EN una carrera contra el reloj y de gran exigencia diplomática, las potencias europeas y China iniciaron discusiones para intentar salvar un acuerdo histórico sobre el programa nuclear iraní después de que el presidente Donald Trump retirara a Estados Unidos del pacto, volviera a imponer sanciones contra Teherán y le advirtiera de “severas consecuencias” si vuelve a enriquecer uranio.
La decisión de Trump de retirar su país del pacto destinado a garantizar el carácter no militar del programa nuclear iraní fue calificado por sus críticos como una medida que amenaza con deshacer años de esfuerzos diplomáticos y agudizar la inestabilidad en Oriente Medio.
Irán reaccionó con cólera. Diputados iraníes quemaron ayer una bandera estadounidense de papel y una copia del acuerdo sobre el programa nuclear en la tribuna del parlamento, al grito de "muerte a Estados Unidos".
En cambio, los rivales regionales de Teherán, Arabia Saudita e Israel, aplaudieron el anuncio de su aliado estadounidense.
A pesar de la retirada de Estados Unidos, las potencias europeas y China, firmantes del acuerdo de 2015, llamaron a salvaguardar el acuerdo.
"Vamos a respetar el acuerdo y haremos todo lo posible para que Irán se atenga a sus obligaciones", afirmó la canciller alemana Angela Merkel, mientras que el canciller británico, Boris Johnson indicó que "El Reino Unido no tiene ninguna intención de irse" del mismo.
Por su parte el líder ruso, Vladimir Putin, manifestó su "honda preocupación".
Los europeos prometieron también que harán "todo lo posible para proteger los intereses de sus empresas en Irán", mientras que China dijo que mantendrá "intercambios económicos y comerciales normales" con Irán a pesar de la decisión de Trump.
Estados Unidos amenazó con sanciones a todas las empresas extranjeras que tengan negocios con Irán y les dio un plazo de entre 90 y 180 para finiquitar sus contratos con ese país.
No obstante, el Guía Supremo iraní, el ayatolá Alí Jamenei, dijo que Irán también abandonaría el acuerdo nuclear a menos que los europeos ofrezcan garantías "reales" de que las relaciones comerciales continuarán.
"Si no logran obtener una garantía definitiva -y realmente dudo que puedan-, no podemos seguir así", señaló Jamenei en un discurso transmitido por televisión.
Los ministros de Relaciones Exteriores de Francia, Alemania y Reino Unido decidieron reunirse con representantes iraníes la próxima semana "para considerar toda la situación", según dijo el canciller francés, Jean-Yves Le Drian.
'Guerra psicológica'
Para Trump el nuevo pacto con Irán debería incluir no solo restricciones más severas sobre su programa nuclear, sino también sobre su programa de misiles balísticos.
"No permitiremos que las ciudades estadounidenses se vean amenazadas por la destrucción. Y no permitiremos que un régimen que canta 'Muerte a Estados Unidos' acceda a las armas más mortíferas de la Tierra", dijo Trump.
En un mensaje difundido por televisión, Rohani anticipó que su país podría reanudar el enriquecimiento de uranio "sin límite" en respuesta al anuncio de Trump.
"Esperaremos varias semanas antes de aplicar esta decisión. Hablaremos con nuestros amigos y aliados, los otros miembros del acuerdo nuclear", señaló.
Trump advirtió: "Si el régimen continúa con sus aspiraciones nucleares, tendrá más problemas…Aconsejo a Irán a no relanzar su programa nuclear. Le aconsejo en forma muy vehemente que no lo haga porque si ocurre, habrá consecuencias muy severas, OK?".
Revés para Europa
La decisión de Trump supone una dura derrota diplomática para Europa, cuyos líderes suplicaron al mandatario estadounidense mantener a su país dentro del acuerdo.
El asesor de seguridad nacional estadounidense John Bolton dijo que la cooperación con Europa sobre Irán continuará. Estados Unidos "trabajará con los europeos y otros países, no solo sobre el tema nuclear sino sobre el desarrollo de misiles balísticos de Irán, su apoyo continuo al terrorismo y sus actividades militares que ponen en peligro a nuestros amigos", dijo Bolton.
Algunos analistas advierten que la medida complicará los esfuerzos de Estados Unidos para llegar a un acuerdo con el líder norcoreano Kim Jong Un sobre su programa de armas, aún más avanzado que el de Irán