Rozando los dos años de la irrupción del covid-19, del que conocen sus graves consecuencias más no sus causas, el mundo enfrenta a la contagiosa ómicron con su mayor ‘anticuerpo’, las vacunas, pero con criterios muy distintos a los de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Vacunar, vacunar y vacunar es desde meses atrás en la prioridad global, pero la desigualdad en la misma se convirtió en un gran escollo sanitario, ralentizando el avance hacia la inmunidad de rebaño (70% de la población) y dejando espacio para que el virus desarrollara cepas de alta transmisibilidad como ómicron, que hoy asusta al mundo.

A la fecha 4.479 millones de personas en el mundo han recibido la vacuna anticovid, pero no todos con el esquema completo (dos dosis). Y mientras el resto sigue a la espera de la inmunización, son varias las naciones que desde meses atrás suministran el refuerzo (tercera dosis) e inclusive otras anunciaron la cuarta inoculación.

Tal es el caso de Israel, pionero tanto en la campaña global de inmunización como en el refuerzo, que anunció que los mayores de 60 años, personal sanitario y personas inmunodeprimidas, podrán recibir la cuarta dosis a los cuatro meses de la última inyección.

Su premier Naftali Bennett acogió la recomendación de los expertos que asesoran al Gobierno, quienes consideran que este nuevo refuerzo “ayudará a superar la propagación de la variante ómicron que sumerge el mundo”.

Más de 4,1 millones de israelíes han recibido tres dosis de la vacuna contra el coronavirus en esta nación de cerca de 9,3 millones de habitantes. Los biológicos allí aplicados han sido Pfizer (en su mayoría) y Suptnik V.

Entre tanto en Chile, donde se ha inoculado mayoritariamente con Sinovac que se reforzó con AstraZeneca, su ministro de Salud, Enrique París dijo que a “grupos seleccionados” (adultos mayores, personal sanitario y personas con comorbilidad) se les comenzará a aplicar la cuarta dosis a partir del 15 de febrero.

En este marco de desigualdad de la vacunación que la OMS ha reiterado sus alertas tanto sobre la urgencia de entregar dosis a cientos de países que no las han recibido para evitar así que se gesten más cepas y como sobre el alto riesgo de que los refuerzos generalizados alarguen la pandemia, cuyo control se preveía para el tercer trimestre del 2022.

Tras ratificar que la prioridad debe seguir siendo vacunar a la población de que no ha recibido ninguna dosis, recordar que las vacunas disponibles siguen siendo eficaces contra ómicron, la agencia sanitaria mundial advirtió que el acceso desigual a las inmunizaciones puede lugar a más mutaciones del coronavirus, como ómicron detectada en una alejada región sudafricana.

“Es probable que los programas de refuerzo generalizados prolonguen la pandemia, en lugar de ponerle fin, al desviar el suministro a países que ya tienen altos niveles de cobertura de vacunación, lo que da al virus más oportunidades de propagarse y mutar”, sostuvo el director general de la Organización, Tedros Adhanom Ghebreyesus, al tiempo que advirtió que ómicron puede “causar una nueva tormenta” en Europa.

En el continente africano tres de cada cuatro trabajadores de la salud siguen sin vacunar y, a nivel global, solo la mitad de los países han logrado vacunar al 40% de su población. Ello, dijo, “por la distorsión del suministro global”.

Insistió que la aplicación de la dosis de refuerzo debe estar “firmemente basada en la evidencia y dirigida a los grupos de población con mayor riesgo” y a los “necesarios para proteger el sistema sanitario”, sostuvo el funcionario al tiempo que argumentó que “la gran mayoría de las hospitalizaciones y muertes se producen en personas no vacunadas, no en personas que no han recibido el refuerzo…La vacunas que tenemos siguen siendo eficaces contra las variantes delta y ómicron”.

Por su parte el director ejecutivo del programa de Emergencias Sanitarias de dicha rectora global indicó que la desigualdad en las vacunas es "la injusticia más horrible de 2021" e informó que actualmente alrededor del 20% de todas las dosis de vacunas que se administran cada día se dan como refuerzos. Así, agregó “ningún país puede impulsar su salida de la pandemia”.

