OMS, entre anuncios y rectificaciones por Covid-19 | El Nuevo Siglo
Foto archivo AFP
Jueves, 11 de Junio de 2020
Redacción internacional
Mientras sigue en el ojo del huracán, la agencia de la ONU trata de orientar al planeta sobre los logros y falencias en los planes de contingencia contra el virus

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A poco más de tres meses que la Organización Mundial de la Salud (OMS) hubiera declarado la pandemia de Covid-19, la rectora global sanitaria sigue en el ojo del huracán por su papel en la gestión de la misma. Ello, en tanto, sigue precisando lo nuevo que se conoce sobre esta enfermedad viral y cuáles son las falencias y logros en el combate a un virus que ya deja más de siete millones de personas contagiadas y 404.000 fallecidos.

Teniendo encima los anuncios de salida de los gobiernos de Estados Unidos y Brasil, la agencia de la ONU sigue tratando de guiar al planeta en el combate a la pandemia, especialmente, en lo referente a las nuevas dinámicas en materia de contagios, tasa de letalidad, modos de prevención, efectividad de medidas de confinamiento y alertas sobre las precauciones en el desconfinamiento. Algunos de esos anuncios, incluso, han constituido rectificaciones a sus propias posturas de semanas o meses atrás. Aquí las más recientes precisiones:

 

  1. Hidroxicloroquina: a pesar que en un primer momento, la OMS aseguró que este medicamento, que se usa para combatir la malaria, no era efectivo en el tratamiento contra el coronavirus, hace unos días anunció que retomaría las pruebas con el mismo, luego de que tres científicos se retractaran de una investigación según la cual esta droga “podría aumentar las tasas de mortalidad”. La polémica aumentó luego que los presidentes Donald Trump y Jair Bolsonaro aconsejaran su uso, al punto que revelaran que toman el medicamento como una medida de prevención contra el Covid-19, siendo duramente criticados por sus opositores. La discusión sobre la Hidroxicloroquina aún continúa y a pesar que existe un manto de duda sobre su efectividad y si existieron presiones para el cambio de postura de la OMS, es de resaltar que el medicamento es usado en la actualidad por la Universidad de Oxford en distintas pruebas clínicas, precisamente, la entidad que prevé tener una vacuna antes que finalice este año.
  2. Desconfinamientos y rebotes: la OMS ha alertado que la pandemia antes de disminuir, ha empeorado en las últimas semanas. El director de la entidad, Tedros Adhanom, afirmó que “aunque la situación en Europa está mejorando, no es así en el resto del mundo” razón por la cual advierte sobre las medidas de reapertura que se han desarrollado en diversos países. Al respecto aseguró que un levantamiento demasiado rápido de los confinamientos tendría graves consecuencias y podría derivar en un “rebrote mortal” del virus. Esta postura de la OMS también ha sido fuertemente criticada, en la medida que se ha evidenciado que la afectación y grado de mortalidad de la enfermedad está muy por debajo de lo que se había calculado inicialmente. En ese orden de ideas, no se justificaría mantener las cuarentenas estrictas, sobre todo por la gravedad de la crisis económica  y social que registran muchas naciones.
  3. Contagio por asintomáticos: otro reversazo que socava la ya maltrecha reputación de la OMS se produjo esta semana cuando tuvo que aclarar un anuncio respecto a la posibilidad que los contagiados asintomáticos por este coronavirus tenían un bajo  nivel de contagio de la enfermedad. Sobre esa sorprendente afirmación, la entidad debió explicar que no está demostrada esa circunstancia. Al respecto, la experta de la OMS Maria Van Kerkhove aseguró que todo había sido un “malentendido”. Ante ese primer anuncio  miembros de la comunidad científica, como el francés Gilbert Deray, habían aseverado que “no es posible afirmar que los portadores asintomáticos (…) son poco contaminantes”. Ante un alud de reacciones similares, la vocera de la Organización precisó que, a lo que se refería era que tenían una muy pequeña cantidad de estudios y que había utilizado la expresión “muy inhabitual” refiriéndose a esa escasez de información y no a que efectivamente, hubiera diferencias epidemiológicas entre los distintos tipos de portadores del virus.
  4. Tapabocas: recientemente, la OMS ha emitido recomendaciones sobre cómo debe usarse el tapabocas para que efectivamente prevenga el contagio del virus y recomendó, a los gobiernos del mundo, que alienten “al público en general a usar máscaras donde hay una transmisión generalizada” sobre todo, en lugares donde “es difícil el distanciamiento físico, como en el transporte público, en tiendas o en otros entornos confinados o abarrotados”. A pesar que en un primer momento, la Organización manifestara su preocupación por el hecho de que el uso masivo de mascarillas médicas por la población podría agravar la escasez de este material para el personal sanitario, ha revaluado los peros a su uso generalizado y ahora, considera que puedan ser utilizadas en comunidades donde sea difícil tomar otras medidas. Explicó la OMS que el tapabocas de tela debe tener “al menos tres capas de diferente material” para ser efectivo. Finalmente se recordó que el uso de este implemento puede generar una idea falsa de seguridad y que no deben abandonarse otras medidas como el aislamiento, el lavado de manos y el distanciamiento físico.
  5. Vacuna, bien público: finalmente, el director de la Organización urgió que se requieren compromisos políticos profundos para garantizar que las futuras vacunas contra el Covid-19 se conviertan en un bien público mundial. Tedros Adhanom aseguró que “esperamos que cuando una vacuna esté disponible pueda ser accesible a quienes la necesitan, haremos todo lo posible con nuestros socios para hacer que esto ocurra”. Recalcó la importancia en que los líderes del mundo trabajen de manera conjunta para adelantar una histórica colaboración que acelere el desarrollo, producción y distribución equitativa de vacunas. Asimismo, instó a los Estados más desarrollados del planeta para que apoyen a las naciones menos favorecidas y con altos niveles de contagio, para que cuenten con los medios de diagnósticos y equipos de terapia necesarios para que reduzca al mínimo las tasas tanto de contagio como de mortalidad.