Fortalecer economía, prioridad del gobierno Johnson | El Nuevo Siglo
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Martes, 10 de Mayo de 2022
Redacción internacional con AFP y Europa Press

Una amplia agenda legislativa que tiene como objetivo el fortalecimiento de la economía y la reducción del alto costo de vida para las familias británicas desarrollará el gobierno del conservador Boris Johnson en los dos años que le restan de mandato.

Así lo develó el príncipe Carlos en su debut en el tradicional y altamente simbólico “discurso del trono” por encargo de la reina Isabel II, que aquejada por recurrentes problemas de salud progresivamente ha ido delegando algunas funciones en su heredero al trono, aunque sin pensar abdicar.

La monarca, de 96 años, suele inaugurar cada nueva sesión parlamentaria leyendo el programa legislativo redactado por el gobierno para el próximo año.  Durante sus siete décadas de reinado, solo ha faltado a esta cita en dos ocasiones: 1959 y 1963, cuando estaba embarazada de los príncipes Andrés y Eduardo.

Pero, debido a sus "problemas episódicos de movilidad y, tras consultar con sus médicos, decidió a regañadientes" delegarlo este año, por primera vez en 59 años, explicó la casa real.

Carlos, de 73 años, no llegó al Parlamento en carroza sino en un Rolls-Royce con techo transparente, acompañado por su esposa Camila.

Tampoco vistió la tradicional capa de armiño sino un uniforme militar con múltiples medallas, ni llevó la pesada corona ornada con piedras preciosas que presidió la sesión sobre un cojín ante el espacio vacío dejado por el trono ausente de la soberana.

El príncipe de Gales se sentó al lado, en un trono menor que ya ha ocupado en otras ocasiones junto a su madre. Acompañado por Camila y su hijo Guillermo, de 39 años, número dos en la línea sucesoria, leyó el discurso con la misma voz monótona, solemne y aplicada de la reina, ante los diputados y los Lores reunidos en la cámara alta.

En menos de nueve minutos, el príncipe detalló la agenda legislativa elaborada por el gobierno Johnson cuya prioridad es el "crecimiento y fortalecimiento" de la economía y la reducción del coste de la vida para las familias británicas, disparado como el resto del mundo por problemáticas globales como la guerra de Ucrania.

En este contexto, aseguró que el Ejecutivo británico financiará una inversión "sostenible" en los servicios públicos del país, y ha señalado que, entre otros aspectos, se llevará a cabo "reduciendo el nivel de deuda mientras se reforman y se recortan los impuestos".

"Mi Gobierno aumentará las oportunidades en todo el país y apoyará que más gente consiga trabajo", dijo el príncipe Carlos, que mencionó otras prioridades del Ejecutivo británico, como hacer las calles más seguras o reducir los atrasos en el sistema nacional de salud, después de la pandemia de covid-19.

Carlos también aludió a Ucrania, país al que Londres ha brindado asistencia militar y humanitaria desde que comenzó la invasión rusa el 24 de febrero.

"En estos momentos difíciles, mi Gobierno jugará un papel de liderazgo defendiendo la democracia y la libertad en todo el mundo, incluido un apoyo continuo a la ciudadanía ucraniana", señaló el príncipe heredero.

En el campo energético aseguró que el Gobierno aprobará una ley que facilitará la transición hacia una energía "más barata, más limpia y más segura". También ha hablado de la educación y ha asegurado que la reforma educativa de su Gobierno "ayudará a cada niño a mostrar todo su potencial independientemente de dónde viva".

También esbozó algunas leyes orientadas a reducir el crimen y enfocadas en la inmigración. Según explicó, el Gobierno protegerá la "integridad" de las fronteras británicas y garantizará la "seguridad" de su ciudadanía.

"Mis ministros tomarán medidas para prevenir el cruce peligroso e ilegal del canal de la Mancha y se enfocarán en las bandas criminales que se enriquecen facilitándolo", argumentó. En cuanto al crimen, se aprobará una ley que proporcionará a la Policía "poderes para hacer que las calles sean seguras".