Las proyecciones de la OMS muestran que el suministro de vacunas debería ser suficiente para inmunizar a toda la población adulta del mundo, y para dar refuerzos a las poblaciones de alto riesgo, en el primer trimestre de 2022. Sin embargo, sólo más adelante en dicho año el suministro será suficiente para el uso extensivo de refuerzos en todos los adultos.

Por ello, el director de la misma instó una vez más a los países y a los fabricantes que den prioridad a Covax y al fondo de adquisición de vacunas de la Unión Africana, y los llamó a que colaboren para que todos los países alcancen el objetivo del 40% lo antes posible, y el del 70% a mediados de 2022.

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De vuelta a las restricciones

Estos comentarios de la OMS se producen mientras las autoridades sanitarias de numerosos países ricos promueven la vacunación de refuerzo en medio de un aumento de los casos de covid-impulsado por la variante ómicron y que ha obligado a muchos gobiernos a reimplantar medidas que van desde el uso obligatorio del tapabocas hasta el toque de queda, el cierre de bares y discotecas, hasta el confinamiento como en el caso de la china Xi'an, donde sus 13 millones de habitantes desde ayer y, hasta nueva orden, no pueden salir de sus casas.

Sin mecanismos unificados frente al manejo del covid-19 y su contagiosa nueva cepa, los países han priorizado los criterios sanitarios nacionales, sobre todo en cuanto a refuerzos de vacunación, desoyendo los reiterados llamados de la OMS, el más reciente de ellos en el sentido de que “la clave es aplicar las medidas en forma integral. Si no las aplicamos todas, en todo el mundo, no podremos acabar esta pandemia”, que cerrará el año con más de 3.5 millones de fallecidos por el coronavirus.

Entre tanto, ómicron continúa su vertiginosa expansión por el mundo y ya se ha detectado en 108 países, de ellos 19 del continente americano, siendo Venezuela el más reciente en entrar a este listado. La región superó los 100 millones de casos de covid desde el inicio de la pandemia, dado que Estados Unidos por su tamaño y concentración poblacional continúa como el más afectado a nivel global. A la par es el que donde se ha registrado el mayor crecimiento de la nueva variante: el 73% de los nuevos contagios de las últimas dos semanas.

El regulador de medicamentos de ese país aprobó la píldora contra el covid-19 de Pfizer que, según este laboratorio, reduce el riesgo de hospitalizaciones y muertes entre las personas en riesgo en un 88%, mientras que el laboratorio AstraZeneca afirmó que su dosis de refuerzo aumenta "significativamente" el nivel de anticuerpos contra la variante ómicron, citando un estudio clínico.

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 Alerta máxima en Europa

Siendo la dominante en Reino Unido, Dinamarca y Portugal, y encaminándose a serlo en pocos días en muchas naciones más del Viejo Continente, sus gobiernos han redoblado los controles y extremado las medidas sanitarias, con la advertencia de que la próxima semana comenzarán a operar más por las celebraciones de fin de año.

En tan solo 27 días, ómicron ha sido detectada en 38 de los 53 estados miembros de la región europea de la OMS (incluye Asia central), forzando a que el tapabocas, que fue abandonado hace seis meses, volviera a exigirse tanto en lugares públicos como en privados, donde para las reuniones navideñas se ha limitado el aforo. Según el país, se ha limitado de cinco a diez personas, se deben cumplir todos los protocolos de bioseguridad e inclusive se ha aconsejado realizarse la prueba anticovid antes de asistir a dichos encuentros familiares.

“Vemos que se avecina otra tormenta: ómicron se está convirtiendo en la dominante, llevando a los sistemas de salud, ya de por sí al límite, a una situación de emergencia”, sostuvo el director de la rama regional de la Organización, Hans Kluge, al tiempo que recordó el gran poder de reinfección que tiene, ya que los estudios revelan que las personas que han superado el covid-19 tienen entre tres y cinco veces más probabilidades de volver a contagiarse con ómicron en comparación con Delta.

Y aunque como lo señala la OMS la nueva variante no ha circulado “lo suficiente” y los estudios no permiten determinar aún si ómicron será más grave y letal que el original covid-19, lo que de suyo revelaría si el virus está escalando o, por el contrario, fruto de las vacunas y las mismas mutaciones empezó a perder fuerza, la precaución de gobiernos y ciudadanos es la única hoja de ruta segura para mitigar su impacto.