SIN oficializar su candidatura a la reelección no sólo es el favorito, sino que con el paso de los días aumenta su ventaja en la intención de voto que, si bien no le alcanzaría para imponerse en la primera vuelta, sería contundente en el balotaje.

Se trata del joven mandatario, Emmanuel Macron, a quien de esta forma una gran parte de los franceses le reconocen su gestión en un quinquenio marcado por dos años difíciles, fruto del impacto social y económico de la pandemia, al igual que el liderazgo que ha ejercido en la Unión Europea, materializando el sueño de una mayor integración, en alianza con la hoy excanciller alemana Ángela Merkel.

A sus 44 años, este presidente centrista ingresará a la carrera para permanecer en el Palacio del Elíseo con una derecha que tiene opción, pero está presionada por la ultraderecha y una izquierda desintegrada. La primera cita en las urnas será el 10 de abril.

Macron reiteró esta semana, a tres meses de la elección, tener "ganas" de presentarse a la reelección, que “no hay ningún falso suspenso”, pero que su decisión la comunicará en cuanto las condiciones sanitarias los permitan, ya que está concentrado en la implementación de medidas sanitarias para mitigar el alto quinto pico de covid, acelerado por la contagiosa ómicron y que llevó al país galo a registrar este 3 de enero un registro inédito: 335 mil nuevos contagios diarios.

En entrevista concedida a Le Parisien, sostuvo que “Esta decisión se consolidará en mi interior. Necesito estar seguro de poder llegar tan lejos como quiero", sin precisar más detalles. Pero, de seguro, se refería tanto a sus ambiciosos planes sociales y el crecimiento económico, como a convertirse en indiscutible líder europeo.

Macron tiene a su haber una rápida y sostenida reactivación económica en el 2021, que permitió que en agosto recuperara el nivel económico prepandemia luego de que el año inmediatamente anterior registrara una caída del 8% de su Producto Interno Bruto (PIB), un desplome sin precedentes desde la Segunda Guerra Mundial por el impacto del covid que, como se recordará, llevó a que el mundo se confinara por meses y retomara una ‘nueva normalidad’ con muchas limitantes.

En el tercer y cuarto trimestre del año que acaba de concluir, el crecimiento del PIB fue de 3% y 2.8%. Y aunque el dato del interanual no se conoce, el gobernador del Banco de Francia, François Villeroy de Galhau, predijo que será no menos de un 6.7%, lo que sería la cifra más alta en medio siglo.

A su vez, la gestión frente al covid-19, con una acelerada campaña masiva de vacunación y, más recientemente, impulsando el pasaporte sanitario que tras la aprobación de la Asamblea se exigirá a todos los mayores de 12 años para ingresar a lugares de esparcimiento y ocio, ha sido calificada como acertada por la mayoría de la población.

Por ello, sus recientes declaraciones a Le Parisien, en donde con palabras coloquiales que, por lo tanto, son de poco uso de un presidente, dijo que “A los vacunados tengo muchas ganas de fastidiarles y eso es la estrategia hasta el final”, no le pasaron ‘factura electoral’ pese al revuelo político que levantaron sus competidores y rivales por la Presidencia.

A comienzos de semana, el mandatario galo reiteró su ofensiva contra los no vacunados, a los que calificó como ‘irresponsables’ porque “no solo ponen en peligro la vida del resto, sino también limitan la libertad de los demás y eso no puedo aceptarlo".

En las mismas agregó que si bien esa es una minoría del 10% “están socavando la unidad del país” y ratificó que su estrategia para salir de la crisis sanitaria pasa por "vacunar, vacunar, vacunar".

Pero el revuelo político que desataron sus palabras, las que no sólo ratificó sino asumió “por completo” el viernes, al señalar que “algunos pueden haberse sentido impresionados por una manera de hablar que parece coloquial pero lo que a mí me impresiona es la situación sanitaria en la que estamos.  La verdadera fractura del país es esta, cuando algunos hacen de su libertad, que se convierte en una irresponsabilidad, un eslogan" no fueron de mal recibo en los ciudadanos e inclusive un sondeo reveló que el 47% las aprobaron.

El primero

En ese marco, Francia se adentra en tierra derecha a tres meses de la cita en las urnas y, todos los sondeos coinciden en señalar tanto el primer lugar de Emmanuel Macron como que el duelo electoral será de derecha, contrario sensu a lo que se vislumbraba hace un año cuando oficializó, por tercera vez, su candidatura la líder de la extrema derecha, la diputada Marine Le Pen.

