Impacto de cero covid en economía china genera nerviosismo global | El Nuevo Siglo
AFP
Martes, 10 de Mayo de 2022
Redacción internacional con AFP

Grave afectación económica, descontento social y nerviosismo bursátil. Eso es lo que está generando la política de “cero covid” en China, que tiene bajo confinamiento a su capital política (Pekín) y la financiera (Shanghái).

Aunque las cifras de contagios diarios son mínimas respecto al nivel mundial, medio centenar en la primera y alrededor de cuatro mil en la segunda, las autoridades aplican estrictamente las restricciones sanitarias que van desde el encierro de ciudades enteras cuando se detectan algunos casos hasta el traslado de los afectados, aunque sean asintomáticos, a centros de aislamiento.

Shanghái completó 40 días de confinamiento (con excepción de los servicios esenciales) mientras que Pekín se encuentra desde hace una semana bajo restricciones de desplazamientos y muchos lugares públicos (restaurantes, cafés, gimnasios...) están cerrados. Es así como las autoridades chinas enfrentan este brote epidémico, el peor desde inicios de 2020 cuando se descubrió el coronavirus en la provincia de Wuhan, a sabiendas del impacto que tiene para su economía y que ‘contagia’ de nerviosismo los mercados globales.

Así mientras el gigante asiático comienza a ver los efectos de su “cero covid” en algunos de sus indicadores, las bolsas mundiales evidencian la desconfianza inversionista en negociaciones como la del petróleo. Ayer, por ejemplo, el solo temor de una recesión en China, por los nuevos confinamientos, hicieron que los precios del llamado oro se derrumbaran: el barril de Brent del mar del Norte para entrega en julio cayó 5,73% a USD105,94 dólares, mientras que el West Texas Intermediate (WTI) cedió 6,08%, a USD103,09 dólares.

Entre tanto, las exportaciones chinas -pilar de su economía- cayeron en abril por primera vez desde 2020, fruto del ‘cero covid’ que frenó al trabajo en las fábricas, restringió el transporte y congestionó los puertos.

Las importaciones se mantuvieron sin cambio en abril, una mejora desde marzo cuando tuvieron una contracción de 0,1% como efecto de la inseguridad de los consumidores chinos por las restricciones sanitarias.

Analistas contactados por la agencia Bloomberg estimaban que la ralentización sería más pronunciada (+2,7%), tras un alza de 14,7% en un año en marzo.

Pero Li Kuiwen, portavoz de aduanas, indicó que la economía tiene margen de mejorar y que sus "fundamentos positivos" permanecen inalterados.

Shanghái estuvo casi enteramente confinada en abril al convertirse en el epicentro del resurgimiento del coronavirus. Muchas fábricas suspendieron la producción y la falta de camioneros hizo que los bienes se acumularan en los puertos.

Analistas, en tanto, señalan que la política de “cero covid” es el principal desafío para el crecimiento y la estabilidad económica.



Pekín, desolada 

Ante un leve pero sostenido aumento de nuevos casos diarios (no superan los 50), Pekín ordenó desde ayer a millones de habitantes trabajar desde casa, sumándose así a millones más que desde ocho días cumplen encierro total preventivo.

Así, las autoridades limitaron estrictamente el acceso a los servicios no esenciales en el distrito de Chaoyang, el más dinámico y poblado de la capital.

El animado barrio comercial de Sanlitun, en el este de Pekín, estuvo desierto. tienda Apple, por ejemplo, recibió la orden de cerrar minutos después de haber abierto sus puertas.

"No me siento cómoda con tan poca gente a mi alrededor", dijo una trabajadora de la limpieza llamada Wang, mientras esperaba poder entrar en el restaurante donde está empleada. "Me encargo de la desinfección, no puedo trabajar desde casa", añadió.

La capital china reportó el lunes 49 nuevos casos de coronavirus en las últimas 24 horas, lo que para el responsable de la ciudad, Xu Hejian, es una situación sanitaria “grave y complicada”. Agregó que se exigirán test anticovid de menos de 48 horas para entrar en los lugares públicos, por ejemplo en los supermercados, así como en los edificios de oficinas.

Algunos trabajadores en el sector de las finanzas se mudaron a hoteles cercanos a sus oficinas. "Nuestra empresa nos dijo que deberíamos intentar no ir a casa porque creen que hay riesgo en los trayectos", dijo un gestor de inversiones de Pekín que se mudó a un hotel no muy lejos de su lugar de trabajo.

"A algunos de mis amigos les aconsejaron no tomar el transporte público para ir a trabajar, e ir en coche o en bicicleta", añadió.

Desespero en Shanghái

En ésta, considerada la capital financiera y, por ende, motor económico de China, el prolongado confinamiento empieza a afectar los nervios de la población como se evidenció con numerosos enfrentamientos en plena calle o la huida de obreros de una fábrica.

La ciudad más poblada de China confinó a sus 25 millones de residentes a principios de abril y aunque han bajado los registros de nuevos contagios diarios no se han flexibilizado las medidas, que muchos califican de draconianas.

El lunes el reporte diario de nuevos casos estuvo por debajo de los 4.000, distante de los 25 mil que registró a finales de abril, cuando se supone estuvo en el pico de la pandemia.

Según datos oficiales, los fallecidos por covid superaron en esta ciudad los 500, mientras que a nivel nacional son más de 5 mil.

Y aunque como reseñamos, los datos de ambas variables epidemiológicas están en descenso, las autoridades mantienen su arsenal de medidas anti-epidémicas, que ha tenido reacciones violentas de la población, que ha llegado incluso a enfrentamientos con las fuerzas de seguridad, conscientes de la mano dura a la que se enfrentan porque, como se conoce, en este país hay cero tolerancias a las protestas.

El sábado por la noche, habitantes descontentos de su abastecimiento alimentario chocaron con empleados públicos vestidos con trajes de protección integral, según videos difundidos en las redes sociales.

"Agitadores" incitaron a los vecinos a traspasar los límites de su residencia aislada y a otros a lanzar objetos desde sus ventanas, acusaron las autoridades locales en un comunicado.

Las imágenes tomadas en el barrio de Zhuanqiao, autentificadas por la AFP, muestran a los habitantes rechazando a las fuerzas del orden al grito de "no a la violencia policial".

Estos incidentes tuvieron lugar luego de otro la semana pasada en una fábrica de una empresa subcontratista de Apple, Quanta, donde cientos de obreros forzaron barricadas para escapar. Según la agencia de prensa Bloomberg, los obreros temían un endurecimiento de las medidas contra el covid.

Desde el inicio de la cuarentena de Shanghái, los asalariados duermen en su lugar de trabajo en condiciones espartanas, ya que no pueden volver a sus casas.

Sin embargo, la alcaldía asegura que millones de personas pudieron recuperar parte de la libertad en las últimas semanas. Algunas pueden por fin salir de su apartamento, aunque no aún de sus edificios.

Pero varios complejos residenciales restablecieron restricciones, incluso en las zonas de bajo riesgo. En ellos se puede leer que está prohibido salir de casa durante varios días salvo para someterse a una prueba de detección. Y ya no es posible pedir el envío de comida.

Las familias temen ser llevadas a centros de cuarentena, incluso si sus test son negativos, por el simple hecho de tener un caso positivo en el vecindario. /Redacción internacional con AFP