La Casa Blanca condenó el martes la represión de manifestaciones populares por parte del gobierno de Daniel Ortega en Nicaragua, y llamó al diálogo para superar la violencia.
El gobierno de Donald Trump consideró "repugnante" la violencia política desatada la semana pasada, en particular contra estudiantes universitarios, que atribuyó a "matones progubernamentales".
"Estados Unidos condena la violencia y la represión propagadas por el gobierno de Nicaragua y el cierre de medios de comunicación", dijo la Casa Blanca en un comunicado.
"La administración se une a la comunidad internacional en llamados a un diálogo amplio y apoyo para el pueblo de Nicaragua, que anhela la libertad de expresión política y las verdaderas reformas democráticas que tanto se merece", agregó.
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Las protestas en Nicaragua se iniciaron el 18 de abril en rechazo al anuncio gubernamental de realizar reformas al sistema de seguridad social. Pese a que Ortega revocó el decreto la noche del domingo, las manifestaciones han continuado como muestra del rechazo a su gobierno.
Los incidentes han dejado al menos 27 muertos, entre ellos un periodista asesinado durante el cubrimiento de las manifestaciones, y decenas de heridos.
Tras la ola de protestas en todo el país, el Departamento de Estado estadounidense ordenó el lunes la partida de Nicaragua de los familiares del personal de su embajada en Managua y autorizó la salida voluntaria de sus funcionarios en ese país.
La portavoz el Departamento de Estado, Heather Nauert, ya había instado el domingo a la calma en Nicaragua, lamentando la pérdida de vidas y condenando la violencia y el uso excesivo de la fuerza contra civiles.