Inicia proceso para confirmar a Barrett en Corte Suprema de EU | El Nuevo Siglo
La confirmación de Barrett consolidaría el control conservador de la Corte más alta de la nación, dándoles una ventaja de 6-3.
Foto AFP
Domingo, 11 de Octubre de 2020
Redacción internacional

Tras la nominación formal de Amy Coney Barrett, por parte del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, para ocupar el cargo vacante en la Corte Suprema de Justicia, se inicia este lunes el proceso en el Senado para su ratificación. Una vez que comiencen las audiencias, se espera que en lapso no mayor a 16 días se efectúe la votación en la que el partido republicano es mayoritario.

El partido del mandatario dispone de una mayoría de 53 a 47 en la cámara alta y a pesar de que dos senadoras republicanas, Lisa Murkowski de Alaska y Susan Collins de Maine afirmaron que no votarían por ningún nominado dada la proximidad de las elecciones presidenciales. El partido aún cuenta con 51 votos, lo suficiente para confirmar a Barrett.



No obstante, considerando que esta votación debe ser presencial e indelegable, si algún senador republicano se declara enfermo o no asiste a la sesión, la votación podría quedar empatada y en esa eventualidad el vicepresidente Mike Pence tendría el voto definitivo.

Audiencias

Las audiencias ante el Comité Judicial del Senado están programadas para comenzar a las 8 de la mañana hora de Colombia y se tiene previsto que este lunes se presenten las declaraciones de apertura, seguidas de dos días de interrogatorios.

El último día tendrá testimonio de testigos externos. La candidata a la vicepresidencia Kamala Harris, demócrata de California, se encuentra entre los senadores que cuestionarán a Barrett ante el comité que está encabezado por el senador Lindsey Graham, republicano de Carolina del Sur.

Frente a la inminencia de la decisión, muchos sectores de izquierda han amenazado con disturbios, juicios políticos y tomas a la Corte Suprema si el Senado confirma a la elegida del mandatario.

Trump nominó a Barrett para el tribunal superior el 26 de septiembre tras el sepelio de la juez Ruth Bader Ginsburg y sería el sexto juez de la Corte Suprema de nueve miembros en ser designado por un presidente republicano, y el tercero en los tres años y medio desde la toma de posesión de mandatario.

La confirmación de Barrett consolidaría el control conservador de la Corte más alta de la nación, dándoles una ventaja de 6-3. Sobre todo considerando que Barrett de 48 años de edad, se convertiría en el miembro más joven de la corte y potencialmente podría servir durante décadas.


Trump nominó a Barrett para el tribunal superior el 26 de septiembre tras el sepelio de la juez Ruth Bader Ginsburg y sería el sexto juez de la Corte Suprema de nueve miembros en ser designado por un presidente republicano


Barrett se desempeña en la Corte de Apelaciones del Séptimo Circuito en Chicago desde la nominación que recibiera por parte del presidente Trump en 2017. Antes de eso, la nativa de Luisiana trabajó brevemente en la práctica privada y enseñó durante 15 años en la facultad de derecho de Notre Dame, donde obtuvo su título de abogada.

Barrett es una católica devota y cuenta con el respaldo de los evangélicos que la consideran un voto definitivo en las importantes decisiones que enfrenta la corte este año.

En las audiencias, se espera que los demócratas, que han reconocido que hay poco que puedan hacer para descarrilar la nominación, critiquen la postura religiosa de la juez por considerar que puede influenciar sus decisiones, suposición por la que el líder de la mayoría en el Senado, Mitch McConnell, ha acusado a los demócratas de exhibir prejuicios anticatólicos que violentan la libertad religiosa.

Controversia

A pesar de que los demócratas acusan a Trump de querer apresurar la elección para influir en las elecciones y piden que ésta sólo se realice hasta el año próximo, el presidente ha recordado que hacer la nominación es su responsabilidad y cumplirá con sus funciones hasta el último día de su mandato.

El mandatario ha recordado en repetidas ocasiones que 29 presidentes han designados miembros de la Corte en un año electoral y que no sabe por qué tendría que ser diferente en esta oportunidad considerando que es su derecho y su obligación.

Los demócratas has intentado detener por todos los medios el inicio del proceso y alegan que las audiencias puedan ser un foco de difusión del covid-19.



Tres senadores de la oposición, incluida la misma Harris, han pedido retrasar la comparecencia para "asegurarnos de que no ponemos en riesgo la salud y la seguridad de los demás senadores, el personal del Senado, otros empleados del Senado, así como la jueza Barrett y su familia".

Harris, quien interrogó al nominado a la Corte Suprema Brett Kavanaugh en 2018, será observada por cuán agresivamente cuestiona a Barrett dado que las audiencias llegan con aproximadamente tres semanas para la campaña presidencial.

Sin embargo los republicanos se han negado al aplazamiento y han dispuesto medidas de seguridad especiales para evitar esta eventualidad como poner los asientos de los senadores a 1,8 metros de distancia, como ha sido el estándar para las audiencias del Senado durante la pandemia y cada senador tendrá toallitas, servilletas y desinfectante en sus curules.

Temas clave

La elección del nuevo miembro de la Corte es de radical importancia considerando que en la actualidad el tribunal analiza situaciones de gran importancia para los votantes estadounidenses como el futuro del Obamacare, la eliminación del aborto como derecho constitucional, la tenencia de armas, la libertad religiosa frente a los derechos de los homosexuales y, como se mencionó, dirimir cualquier controversia que se produzca frente a un eventual fraude por el voto postal.

El presidente Trump espera que la Corte Suprema anule algunas disposiciones del Obamacare como la obligación para las compañías de seguros de ofrecer cobertura a todos los solicitantes, enfermos o sanos, incluidos aquellos que tengan antecedentes médicos.


Otro de los objetivos de la administración es anular el fallo “Roe contra Wade”, que reconoció, en 1973, el aborto como un derecho constitucional.


Otro de los objetivos de la administración es anular el fallo “Roe contra Wade”, que reconoció, en 1973, el aborto como un derecho constitucional.

Por otra parte Trump prometió proteger la segunda enmienda de la Constitución, que según la interpretación de numerosos estadounidenses garantiza el derecho a adquirir y llevar armas. Esta interpretación, ampliamente criticada, podría ser reforzada por la nueva Corte que protegería los derechos de los propietarios de armamento.

Frente al tema de la libertad religiosa contra derechos de los homosexuales, la Corte Suprema se ha mostrado bastante conservadora, como cuando consideró legal que un pastelero cristiano se negara a vender un pastel de bodas a una pareja gay alegando que iba en contra de sus convicciones religiosas.

La nueva Corte deberá decidir en noviembre si una agencia de adopción privada puede negarse a atender a parejas del mismo sexo o no.

Finalmente el presidente Trump lleva meses denunciando que el voto postal, que se espera más numeroso este año por la pandemia, podría ser objeto de fraudes. La Corte Suprema será la encargada de resolver los litigios y controversias electorales que se pueden presentar  con ocasión de la atípica votación de noviembre y a este respecto podrá incidir en el resultado electoral, como lo ha hecho antes.