¿Logrará China abrir puerta para fin de guerra en Ucrania? | El Nuevo Siglo
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Miércoles, 26 de Abril de 2023
Redacción internacional

CONVERTIDO en un todopoderoso dirigente, el que ajusta más años en el poder en la historia reciente de China y con el ojo en repotenciar al gigante asiático para que lidere un nuevo orden mundial, Xi Jinping copa el escenario internacional con una nueva faceta: mediador de paz.

Desde mucho antes de asumir su primer mandato (2013) la visión del presidente chino fue que su país se consolidara como una potencia mundial, no sólo en el plano económico que ya lo era, sino en el político y de gobernanza global. De allí, que en sus constantes desavenencias con Estados Unidos, insiste desde hace una década en que “la mentalidad de Guerra Fría sólo socavará el marco global de la paz, el hegemonismo”, advirtiendo de paso que “la confrontación entre bloques sólo exacerbará los desafíos de seguridad del siglo XXI”.

La invasión ordenada el 24 de febrero de 2022 por su aliado y amigo, el ruso Vladimir Putin, a Ucrania, la que se ha abstenido de condenar -al igual que la anexión rusa de regiones ucranianas- limitándose en sus declaraciones a señalar que “debe respetarse la soberanía territorial” de los pueblos, habrían acelerado ese rol de impulsar en el entendimiento entre las partes, más aún porque la coalición occidental liderada por Estados Unidos mantiene el suministro de arsenal a Kiev, lo que llevado a prolongar la guerra.

Hace un año, en el discurso que pronunció en la Conferencia del foro de Boao para Asia, Jinping sostuvo que “el mundo, nuestro tiempo y la historia están cambiando de formas nunca conocidas, planteando desafíos que deben ser tomados en serio por la humanidad. La historia humana nos ha demostrado que cuanto más difíciles sean las circunstancias, mayor será la necesidad de afianzar la confianza. Ninguna dificultad o revés podrá detener la rueda de la historia. Ante los múltiples desafíos, no podremos de ninguna manera dejarnos llevar por la desconfianza, la vacilación y el retroceso. En cambio, debemos consolidar la confianza y avanzar con intrepidez”.

En esa línea, desde meses atrás Jinping develó su intención de facilitar el entendimiento entre las partes, no necesariamente en conflictos bélicos, sino alejados políticamente. Ejemplo de ello, el impensable acercamiento entre Irán y Arabia Saudita, el ofrecimiento de mediar en el histórico desacuerdo palestino-israelí y los pasos para acercar a Moscú y Kiev.

Este último camino lo comenzó a andar el pasado 20 de marzo con su visita de Estado a Rusia, con el que ha reiterado mantiene una ‘amistad sólida como una roca’. Fueron tres días en los que analizó con Putin las posibilidades de retomar las negociaciones con Kiev. Días después recibió al presidente francés, Emmanuel Macron y la jefa de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, dos de representantes occidentales más activos en buscar una salida diplomática a la guerra.

Otro tan inédito como importante paso lo dio Xi Jinping este miércoles al sostener un extenso diálogo telefónico con el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, en el que intercambiaron opiniones sobre las relaciones bilaterales pero sobre todo el camino a seguir para poner fin a la guerra que ajusta 14 meses. Fue la primera conversación directa entre los dos mandatarios desde que estalló el conflicto.

La agencia oficial china, Xinhua, informó que Jinping dejó en claro a su par ucraniano que los diálogos y las negociaciones son la única salida visible para la actual crisis, enfatizando la necesidad de conjurar la amenaza de una guerra nuclear.

Tras el análisis y el consenso en los anteriores temas, la prolongada charla concluyó con decisiones concretas: el envío del representante especial del Gobierno chino sobre los asuntos euroasiáticos a Ucrania y otros países para realizar comunicaciones a fondo con todas las partes sobre la solución política al conflicto y el inmediato nombramiento de embajador ucraniano en Pekín.

Zelenski, vía tuit, calificó como "larga y significativa" la conversación con su par chino –duró una hora- y anunció el nombramiento del exministro de Industrias Estratégicas, Pavlo Riabikin (57 años), como su representante ante el gobierno chino, cargo que estaba vacante desde febrero del 2021.

Pekín, por su parte, indicó que durante el diálogo telefónico Xi indicó a su par ucraniano que las relaciones bilaterales han pasado por 31 años de desarrollo y alcanzado el nivel de asociación estratégica, que ha impulsado el respectivo desarrollo y la revitalización de los dos países.