Los lineamientos de gobierno, contemplados en 38 proyectos de ley, buscan solucionar los más preocupantes problemas ciudadanos como lo es la inflación, que se prevé superará el 10% este año.

Irlanda del Norte y Brexit

Asimismo, el príncipe hizo referencia a la situación de Irlanda del Norte y el Brexit. Así, manifestó que el Gobierno "priorizará" los Acuerdos del Viernes Santo y a las instituciones norirlandesas, "también a través de leyes para abordar el legado del pasado".

Los Acuerdos del Viernes Santo acabaron con décadas de conflicto en Irlanda del Norte. Han vuelto a salir a la palestra debido a los acuerdos comerciales en el marco del Brexit y las elecciones de la semana pasada, que ganó el Sinn Féin.


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Por otro lado, sostuvo que el Gobierno "continuará aprovechando las oportunidades de la salida de Reino Unido de la Unión Europea (UE) para apoyar el crecimiento económico".

Para terminar, el príncipe Carlos señaló que espera la llegada de los eventos para celebrar el Jubileo de Platino de Isabel II, que cumple este año 70 años en el trono.

Tras ello el heredero al trono abandono el recinto, en ceremonia que cerró con el mismo boato con que comenzó: procesión real, fanfarrias, soldados y heraldos con sus cargados trajes ceremoniales, demostrando según el diario Daily Mail que "la reina sigue al mando", pero que se vive “un momento histórico para la corona".

El debate

Tras el discurso, el Parlamento comenzó su nueva legislatura. Cumplido el solemne acto, los diputados volvieron a la Cámara de los Comunes, donde el primer ministro, Boris Johnson, hará una declaración sobre el discurso e inició más que un debate una sesión informativa sobre las leyes anunciadas.

Johnson sostuvo que el estatus especial negociado por Londres y Bruselas para Irlanda del Norte tras el Brexit es "insostenible" y debe reformarse para desbloquear la formación de gobierno en esa nación británica.

Como reseñamos anteriormente, el partido republicano Sinn Fein, partidario de la reunificación de Irlanda del Norte con la vecina República de Irlanda, ganó las elecciones regionales del pasado jueves, por primera vez en los cien años desde la partición de la isla.

Esto debería permitirles encabezar el ejecutivo autónomo norirlandés, que deben formar en coalición con los unionistas del DUP en virtud del acuerdo de paz del Viernes Santo de 1998 que puso fin a tres décadas de sangriento conflicto entre ambas partes.

Pero su formación está bloqueada por que el DUP, ahora segunda fuerza en el parlamento regional, se niega a participar en un gobierno si no se modifica el denominado "protocolo de Irlanda del Norte", las disposiciones especiales negociadas por Londres y Bruselas para evitar el retorno de una frontera física en la isla tras el Brexit.

En una conversación con el primer ministro irlandés Micheál Martin, Johnson describió la situación como "muy grave", afirmó Downing Street. 

"El equilibrio del acuerdo de Viernes Santo está en peligro y las recientes elecciones han demostrado una vez más que el protocolo es insostenible en su forma actual", aseguró el premier británico conservador.

Londres lleva meses intentando renegociar el protocolo con la Unión Europea, sin que haya habido avances significativos hasta la fecha, y ha amenazado repetidamente con suspender unilateralmente algunas de sus disposiciones. 

Johnson "reiteró que el gobierno británico tomaría medidas para proteger la paz y la estabilidad política en Irlanda del Norte si no se encuentran soluciones", precisó Downing Street. 

Según el diario The Times, la ministra británica de Relaciones Exteriores, Liz Truss, estudia suspender la semana que viene grandes partes del protocolo en la ley británica, incluida la obligación de controlar las mercancías que llegan a Irlanda del Norte procedentes del resto del Reino Unido. 

Ese fue el tema que centró la primera sesión de la nueva legislatura y en la que, como era previsible, la oposición laborista liderada por Keir Starmer arremetió contra Johnson, acusándolo de “estar desconectado de la realidad”, quien respondió que todos los proyectos elaborados responden a los retos económicos que enfrenta el Reino Unido.