El presidente de Brasil, Michel Temer, rechazó con vehemencia este viernes los reportes que lo acusan de haber lavado dinero de sobornos a través de la remodelación de propiedades de familiares y de transacciones inmobiliarias a nombre de terceros.
El diario Folha de S. Paulo aseguró este viernes que la Policía Federal investiga a Temer por supuestamente lavar dinero a través de casas pertenecientes a su esposa Marcela y su hijo pequeño, entre otros parientes, dentro de un esquema en el que están implicados varios de sus amigos cercanos.
Los investigadores creen que uno de los acusados, el coronel retirado Joao Baptista Lima, era su intermediario y fue quien entregó a Temer sobornos por al menos dos millones de reales (578.200 dólares) en 2014, dijo Folha.
Los sobornos supuestamente eran pagados por la empresa de fletes marítimos Rodrimar a cambio de concesiones en el puerto de Santos, en Sao Paulo.
Entretanto, el periódico O Globo reportó que la policía interrogará a una de las hijas del presidente conservador, Maristela Temer, el próximo miércoles. Una casa a su nombre en Sao Paulo está bajo sospecha de haber sido usada para lavar dinero.
Le puede interesar: Métanse la mano al bolsillo dice Pompeo a aliados de Otan.
Estas investigaciones forman parte de una causa en manos del Supremo Tribunal Federal (STF), que investiga si Temer recibió sobornos para emitir un decreto en mayo de 2017 con el objetivo de beneficiar a compañías del sector portuario.
El presidente brasileño, que asumió el poder en 2016 tras el impeachment a la izquierdista Dilma Rousseff, denostó este viernes en un mensaje televisado las "mentiras lanzadas" contra su "honra".
"Solo un irresponsable, mal intencionado, osaría intentar incriminarme a mí, a mi familia, a mi hijo de 9 años, como lavadores de dinero", manifestó.
"Trabajo hace casi 60 años", dijo Temer. "Cualquier profesor de matemáticas conseguiría concluir que a lo largo de estos años obtuve recursos suficientes para comprar los inmuebles que compré y reformar los inmuebles que reformé", añadió.
El arresto en marzo de colaboradores cercanos de Temer aproximó aún más el cerco hacia el gobernante, que tiene inmunidad hasta que culmine su mandato a finales de año.
En 2017, Temer recibió dos denuncias por corrupción de la fiscalía, que fueron archivadas por el Congreso y le permitieron mantener su inmunidad.
Decenas de poderosos políticos han caído en el marco de la operación "Lava Jato", un megaescándalo que demostró cómo los políticos brasileños otorgaban sistemáticamente contratos de empresas públicas a ciertas compañías a cambio de sobornos millonarios.
A inicios de abril, el expresidente Luiz Inacio Lula da Silva empezó a cumplir su pena de 12 años y un mes de prisión acusado de recibir un apartamento de una constructora involucrada en el escándalo de Petrobras.