Informe de NYT muestra cómo eran las prisiones de tortura de Assad | El Nuevo Siglo
Anadolu
Domingo, 12 de Mayo de 2019
Agencia Anadolu

En un informe publicado el sábado, el New York Times ofreció información especial sobre las instalaciones secretas de tortura del régimen de Bashar al Assad en Siria.

Mientras el ejército del régimen de Assad ha estado luchando contra las fuerzas rebeldes en el territorio, su gobierno estaba librando una guerra total contra sus propios civiles.

La cantidad exacta de civiles detenidos en estas cárceles es desconocida, sin embargo, 128,000 sirios se consideran o detenidos o muertos, según la Red de Derechos Humanos de Siria. Cerca de 14.000 fueron asesinados por tortura.

"Los millones de familiares de detenidos desaparecidos están en un limbo social y psicológico", escribió The Times.

Ahora, a medida que el régimen se acerca al final de un brutal y sangriento conflicto de ocho años, la tasa de detención de personas en el país está aumentando.

"El año pasado, la Red Siria registró 5.607 arrestos nuevos que clasifica como arbitrarios, más de 100 por semana y casi un 25 por ciento más que el año anterior", escribió The Times en el informe.

El periódico encontró que los memorandos del Gobierno revelan que los funcionarios sirios cercanos a Assad habían ordenado detenciones masivas y sabían todo sobre las atrocidades que estaban ocurriendo.

Siria ha estado atrapada en una guerra civil viciosa desde principios de 2011, cuando el régimen de Bashar al-Assad empezó a reprimir las protestas en favor de la democracia.

Desde entonces, cientos de miles de personas han muerto y más de 10 millones han sido desplazadas, según funcionarios de la ONU.

En los últimos meses, el régimen de Assad ha reconocido la muerte de cientos de personas dentro de los centros de detención, en una estrategia táctica dirigida a enviar el mensaje "Ganamos, hicimos esto y nadie nos castigará", según el fundador de la red siria, Fadel Abdul Gany.

Casos de tortura

El periódico documentó numerosos casos de tortura a manos del régimen.

Muchos de estos casos tuvieron lugar en la prisión de Saydnaya, que se conoce en Siria como el lugar donde los prisioneros fueron enviados en masa para ser ejecutados .

Uno de los casos extremos fue el de Muhanad Gabash, un estudiante de Alepo, quien fue arrestado varias veces al comienzo de la guerra civil en Siria.

Después de su tercer arresto, se enfrentó a una serie de duras palizas y, a veces, "se despertaba desnudo en un pasillo helado", y un oficial le metía un arma en la boca.

Otro sobreviviente de tortura dijo que presenció que "un adolescente tardó 21 días en morir después de que los interrogadores lo rociaron con combustible y lo incendiaron".

Un guardia, que se hacía llamar Hitler, organizaba un "espectáculo de cena sádica" en la que obligaba a los reclusos a actuar como animales, haciéndolos ladrar como perros o cantar como gallos.

"El perro tiene que ladrar, el gato maullar, el gallo cantar", dijo Gabash al periódico. "Hitler trata de domesticarlos. Cuando acaricia a un perro, el otro perro debe actuar celoso ".

Dentro de las paredes de estas instalaciones secretas de la prisión, la violación y el asalto sexual también son frecuentes.

El año pasado, un informe de la comisión de derechos humanos de la ONU dijo que mujeres y niñas habían sido violadas y agredidas sexualmente en al menos 20 oficinas de inteligencia en el país, y hombres y niños en 15 sucursales.

Según el Times, las mujeres que no fueron violadas denunciaron manoseos, insultos sexuales, amenazas de violación y búsquedas de cavidades corporales.

La ONU también ha señalado que las condiciones insalubres de los centros de detención son tan extremas y sistémicas que "equivalen a un exterminio, un crimen contra la humanidad".

Cualquier esperanza de responsabilizar al régimen de Assad sigue siendo lejana, sin embargo, hay un aumento en el movimiento para encontrar justicia en los tribunales europeos. Las autoridades francesas y alemanas emitieron órdenes de arresto internacionales para Ali Mamluk, jefe de seguridad nacional de Assad, y para el director de inteligencia de la Fuerza Aérea, Yamil Hasan, por los casos de tortura y muerte en estas prisiones.