Hoy, la única con verdadero chance de desafiar la reelección del presidente es la también joven candidata del partido de derecha Los Republicanos (LR), Valérie Pécresse, que se posiciona en un segundo lugar en las intenciones de voto, pero distante del favorito. Hay algunos sondeos que la ubican disputando codo a codo con Le Pen esa posición.

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El más reciente de ellos fue el Ipsos Sopra-Steria para Le Parisien y FranceInfo publicado el viernes que indica que Macron obtendría 26% de intenciones de voto en la primera vuelta, subiendo un punto frente a la medición anterior, frente a Marine Le Pen (17%, también un punto adicional), Valérie Pécresse (16%, que se mantiene igual) y el polemista Eric Zemmour que registra 12%, que retrocede dos puntos, mientras que ninguno de los candidatos de izquierda superaría el 10% de los votos.

En una segura segunda vuelta, la ventaja de Macron es contundente tanto frente a Pécresse, presidenta de la región de París (55% contra 45%) como a sus rivales de extrema derecha, Le Pen (58% - 42%, respectivamente) y con Zemmour la distancia sería aún mayor.

Vale recordar que Emmanuel Macron fundó en su natal Amiens el movimiento “La República en Marcha” en 2016, con el fin de aglutinar seguidores en torno a su proyecto de modernización política, ubicándose en el centro del espectro. Bajo ese partido fue al año siguiente el más votado en la primera vuelta con 24% frente al 21.4% de Le Pen y, en el balotaje, logró un contundente 66.1% contra 33.9% de su competidora.

La campaña

Consciente de que puede dar pelea a Macron por el Elíseo y en un intento por recuperar el impulso que tuvo tras ser designada en las primarias de la derecha el mes pasado como su carta presidencial, Pécresse retomó una declaración del expresidente conservador Nicolas Sarkozy sobre la inseguridad.

"Voy a recuperar el Kärcher (nombre de una marca de hidrolimpiadoras) del sótano" para "hacer una limpieza" de "capos, matones delincuentes, narcotraficantes" en los barrios con altos niveles de inseguridad.

Con sus declaraciones, en paralelo a una visita a dos bastiones de extrema derecha, la política considerada como moderada en su formación busca reconfortar el ala más derechista de Los Republicanos (LR), partido que vio en 2017 como algunos de sus miembros de centro se unieron a Macron.

Tanto Pécresse como Le Pen y Zemmour buscan imponerse en el bloque de derecha para intentar lograr una plaza en el balotaje y para ello no dudan en presentar una imagen de Macron como alguien autoritario y que no defiende los intereses de Francia.

Así, el izado de la bandera europea en el Arco del Triunfo, para marcar el inicio el 1 de enero de la presidencia protémpore francesa de la Unión Europea (UE), fue calificado por Le Pen como "un atentado a la identidad" y un "insulto a los muertos" por Francia.

El mandato del presidente liberal, escogido en 2017 con una imagen de europeísta y reformista, ha estado marcado, además de la pandemia, por un importante movimiento de protesta social en 2018 y 2019, los "chalecos amarillos".

 ¿Primarias de izquierda?

Casi inaudibles en los temas de fondo, los candidatos de izquierda y ecologista se encuentran bajo presión para presentar una candidatura unitaria e intentar volver a la segunda vuelta, máxime cuando los sondeos no dan a ninguno más de 10% de intención de voto.

La candidata socialista, la alcaldesa de París Anne Hidalgo, a la que las encuestas sitúan por detrás de sus rivales de izquierda radical Jean-Luc Mélenchon y ecologista Yannick Jadot, alteró la precampaña en diciembre al abogar por unas primarias de izquierda.

Esta idea fue desestimada por la mayoría de candidatos de esta tendencia, que podrían aumentar la próxima semana. La famosa exministra de Justicia Christiane Taubira debe anunciar para el 15 de enero si participa en la Primaria Popular, una iniciativa ciudadana.

La política oriunda de la Guayana Francesa, territorio situado en Sudamérica entre Brasil y Surinam, estudia dar este paso, que se da casi por hecho, ante el "callejón sin salida" de la izquierda en la elección y en un intento de lograr la aparente imposible unidad.