A pesar de que ciudadanos de todo el país ya han votado para elegir a su próximo presidente y vicepresidente, así como miembros del Congreso, gobernadores y algunos funcionarios locales, hoy es el día definitivo de los comicios en Estados Unidos. EL NUEVO SIGLO presenta un balance de lo que puede ser la jornada de hoy y lo que tiene que saber sobre estas importantes elecciones.
Históricamente, la gran mayoría del electorado estadounidense vota de tres maneras: en persona el día de las elecciones, en persona de forma anticipada o por correo. El mayor cambio para los votantes este año es el aumento de esta última opción ya que, a pesar de que alguna versión de este tipo de sufragio había estado disponible tradicionalmente en todos los Estados antes de la pandemia, la práctica se ha expandido enormemente en esta ocasión.
Nueve estados, más el Distrito de Columbia, enviaron boletas a todos los votantes registrados antes de las elecciones, mientras que otros 34 han aprobado medidas que permiten que cualquiera pueda votar de esta manera, evitando las limitantes de otras ediciones.
A la fecha se han reportado casi 100 millones de votos anticipados y por correo, superando fácilmente los 58 millones contados en todo 2016. Aunque estos cambios dificultan pronosticar la participación general en las elecciones, los expertos predicen que las cifras de participación sean más altas que en 2016 y se cree que puede haber una abstención del 35% de los casi 240 millones de estadounidenses habilitados para votar.
¿Cómo se determina el ganador?
Estados Unidos utiliza un sistema indirecto de elección de presidente y el vicepresidente, en el cual el candidato con más votos en un Estado generalmente se convierte en el ganador de los votos del Colegio Electoral del mismo (con la excepción de Maine y Nebraska, que utilizan una asignación distrito por distrito). El número de votos del Colegio Electoral asignados a cada Estado se calcula sumando el número de senadores (cada Estado tiene dos), más el número de delegados que tiene en la Cámara de Representantes (que varía según la población).
Históricamente, la gran mayoría del electorado estadounidense vota de tres maneras: en persona el día de las elecciones, en persona de forma anticipada o por correo. El mayor cambio para los votantes este año es el aumento de esta última opción.
Si ningún candidato obtiene la mayoría absoluta de votos del Colegio Electoral, la Cámara de Representantes vota para elegir un ganador.
Cinco presidentes, incluido el actual Donald Trump, no han ganado el voto popular, pero han obtenido suficientes votos del Colegio Electoral para convertirse en presidente.
¿Conoceremos al ganador la noche de las elecciones?
Considerando que los votos por correo demorarán el conteo, no se espera que se conozca el ganador la noche de este martes. Cada Estado determina el horario de votación en su territorio y en este sentido aunque hubo algunos que abrieron sus mesas desde las 5 de la mañana, otros la cerrarán a las 11 de la noche (horas de Colombia) y en general todos los votantes tendrán más de 12 horas para ejercer su derecho tiempo en el que no se conocerá ningún resultado.
Adicionalmente el aumento en la votación anticipada y por correo hará que los conteos sean mucho más difíciles considerando que algunos Estados contarán las boletas por correo durante semanas posterior al día de las elecciones, siempre que tengan el matasellos del 3 de noviembre, por lo que podría tomar algún tiempo el recibirlas y contarlas.
Es probable que varios resultados, especialmente aquellos en los Estados clave, no lleguen sino hasta la semana siguiente y los recuentos o las acciones legales podrían retrasar aún más los resultados.
En general después de los conteos, el 14 de diciembre, los electores estatales se reunirán para emitir oficialmente sus votos, y el 6 de enero de 2021 se convocará una sesión conjunta del Congreso para contarlos y declarar oficialmente los resultados. El ganador tomará posesión oficialmente como presidente el 20 de enero del próximo año.
Sin embargo la Corte Suprema podría ser convocada para decidir una variedad de asuntos, incluidos los relacionados con cambios de emergencia en el proceso electoral realizados en una variedad de Estados. Como se recordará el alto tribunal fue célebre en 2000 cuando tuvo que decidir un litigio en Florida, un estado clave que habría inclinado las elecciones finales hacia el demócrata Al Gore o el republicano George Bush. La Corte falló a favor de Bush a mediados de diciembre, otorgándole los votos necesarios para triunfar en el colegio electoral.
Como se recordará, tanto el presidente Trump como su rival demócrata Joe Biden han alentado a sus simpatizantes a pasar el día en los colegios electorales observando las votaciones para denunciar cualquier irregularidad, práctica bastante insólita en la democracia estadounidense.
Ante la posibilidad de incidentes violentos generados o exacerbados por simpatizantes de una y otra campaña, el Departamento de Justicia ha ubicado a funcionarios para responder a cualquier disturbio que pudiera presentarse.
De hecho, existe el temor de que un número significativo de personas lleven armas a los lugares de votación, durante la jornada, con el pretexto de prevenir el fraude electoral. Se cree que la presencia de armas aumenta las probabilidades de que los enfrentamientos acalorados se vuelvan se tornen peligrosos.
Tanto la campaña de Trump como el Comité Nacional Republicano han rechazado que el despliegue de observadores tenga como objetivo la intimidación del votante y que, en su lugar, se dedicarán a proteger los derechos de los depositantes de las papeletas.
Nueve estados, más el Distrito de Columbia, enviaron boletas a todos los votantes registrados antes de las elecciones, mientras que otros 34 han aprobado medidas que permiten que cualquiera pueda votar de esta manera, evitando las limitantes de otras ediciones.
El mandatario también ha dicho que no se deberían contar votos después del cierre de hoy y los republicanos han emprendido una campaña agresiva para impedir que los estados cuenten las boletas que llegan después, sin embargo en la mayoría de los Estados se consideran validos los boletos con sello de correos anterior al cierre de las urnas, aunque lleguen después y en algunos Estados el conteo no iniciará sino hasta después de que se hayan recibido la totalidad de votos enviados.
¿Cuáles son los grandes temas?
Según una encuesta realizada por Pew Research a principios de agosto, la economía sigue siendo firmemente el tema más importante para los votantes, como lo era en las elecciones anteriores. Es de destacar que los partidarios de Trump son más propensos a calificar la economía como importante, mientras que los partidarios de Biden ven a la atención médica y la respuesta al coronavirus como los más relevantes para su selección.
Del mismo modo, la desigualdad racial provocó una gama de opiniones muy divergente, con el 76% de los probables votantes de Biden diciendo que era muy importante para sus intenciones de voto, en comparación con el 24% de los votantes de Trump.
Por otra parte ambos partidos suelen tener dificultades para impulsar a los estadounidenses más jóvenes a votar. En 2016, sólo el 46,1% de los votantes registrados de entre 18 y 29 años participaron, el porcentaje más bajo de cualquier rango de edad.
Sin embargo el entusiasmo y activismo de este grupo se ha incrementado por la polarización y los expertos esperan una participación récord este año. Un estudio reciente del Instituto de Política de Harvard encontró que el 63% de los encuestados de entre 18 y 29 años dicen que "definitivamente votarán" en esta elección, lo que representa un aumento del 47% con la elección anterior.