HACE un mes, en la madrugada de ese sábado, nada ni nadie en el mundo, especialmente el árabe, presagiaba que el movimiento islamista palestino, Hamás, perpetraría una acción tan demencial como mortífera en territorio israelí, desatando una guerra que ha cambiado todo y cuyo desenlace es incierto.
Como nunca antes, esa organización calificada como terrorista por Estados Unidos, la Unión Europea y otras naciones del mundo, segó la vida de 1.400 israelíes cuando despuntaba el alba ese 7 de octubre y tomó como rehenes a centenares más, en una cifra que ellos mismos desconocen pero que, según Israel son 240.
Israel declaró la guerra horas después de los mortíferos y coordinados ataques al lugar donde se realizaba un concierto, dos bases militares y dos kibutz. Y, a diferencia de pasadas ocasiones, cuando se vio forzado a entrar a la Franja de Gaza, en esta ocasión no ha sido ‘exprés’ (entrar, golpear y salir), sino de contención inteligente, con una ofensiva terrestre en varias fases, para ubicar y liberar a los rehenes, que se teme sean utilizados como ‘escudos’, tal cual es la estrategia de estos milicianos y aplican recurrentemente con los gazatíes, a quienes gobiernan más no representan.
"Hamás ha tenido 15 años para preparar una densa 'defensa en profundidad' con fortificaciones subterráneas, a ras de suelo y en la superficie", afirmó Michael Knights, del laboratorio de ideas Washington Institute, al explicar las razones por las cuales Israel ha procedido por etapas y prorrogado el asalto final que se visualiza complejo.
A exactamente un mes de guerra, las fuerzas terrestres israelíes llegaron al centro de la ciudad de Gaza, con una Franja dividida por la ofensiva en dos: el norte donde se concentran los combates y el sur, a donde han ido la mayoría de los gazatíes para preservar su vida.
En breves palabras esto es lo que ha pasado y lo que puede ocurrir.
- Cerco a Hamás. Con los inamovibles objetivos de liberar a los rehenes y ‘destruir’ a Hamás, los que se trazaron desde el primer día de la guerra, las tropas israelíes avanzaron este miércoles hasta "el centro de Ciudad de Gaza" según confirmó el ministro de Defensa, Yoav Gallant, al tiempo que aseguró que "Gaza es la mayor base terrorista jamás construida y vamos a destruirla", agregó. Por si parte el primer ministro, Benjamin Netanyahu, reiteró que no habrá alto el fuego ni entrega de combustible a la Franja hasta que sean liberados los rehenes. Y anticipó que Israel controlará la seguridad del territorio palestino de 2,4 millones de habitantes cuando termine la guerra.
- Por tierra y aire. El ataque, el más letal desde la creación de Israel en 1948, desencadenó una campaña de bombardeos contra el territorio palestino, gobernado por Hamás desde 2007. Además de imponer un "asedio total" al enclave, interrumpiendo los suministros de agua, comida y carburante, el ejército israelí libra batallas terrestres. El número de víctimas mortales se desconoce, aunque Hamás asegura que superan los 10 mil, cifra que no ha podido comprobarse en medio de una creciente campaña de desinformación de ese grupo terrorista que reiteradamente dice que hospitales y escuelas son blanco de las bombas del ‘enemigo’. Lo que no informan es que en montaron todos sus cuarteles y arsenales en subterráneos de lugares concurridos, como esos.
- Abatidos comandantes. El Ejército de Israel asegura haber matado a "decenas de altos cargos" de Hamás en el "corazón del terror"" a medida que continúan los bombardeos contra la Franja de Gaza y ha elogiado a los militares a los que se ha referido como la "generación de la victoria". Pero la orden es ir por los cerebros de los ataques del 7 de octubre, uno de ellos habría sido ya abatido y el otro, Yahya Sinwar, estaría en las entrañas de la ciudad de Gaza. Por ello Netanyahu lo comparó con el dictador nazi, Adolf Hitler, y con los últimos días que pasó "en su búnker". Señaló que a este terrorista no le importa su nación ni sus militantes, a los que ha puesto en la línea de fuego.
- ¿Pausas tácticas? Desde que avivado por el propio Hamas los países árabes primero y luego el resto de la comunidad internacional pidieron un cese al fuego ante el drama humanitario de los gazatíes, Netanyahu lo descartó por considerar que declararlo sería ‘rendirse ante Hamás’ y eso Israel nunca lo hará. Condicionó en ese momento, como ahora, a que se liberen los rehenes para lograr un mínimo acuerdo en esta guerra. Israel avaló que Egipto abriera el paso por Rafah, por donde han llegado alimentos, medicinas y combustible, así como han salido heridos y centenares de extranjeros con pasaporte. En cuanto a las “pausas tácticas” que le pidió su socio, Joe Biden, ha indicado que se "esas de una hora aquí, una hora allá, ya las hemos tenido”.
- Recuerdo imborrable. Israel rindió este martes un homenaje a las víctimas del ataque. "Las atrocidades han dejado una cicatriz terrible, traumas a nivel personal pero también a nivel nacional", dijo en un acto solemne Asher Cohen, presidente de la Universidad Hebrea de Jerusalén, que tiene a varios de sus graduados entre las víctimas. Y donde ayer se congregaron un millar de personas para rendir tributo entre silencios y lágrimas. Pero hay otro drama paralelo: el de las familias de los secuestrados, que confían en que el ejército israelí los pueda devolver con vida a sus hogares.
- La vuelta del miedo. El resurgimiento de actos antisemitas en el último mes es una realidad en toda Europa, y la Comisión denunció que "los judíos de Europa viven de nuevo con miedo". En Alemania, con el legado del nazismo y el Holocausto, la situación preocupa aún más, y el gobierno lanzó un llamado a combatir el antisemitismo en el país, incluyendo tanto el que viene de la extrema izquierda como el vehiculado por algunos musulmanes. La policía federal alemana dijo haber contado unos 2.000 delitos relacionados con la guerra entre Israel y Hamás. En la vecina Francia, los actos antisemitas superaron el millar según las autoridades.
- Amenazas extremistas. Si bien el conflicto entre Israel y Hamás no se ha extendido, como se temía inicialmente, el grupo extremista libanés Hezbolá y los rebeldes hutsis de Yemen han incrementado su ofensiva contra el gobierno Netanyahu, forzándolo a atender estos dos nuevos frentes de conflicto. “Hezbolá cometería el error de su vida" si entra en guerra contra Israel, que lucha contra el grupo palestino Hamás en la Franja de Gaza, repitió el martes el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu.
- Liberación de rehenes. Mientras Hamás dijo este martes estar dispuesto a liberar a doce rehenes extranjeros, que se sumarían a los únicos cuatro que ha devuelto, pero arguye que los bombardeos se lo impiden, el gobierno Netanyahu designó a un coordinador de los esfuerzos internacionales para lograr tal objetivo. Fue nombrado Alon Roth-Snir como coordinador de los "esfuerzos diplomáticos internacionales" para la liberación de las más de 240 personas secuestradas y trasladadas por la fuerza a la Franja de Gaza tras los ataques ejecutados el 7 de octubre por el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás), manifestó en comunicado.