DESPUÉS de la pandemia del covid-19, con la guerra en Europa, la legítima defensa israelí tras el letal ataque terrorista de Hamás, la alta tensión el mar de la China meridional y otros conflictos tanto bélicos como geopolíticos, el actual escenario mundial es el más complejo de este siglo XXI.
Tras la ‘ofensiva militar especial’ ordenada por el presidente Vladimir Putin a Ucrania, que ya roza los 20 meses -sin solución a la vista- no se oteaba la posibilidad de otro conflicto de esas magnitudes e implicaciones. Sin embargo, hace quince días, la organización terrorista Hamás hizo estallar la guerra con Israel, no sólo la sexta de las dos últimas décadas, sino la más letal.
Desde entonces y haciendo uso a su legítimo derecho de defenderse, tal cual lo han reconocido la mayoría de líderes del mundo -con excepción de los de izquierda-, Israel ha bombardeado objetivos específicos de Hamás en la Franja de Gaza para destruir las estructuras de los terroristas, al tiempo que ha realizado incursiones en la frontera, en un intento por liberar a los 200 rehenes que tomó Hamas en los sorpresivos asaltos del 7 de octubre.
Mientras, la mayoría de la comunidad internacional que condenó esos ataques terroristas, emprendió una ofensiva diplomática con cuatro claros objetivos: evitar la implicación de otros actores en el conflicto (Irán y Hezbolá) que suyo supondrían la expansión y escalamiento del mismo; garantías de protección para los civiles, liberación de los rehenes y atender la crisis humanitaria en la Franja de Gaza.
Esta semana hubo hechos relevantes en este conflicto bélico de Medio Oriente:
1. Contención israelí. Transcurridos 15 días de los ataques terroristas y luego de formar un gabinete de emergencia, con uno de los principales líderes de la oposición, el premier Benjamín Netanyahu, ha contenido la invasión terrestre a Gaza. Como reseñamos, la estrategia militar se ha desarrollado con ataques aéreos a blancos precisos como refugios de los terroristas e incursiones fugaces de tropas a lo largo de los 53 km de la frontera, con el mismo fin. Acantonados del lado israelí permanecen 35 batallones de infantería y decenas de blindados esperando la orden de ingreso, la que no se ha dado por el riesgo que corren los civiles palestinos, la posibilidad de que los milicianos islamistas usen a los rehenes como escudos humanos y la complejidad del terreno que como se sabe, es una red subterránea de túneles que construidos desde hace décadas permiten a los de Hamás atacar y escabullirse rápidamente.
2. Diplomacia y disuasión. Desde el momento de los ataques, el presidente estadounidense Joe Biden expresó su férreo respaldo a Israel, el que lo llevó a realizar una visita exprés a Tel Aviv este miércoles, en la que logró que el gobierno de emergencia autorizara el ingreso de ayuda humanitaria a la Franja por el paso egipcio de Rafa, cuyo gobierno accedió a abrir, aclarando que será solo para ello, no para evacuar a los miles de palestinos que huyen del conflicto. También estuvieron en la capital israelí el canciller alemán Olaf Scholz y el premier británico, Rishi Sunak. Al cierre de semana, Biden y los líderes de la Unión Europea anunciaron un frente unido para respaldar el derecho de Israel de defenderse contra Hamás, reforzar la ofensiva diplomática tanto para evitar una escalada regional como para que se agrave la crisis humanitaria. Biden, quien oficializó el pedido al Congreso de UUSD 106.000 millones de dólares para asistencia militar a Israel y Ucrania, entre otros, dijo el viernes que cree que el ataque de Hamás tenía como objetivo arruinar el acercamiento entre ese país y Arabia Saudita. "Sabían que yo estaba a punto de sentarme con los saudíes porque ellos querían reconocer a Israel...unir Oriente Medio”.
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3. ¿Qué se sabe de los rehenes? No hay certeza sobre el número de secuestrados. El ejército israelí dijo que eran 200, la mayoría de ellos militares, que la mayoría están vivos y que no todos son israelíes (hay de una veintenta de nacionalidades) mientras que el portavoz del brazo militar de Hamás, Abu Obeida, sostuvo que serían 250, ya que varias facciones de las milicias tomaron rehenes y que todos están distribuidos en la Franja. El viernes, gracias a la mediación de Catar, avezado en mediar entre movimientos radicales y Occidente, Hamás entregó a miembros de la Cruz Roja Internacional a una mujer estadounidense y a su hija. Hasni Abidi, director del Centro de Estudios e Investigación sobre el Mundo Árabe y el Mediterráneo, con sede en Ginebra, anticipó que “Cada Estado tendrá que negociar por sí mismo la liberación de sus propios rehenes" a través de los interlocutores habituales que son Catar, Egipto y Turquía.
4. Catar, mediador clave. Desde antes del anuncio de la liberación de las dos estadounidenses, Hamás afirmó que fue "gracias a la mediación de Catar", con lo que se perfila como un interlocutor privilegiado. Abidi destaca que los posibles intermediarios son actores que “han establecido relaciones duraderas con Hamás y por tanto son los únicos autorizados a entrar en contacto con sus dirigentes”. Y en tal sentido, ese rico emirato es el mediador privilegiado ya que “conoce bien Hamás y le da un leal apoyo financiero", afirmó el experto en referencia a que Doha financia los salarios de los funcionarios de la Franja de Gaza. Además, la comandancia política de Hamás tiene su sede en Doha desde hace más de diez años. Turquía y Egipto, que ha sido habitualmente el mediador entre Israel y Hamás, completan la triada con alto poder de negociación para el caso de los rehenes.
5. ¿Hacia una guerra prolongada? Se pensó que el operativo israelí en Gaza iba a ser rápido, pero todo indica que será lo contrario. Primero porque en observancia de las normas de guerra está obligado, al igual que su contraparte, a proteger a la población civil, por lo que seguramente ha contenido la ofensiva terrestre. Segundo, porque su anuncio de aplastar a Hamás pasa por encontrar a los autores del sangriento ataque el 7-S, que son Mohamed Deif, que dirige el brazo militar de Hamás, y Yahya Sinwar, el jefe político en el enclave y, tercero, que una vez decidan adentrarse en territorio se enfrentarán a la complejidad de una guerra urbana con grupo terrorista mucho más letal, con una ideología más radical, potente armamento financiado por Irán y que a ojo cerrado puede moverse por la amplia red de túneles. Cumplida esa operación final deberá tomar una decisión de alto impacto político para su país y la región: quedarse en la Franja o retirarse como lo hizo en 2005, que fue precisamente lo que permitió el crecimiento del terrorista Hamás.