También expresó su aprecio al presidente Zelenski por haber afirmado en muchas ocasiones que atribuye importancia al desarrollo de los vínculos chino-ucranianos y la cooperación con su país, al tiempo que agradeció por el apoyo brindado para la evacuación de ciudadanos chinos el año pasado.

El respeto mutuo a la soberanía e integridad territorial, según Xi, constituye la base política de los lazos bilaterales. En esa línea, instó tanto a mirar hacia el futuro, persistir en visualizar y planificar las relaciones bilaterales con una perspectiva a largo plazo, preservando la tradición de respeto mutuo y sinceridad.

Jinping también señaló que la voluntad de China de desarrollar sus relaciones con Ucrania es consecuente y clara, añadiendo que, sean como sean los cambios en la palestra internacional, su país está dispuesta a trabajar junto con Ucrania para avanzar en la cooperación mutuamente beneficiosa.

Zelenski había buscado desde comienzos de año el acercamiento a China, ante su peso diplomático internacional y amistad con Putin, para buscar salidas urgentes al conflicto.

En febrero, el mandatario ucraniano consideró  "necesario trabajar" con Pekin para resolver en tema y, un mes después, expresó su deseo de dialogar directamente con Xi Jinping sobre ello, lo que se materializó este miércoles.

La agencia Xinhua informó que durante la charla, el mandatario chino recordó el plan de paz, que en doce puntos contiene los lineamientos generales para abrir la puerta del entendimiento con Rusia. Publicado y entregado a las partes el pasado febrero, enfatiza entre otros la necesidad de retomar las negociaciones bajo el principio del respeto a la integridad territorial.

 

“Algo bueno”: EE.UU.

La llamada entre los presidentes suscitó reacciones inmediatas. Rusia agradeció los esfuerzos de China para iniciar un proceso de negociación con Ucrania, mientras Estados Unidos la consideró “algo bueno”, pero expresó su desconfianza de que conduzca a una solución real.

"Recibimos con beneplácito la noticia de que hubo una conversación telefónica entre el presidente Xi y el presidente Zelenski. Creemos que es algo bueno", dijo el portavoz de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, John Kirby, aunque enfatizó que “si eso conducirá a algún tipo de movimiento, plan o propuesta de paz significativo, simplemente no creo que lo sepamos en este momento".

El portavoz presidencial insistió en que “hemos dicho durante mucho tiempo que queremos que termine esta guerra y ello podría ocurrir inmediatamente si Rusia retira sus tropas de Ucrania”.

Kirby resaltó que “si va a haber una paz negociada, tiene que ser cuando el presidente Zelenski esté listo para ello... cuando pueda hacerlo desde una posición de fuerza".

Aunque insistió que el gobierno estadounidense da la bienvenida a cualquier esfuerzo para llegar a la paz, dejó en claro que el mismo debe tener como fin que “esa paz sea justa, sostenible y creíble” y que por ello debe estar implicado personalmente Zelenski o delegados suyos de alto nivel.

El Ministerio de Exteriores de Rusia valoró positivamente la llamada entre los presidentes y destacó “la disposición de China a hacer esfuerzos para establecer el proceso de negociación".

María Zajarova, portavoz de la cancillería, destacó la "consonancia de enfoques" de Moscú y Pekín al respecto de la guerra. En ese marco insistió que el principal problema es el "rechazo" sistemático de Ucrania a "cualquier iniciativa sensata dirigida a una solución político-diplomática de la crisis ucraniana", así como las condiciones "poco realistas" impuestas Kiev para facilitar las negociaciones.

Recordó de esta forma que "en la primavera de 2022, los acuerdos de paz casi listos para implementarse y que las partes alcanzaron a sugerencia de Kiev, fueron rechazados repentinamente por ellos mismos e inclusive  Zelenski incluso prohibió por ley cualquier negociación con el presidente de Rusia, Vladimir Putin".

Asimismo, Moscú argumentó que recientemente desde el Parlamento ucraniano tildó de "engaño comunista" la teoría de que Taiwán pertenece a China. "La hipocresía monstruosa es una característica distintiva de la 'democracia' al estilo ucraniano importada de Occidente", expresó la cancillería rusa.

Más allá de declaraciones y cruce de señalamientos, así como los recelos de Occidente, hay un silencioso consenso en torno a que Pekín puede lograr un acercamiento que conlleve, en algunos meses, a poner punto final a este conflicto.

Aunque está por verse si el presidente Jinping logra ser el artífice de esta tan anhelada paz, lo único cierto -por ahora- es que ha dado unos primeros pasos que volvieron a poner sobre el escenario la posibilidad de reactivar la mesa ruso-ucraniana. Es la luz que se cuela por una puerta que parece abrirse.