SON un universo pequeño entre los millones que hay en las redes sociales, pero los cientos que hay brillan con una luz tan propia y fuerte que alcanzan a opacar a los que allí se han hecho famosos.

Se trata de los ‘tiktokers’ séniores, que día a día conquistan miles de seguidores ya que, precisamente gracias a sus experiencias de vida, han roto con mucho humor, desparpajo y gran sabiduría los estereotipos de la vejez en esa y otras redes sociales.

Los hay en todas partes del mundo, sus edades van de los 70 hasta los 95 e incursionaron a este mundo tecnológico por curiosidad, entretenimiento o porque una vez conocieron que podían hablar sin tapujos –pero sí con respeto- sobre cualquier tema, lo convirtieron en su vía predilecta para transmitir enseñanzas y desmitificar la creencia que la vejez es sinónimo de inactividad, soledad, falta de lucidez y conocimiento.

Son muchísimos los que han encontrado la ‘fama’ con sus videos cortos. Sus comentarios y ocurrencias se han vuelto virales, captando la atención de, como dice el refrán popular, ‘todos los públicos’, sin distingo de edad, raza o credo.

Europeos, norteamericanos, asiáticos, latinos…Los hay de todas partes y, por supuesto, también colombianos. Tal es el caso, pero no el único, de Mercedes y Fermín, la pareja campesina que desde su humilde vivienda en Cáqueza, crearon ‘Los sinvergüenzas’, el TikTok que ya tiene más de 400 mil seguidores, cuatro millones de ‘me gusta’ y un record de 8 millones de reproducciones a su video “Alguien de aquí”, donde entre inocencia y ocurrencia hablan sobre su vida de pareja.

Tienen 77 años, viven en Cáqueza (Cundinamarca), cultivan maíz, arveja y yuca, trabajo que califican de muy duro pero gratificante ya que no sólo les da para vivir, sino que los conecta a diario con la naturaleza.

Con el encanto del lenguaje campesino, la humildad y sencillez de su forma de vida, al igual que un humor tan básico como picante, estos ‘sinverguenzas’ son unos influencers tan virales como tiernos.

Manifiestan que les gusta hacer esos videos y agradecen que por los mimos ahora son conocidos, “muchas personas nos saludan y hasta nos han ayudado con mercados…ya no aguantamos hambre”, dice mostrando una enorme sonrisa donde saltan a primer plano sus dientes faltantes, Fermín, el “hombre de la casa”, como cariñosamente lo llama su pareja, la que vale destacar no manejan la tecnología y las grabaciones para la red social la hacen dos jóvenes vecinos.

Al otro lado del mundo -como dirían Mercedes y Fermín- de este rinconcito cundinamarqués, en el coloso del norte, hay varios personajes similares, con las consabidas diferencias culturales. De todos ellos destaca Dolores Paolino, que a sus 90 años afirma estar viviendo “el mejor momento de su vida” desde que incursionó activa y exitosamente a esta red social, que sin duda es un fenómeno ya que a punto de cumplir sus siete años de existencia acumula más de mil millones de seguidores.

Con el ‘alias’ de @dolly_broadway en TikTok, esta estadounidense con su apariencia de mujer mayor pero llena de vitalidad, sentido del humor y desparpajo, cuenta con 2.4 millones de seguidores.

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Siempre con una sonrisa, esta viejecita causa furor con sus videos en la red social china, en los que aparece moviendo sus caderas con una canción de Abba, bebiendo cócteles en bares o hablando de sexo.

"La vejez de hoy no tiene nada que ver con la vejez del pasado", explicó a AFP el sociólogo Serge Guérin, un especialista en el envejecimiento. "La gente mayor no siempre necesita medicamentos y reposo, ¡puede estar en plena forma!", destaca.

Además, esta franja de la población está mucho más conectada a las nuevas tecnologías y las redes que hace una década.

Según el instituto estadounidense Pew Research Center, hasta el 45% de los estadounidenses mayores de 65 años utilizaban las redes sociales en 2021, mientras que en 2011 solo eran el 10%.

En Europa, también hay "influencers séniors" de este estilo.

Es el caso del alemán @erikarischko (1,3 millones de seguidores), de 83 años y un apasionado del fitness, la francesa @studiodanielle (2,3 millones) que hace videos humorísticos o Nicole Tonnelle, también conocida como @nicoletonnelleyoutubeuse, una esteticista jubilada que reivindica el "saber envejecer bien".

"Al principio, me decían: 'Pero ¿qué hace aquí esta vieja?'", recuerda Tonnelle, en cuyo país los "influencers séniors" resultan mucho menos habituales que en Estados Unidos.

Con cerca de 140.000 seguidores en TikTok, Tonnelle da consejos de belleza a mujeres de su generación, por ejemplo, con tutoriales sobre cómo maquillarse o vestirse.

"No es fácil ver su cara, sus cabellos o su cuerpo cambiar. Pero como más nos ocupamos de nosotros, mejor nos sentimos", destaca esta "influencer", quien reivindica que "sentirse atractivo no es una cuestión de edad".

"Los viejos no deben ser una cuestión tabú. Sí, existimos, ¡y hasta el final de nuestra vida!", defiende esta francesa, que logra un suplemento económico gracias a su actividad en redes y eso le sirve para mejorar su pequeña pensión de jubilación.

 "Inmortales"

Los prejuicios respecto a la gente mayor están muy presentes en las sociedades actuales, en que "la fragilidad, las enfermedades o incluso la muerte tienden a ocultarse", explica el sociólogo Guérin.

De hecho, los videos de la estadounidense Lillian Droniak, @grandma_droniak, de 93 años y con nueve millones de seguidores, generaron polémica porque trata una cuestión tabú como la muerte, al hablar de cómo será su entierro, la lista de invitados o el pintalabios que le gustaría que le pusieran ese día.

Mick, Jessay, Bill y Robert son cuatro amigos californianos que lograron un éxito fulgurante en TikTok gracias a su cuenta @theoldgays, creada a finales de 2020 y que prácticamente cuenta con 11 millones de seguidores.

En sus videos, que consideran su "herencia", hacen un montón de coreografías o se visten de manera extravagante, entre otras actividades desenfadadas.

"Es muy estimulante interactuar con los jóvenes, ¡esto no nos pasa casi nunca!", destaca Bill Lyons, de 79 años. "Escuchan nuestros consejos, algunos nos consideran como si fuéramos sus abuelos".

"Pensaba que pasaría mis últimos años en la oscuridad, pero ahora es como si fuéramos inmortales", asegura Jessay Martin, de 69 años, que ve en su actividad en redes una manera de continuar a existir en la sociedad.

Como todos ellos, estos adultos mayores están haciendo furor en la red social, barriendo con humor los estereotipos de la vejez y ‘sin querer queriendo’ dando lecciones de vida y transmitiendo el conocimiento en muchos aspectos, el más importante ellos saber envejecer y disfrutar plenamente esos años dorados, sin compliques, con atractivas ideas, sugerencias y ocurrencias.