos los niveles, en todos los lugares". Y así pasó del objetivo de buscar los cerebros de los ataques del 7 de octubre, a todos los mandos medios y altos de Hamás, que como se sabe tiene representación política y brazo militar.

Bajo esa óptica, dos miembros de este último, acusados de ser los autores intelectuales del sangriento ataque encabezan la lista negra de Israel, que amenaza con dar de baja o capturar a todos los milicianos del grupo que gobierna la Franja de Gaza. 

Mohamed Deif, que dirige el brazo militar de Hamás, y Yahya Sinwar, el jefe político en el enclave, han sido blanco de numerosos intentos de asesinatos y han pasado tanto por cárceles israelíes como palestinas. Desde hace dos semanas, están en la diana de Israel.

De acuerdo con fuentes de seguridad fuera de Gaza, Sinwar y Deif se ocultan en la red de túneles y refugios subterráneos del enclave. No sólo desde el ataque, sino desde hace años. Ambos nacieron en el campo de refugiados de Jan Yunis en Gaza.

¿Quiénes son?

‘El rostro del mal’. Israel tiene especialmente en el punto de mira a Sinwar, considerado por el coronel Richard Hecht, portavoz del ejército, como el "rostro del mal".

El hombre, de 61 años, fue uno de los miembros fundadores de Hamás durante la primera intifada, o levantamiento, en 1987. Desde entonces, ascendió en las filas como feroz defensor de la lucha armada. En 2017, cuando el máximo responsable del movimiento, Ismail Haniyeh, se exilió, se convirtió en líder del grupo.

 

Graduado por la Universidad Islámica de Gaza, Sinwar aprendió hebreo durante los 23 años que pasó en las cárceles israelíes, cumpliendo cuatro condenas perpetuas por el asesinato de dos soldados israelíes. El líder de Hamás fue liberado en 2011 junto a 1.000 otros palestinos, a cambio del soldado franco-israelí Gilad Shalit.

“El huésped". La vida de Mohamed Diab al Masri, l jefe de las brigadas Ezedín al Qasam, el brazo militar de Hamás, se conoce mucho menos. Nacido en 1965, se ganó el apodo de "al Deif" ("el huésped" en árabe) supuestamente porque nunca duerme más de una noche en el mismo lugar. Sus enemigos lo llaman el "gato de las nueve vidas", ya que ha sufrido al menos seis intentos fallidos de asesinato. En uno de ellos, se sospecha que perdió un ojo. El único retrato suyo que ha transcendido tiene al menos 20 años. Las otras fotos lo muestran con el rostro cubierto o en la sombra.

En las dos últimas décadas, ha sido acusado de organizar atentados suicidas, secuestros y otras incursiones. Su mujer y al menos uno de sus hijos murieron en un bombardeo israelí en 2014.

Deif integró el movimiento islamista en los años ochenta y fue detenido cuando empezó la segunda intifada. Pero logró escapar o fue liberado de una cárcel de la Autoridad Palestina en 2000. Dos años más tarde, se convirtió en líder del brazo militar de Hamás y en el enemigo público número uno de Israel.

El Príncipe de la sombra: Otro de los emblemáticos líderes de Hamás es Abdullah Barghouti, quien lleva más de dos décadas encarcelado en Israel. Tras e4studiar ingeniería electrónica en una Universidad de Corea del Sur se convirtió en experto explosivista, lo que aprovechó al máximo cuando llegó a Palestina y se integró a las Brigadas Qassam, invitado por su primo Bilal Al-Barghouti.

Trabajó en la producción de artefactos explosivos, detonadores y sustancias tóxicas. Y fue arrestado, por casualidad en 2003, por las fuerzas especiales israelíes e interrogado durante tres meses consecutivos.

Responsable de cientos de atentados, recibió la condena más larga de la historia del país: 67 cadenas perpetuas y un total de 5.200 años. Desde la cárcel escribió un libro que tituló “El príncipe de la sombra” y de allí su apodo. Sigue teniendo gran influencia en el pensamiento de los milicianos de Hamás.

Los expertos afirman que dar de baja a Sinwar y Deif debilitaría gravemente a Hamás, aunque no  lo eliminaría inmediatamente. Sin embargo sería un paso decisivo para ello