EL PRESIDENTE de Francia, Emmanuel Macron, presenta el martes un "plan de conjunto" con el que promover el francés en el mundo, especialmente en África, locomotora de la actual explosión del número de francófonos.
"El francés será la primera lengua de África y, quizás, del mundo". Con este espíritu, a veces considerado optimista, presentó Macron su estrategia para una "nueva francofonía" durante un discurso en noviembre en Uagadugú.
La francofonía es el espacio lingüístico con mayor crecimiento, con un +143% previsto entre 2015 y 2065, según la ONU, frente al 62% del inglés. Se calcula que en 2065, 1.000 millones de personas hablarán francés.
La principal causa es el dinamismo demográfico del África subsahariana: entre 2010 y 2014 esta región proporcionó el 80% del crecimiento de la comunidad francófona, según la Organización Internacional de la Francofonía (OIF).
La ambición del "plan de conjunto para el francés y el plurilingüismo en el mundo" que Macron presenta el martes, con motivo de la Jornada Internacional de la Francofonía, espera lograr que el francés sea la primera lengua de África.
Entre las iniciativas previstas se prevé un refuerzo de la ayuda a la educación, especialmente en África.
Pues, sin eso, las alentadoras cifras sobre el futuro de la francofonía podrían "quedarse en una mera proyección optimista", advirtió en un informe el Consejo Económico, Social y Medioambiental (Cese, que asiste al gobierno y al parlamento franceses en la redacción de leyes).
"Francia debe estar en la vanguardia del aprendizaje del francés", considera Leila Slimani, una novelista franco-marroquí a la que Macron nombró su "representante personal para la Francofonía".
Influencia del inglés
Pero los intelectuales africanos están lejos de estar convencidos, ya que muchos consideran que Macron no pasó página del pasado colonialista de Francia.
Para calmar esos temores, Macron quiere ser lo más inclusivo posible. De ahí el añadido "el plurilingüismo en el mundo" de su "plan para el francés".
Los franceses no quieren imponerse frente a las otras lenguas presentes en el continente, como el wolof senegalés, a diferencia del inglés, que "digiere" a otros idiomas, explicó recientemente el presidente.
Para algunos, esto es una señal de que Francia baja la guardia frente a la influencia del inglés. En instancias internacionales como la ONU, el francés "retrocede", indicó recientemente a la AFP la canadiense de origen haitiano Michaëlle Jean, secretaria general de la OIF.
En Quebec, la región francoparlante de Canadá, sorprende ver a Macronpresentándose como líder de la francofonía cuando pronuncia algunos de sus discursos en el extranjero en inglés o bautiza cumbres celebradas en París como "One Planet Summit" o "Choose France".
"No se trata de intentar volver a poner de moda el francés, sino de dejar de plegarse ante una globalización que quiere imponernos su idioma, su moral y su cultura", criticaba recientemente un editorial del diario quebequés Le Devoir