Guaidó se aferra a presión mundial contra Maduro | El Nuevo Siglo
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Domingo, 24 de Febrero de 2019
Redacción web con Anadolu y AFP

A la presión internacional para sacar del poder a Nicolás Maduro, tras el frustrado paso de la ayuda humanitaria a Venezuela que el sábado dejó al menos cuatro muertos y cientos de heridos en las fronteras con Brasil y Colombia, se aferra el presidente interino, Juan Guaidó, al tiempo que el número de uniformados que han desertado ya supera el centenar.

El autoproclamado Presidente Interino, que cuenta con el reconocimiento de más de medio centenar de gobiernos, participará en la reunión del Grupo de Lima hoy en Bogotá con la presencia del vicepresidente de Estados Unidos, Mike Pence.

Tras la fallida operación con la que pretendía pasar asistencia donada por Estados Unidos y sus aliados para paliar la peor crisis en la historia moderna de Venezuela, Guaidó pidió a la comunidad internacional dejar “abiertas todas las opciones para lograr la liberación”.

Este domingo, el secretario de Estado estadounidense, Mike Pompeo, advirtió que los días de Maduro “están contados”, aunque evitó dar una fecha exacta.

 

Tensión contenida

El mandatario colombiano, Iván Duque, visitó este domingo los puentes internacionales Simón Bolívar y Francisco de Paula Santander, epicentros de los violentos enfrentamientos del sábado.

Docenas de venezolanos que habían cruzado para participar en la caravana quedaron represados allí. Del lado colombiano, había una fuerte presencia policial en un ambiente de tensión contenida.

Nicolasa Gil llegó a Cúcuta desde Mérida. Frágil y flaca, esta mujer de 71 años pasó la noche en una calle cercana al Francisco de Paula Santander. “Me asusta pasar a mi país, porque estamos más seguros acá que allá”, dijo.

En el lado venezolano del puente se registraban nuevas detonaciones de bombas lacrimógenas.

Los enfrentamientos entre manifestantes y fuerzas chavistas dejaron el sábado 285 heridos en Colombia, de ellos 255 venezolanos, y dos muertos en el estado de Bolívar, limítrofe con Brasil. Además, dos camiones con insumos fueron quemados.

Adentro de Venezuela, las poblaciones fronterizas con Colombia y Brasil donde la víspera se registraron disturbios también vivían una tensa calma con calles desoladas, militares bloqueando algunas vías y grupos armados irregulares sembrando el temor.

El mandatario chavista se opone al ingreso de la asistencia por considerarla el inicio de una intervención militar estadounidense. El presidente Donald Trump ha dicho que no descarta ninguna opción en Venezuela.

Estados Unidos, la Unión Europea y varios países latinoamericanos condenaron los ataques a civiles en los choques. La jefa de la diplomacia europea, Federica Mogherini, denunció el uso de “grupos armados” para intimidar a civiles por parte del gobierno chavista.

Con el respaldo de Moscú y La Habana, el gobierno de Maduro logró el repliegue de la operación que pretendía ingresar a Venezuela la asistencia.

Asfixiadas por desabastecimiento e hiperinflación, unos 2,7 millones de personas han salido de la nación petrolera desde 2015, según la ONU.

 

Más choques

Una veintena de venezolanos en territorio brasileño inició un nuevo enfrenamiento contra militares de su país apostados en la frontera con Brasil este domingo, quienes respondieron con bombas lacrimógenas.

Con los rostros cubiertos, los jóvenes lanzaron piedras y otros objetos contra la formación de la Guardia Nacional Bolivariana que este domingo avanzó más de lo acostumbrado, y se mantiene con escudos alineada a unos 50 metros del punto limítrofe con Brasil para contener la manifestación.

Es lo más cerca del territorio brasileño que militares venezolanos se han posicionado desde el jueves, cuando Maduro decretó el cierre indefinido de esa frontera buscando impedir el ingreso de cargamentos de alimentos y medicinas.

Los militares venezolanos respondieron con bombas lacrimógenas, algunas de las cuales cayeron en lo que ya es considerado territorio brasileño. Tres vehículos antimotines refuerzan el cordón.

Del lado brasileño, en Pacaraima, pequeña ciudad fronteriza, militares de ese país retiraron a los manifestantes del lugar y montaron un cordón para desalojar la zona y evitar nuevos disturbios.

Luego, con un megáfono, el coronel brasileño Georges Feres Kanaan aclaró a los presentes que la frontera no está cerrada, pero que la zona fue desocupada para proteger la integridad de las personas.

“Estamos observando para que nadie se lastime, esto es un enfrentamiento entre civiles y militares venezolanos”, dijo el coronel Kanaan, al pie de la línea divisoria con Venezuela.

El coronel Kanaan aclaró que no habrá un refuerzo militar, sino que apostarán un dispositivo formado por efectivos de tres cuerpos de seguridad que ya están destacados en la frontera para garantizar la integridad de las personas.

 

“Conmocionado”

El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, se declaró “conmocionado” por la muerte de civiles en Venezuela y urgió a “hacer todo lo posible para evitar una mayor escalada”.

Guterres “está siguiendo con creciente preocupación la escalada de tensiones en Venezuela y “le ha conmocionado y apenado la pérdida de vidas de civiles en el contexto de los acontecimientos de ayer”, dijo su portavoz Stephane Dujarric en un comunicado.

“El Secretario General pide que se evite la violencia a toda costa y que no se utilice fuerza letal en ninguna circunstancia”, añadió.

Por su parte, la alta comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, condenó este domingo los diferentes hechos violentos que ocurrieron el sábado, en varios puntos de la frontera entre Venezuela y Colombia y Brasil y al interior del país.

La jefa de este organismo de la ONU reprobó especialmente "el uso excesivo de la fuerza empleado tanto por las fuerzas de seguridad venezolanas, como por grupos pro-gubernamentales armados" que tuvieron como resultado al menos cuatro muertos y más de 300 heridos entre el viernes y el sábado.

"Se ha disparado a personas y algunas han muerto, hay quien ha recibido heridas de las que nunca se recuperará, incluyendo la pérdida de un ojo", dijo Bachelet, según un comunicado de Naciones Unidas.

La oficina de la alta comisionada agregó que se han recibido varios informes "que apuntan al involucramiento de grupos pro-gubernamentales en los ataques violentos en contra de manifestantes", por lo que hizo un llamado al Gobierno venezolano a "frenar a esos grupos y arrestar a aquellos que utilizaron la fuerza de manera ilegal contra los manifestantes".

Bachelet advirtió que el uso de fuerzas "paramilitares o parapoliciales tienen una larga y siniestra historia en la región", por lo que es "alarmante verlas operar de manera tan clara en Venezuela".

También se pronunció la jefa de la diplomacia europea, Federica Mogherini, quien condenó la violencia y uso de "grupos armados" para impedir el ingreso de ayuda humanitaria al país.

"El rechazo del régimen de reconocer la urgencia humanitaria conduce a una escalada de las tensiones. Hay informes preocupantes de disturbios, actos de violencia y un número creciente de víctimas, en particular en las zonas fronterizas y entre la comunidad indígena Pemón, dice Mogherini en un comunicado.

También hizo un "fuerte llamado" a las fuerzas del orden y de seguridad para que muestren moderación, eviten el uso de la fuerza y permitan la entrada de ayuda. Repudiamos el uso de grupos armados irregulares para intimidar a civiles y legisladores que se movilizaron para distribuir asistencia", agregó la nota de prensa.

Finalmente, recalcó que el bloque europeo ampliará la ayuda humanitaria y que "trabajará en mecanismos de coordinación más fuertes e inclusivos bajo el liderazgo de los organismos pertinentes a las Naciones Unidas". Mogherini recordó que la UE ya ha comprometido más de EUR 60 millones entre 2018 y 2019 en ayuda humanitaria y al desarrollo, "destinada a aliviar el sufrimiento de los más vulnerables".

 

“No más”

Un total de 156 uniformados venezolanos han desertado y cruzado a Colombia desde el sábado, informó la autoridad migratoria, en medio de una escalada de tensiones por el frustrado ingreso de ayuda humanitaria a Venezuela. 

Los militares y policías -cuyo rango no ha sido precisado- ingresaron en su mayoría por la frontera de Norte de Santander con el estado venezolano Táchira. 

"En las últimas 48 horas han huido de la dictadura de Maduro" 146 miembros de las fuerzas armadas venezolanas por el departamento del Norte de Santander y 10 por Arauca, indicó Migración Colombia en un comunicado divulgado este domingo. 

Las primeras deserciones se produjeron el sábado antes de que Guaidó anunciara desde Colombia la salida de ayuda en camiones con alimentos e insumos médicos donados por Estados Unidos y sus aliados.

Sin embargo, el operativo debió ser replegado al final de la tarde ante el fuerte bloqueo impuesto por Maduro que derivó en disturbios que dejaron dos muertos y centenares de heridos en los límites de Venezuela con Colombia y Brasil.

Christian Krüger, director de la autoridad migratoria colombiana, explicó que los desertores reciben un salvoconducto temporal, mientras se estudia caso por caso "quién es la persona y cuál es el argumento que está dando para la concesión del refugio".

 

Regreso de diplomáticos colombianos

Un grupo de diplomáticos colombianos regresó este domingo a su país cruzando a pie el puente binacional Simón Bolívar, un día después de que el mandatario venezolano Nicolás Maduro anunció la ruptura de relaciones con Bogotá tras bloquear el ingreso de ayuda internacional.

Los funcionarios de los consulados colombianos en Mérida y Valencia, junto con sus familiares, algunos de ellos niños, pasaron el puente llevando sus propias maletas a cuestas y bajo la custodia de la policía venezolana, constató la AFP.

En los pocos metros hasta llegar al lado venezolano del puente, el grupo tuvo que pasar entre vehículos blindados y los restos de un camión incendiado. 

"Colombia y Venezuela siempre han sido hermanos y seguiremos siendo hermanos. (Pero) nuestra recomendación es estar en Colombia en este momento", dijo el cónsul en Mérida, Carlos García, en alusión a las instrucciones recibidas de la cancillería colombiana.

Los diplomáticos pasaron en un momento de calma en una jornada de escaramuzas, tras los violentos disturbios que la víspera dejaron unos 300 heridos cuando se impidió el ingreso desde Colombia de ayuda internacional gestionada por el líder opositor Juan Guaidó, reconocido como presidente encargado por medio centenar de países.