Pocas novedades en plan Biden para enfrentar el Covid | El Nuevo Siglo
AUNQUE en Estados Unidos el uso del tapabocas no es obligatorio, son millones de personas las que a diario lo usan como medio de protección contra el coronavirus
Foto archivo Anadolu
Domingo, 8 de Noviembre de 2020
Redacción internacional

"Cualquiera que sea responsable de tantas muertes no debería seguir siendo presidente de Estados Unidos". Esa fue la frase que Joe Biden le lanzó a Trump en el último debate presidencial y con la que reforzó las críticas que a lo largo de la campaña hizo al mandatario por la que consideró una nula gestión frente a la pandemia del Covid-19.

Durante los últimos meses, inicialmente encerrado en su casa y posteriormente con salidas públicas siempre con tapabocas, el candidato demócrata y nuevo presidente de Estados Unidos, hizo de la pandemia su ‘caballito de batalla’ electoral, el que cabalgó con fuerza a medida que se dispararon los contagios y fallecidos tanto en la primera como en la segunda ola del virus.



Con más de 10 millones de contagios, de los cuales se han recuperado el 64%, y 241.873 fallecidos por el virus, Estados Unidos aparece desde hace meses como el país más afectado por la pandemia. Sin embargo estos números hay que mirarlos bajo parámetros determinantes, como la población, ya que tiene más de 327 millones de habitantes y, así, frente a la pandemia registra una tasa de letalidad de 2.41%, más baja de la colombiana que es del 2.88%. Si se mira el impacto del covid en cuanto al contagios por millón de habitantes es de 30.619 mientras que el de fallecidos es de 740 por millón. En Colombia, estos indicativos son de 22.884 y 657, respectivamente.

Fue ante esos guarismos y por considerar que la administración “no había hecho nada” efectivo para enfrentar la pandemia, lo que fue reiteradamente desmentido por Trump, quien también se contagió de la enfermedad, como su esposa e hijo menor, Biden aseguró más de una vez que el gobierno “había capitulado y que había “esgrimido la bandera blanca” frente a la pandemia.

Ahora, que to será el nuevo inquilino de la Casa Blanca, el demócrata deberá poner en marcha el ambicioso plan que anunció para enfrentar el Covid-19, pasando de las promesas de campaña a la acción.

La anticipada hoja de ruta contra el virus de Biden contempla una respuesta decisiva de salud pública que garantice la amplia disponibilidad de pruebas gratuitas; la eliminación de todas las barreras de costos para el cuidado preventivo y el tratamiento del Covid; el desarrollo de una vacuna; y el despliegue completo y la operación de los suministros, personal e instalaciones necesarias.

Las anteriores irán acompasadas de una respuesta económica que va desde “licencia de emergencia con paga para todos los afectados por el brote” hasta la ayuda necesaria a los trabajadores, las familias y los pequeños negocios que están siendo afectados por esta crisis.  “Esto, obviamente, requiere de un conjunto de medidas económicas inmediatas, ambiciosas y progresistas y acción decisiva adicional para lidiar con el impacto macroeconómico de este brote”, ha señalado el demócrata.



Esgrimiendo que cuando fungió como vicepresidente de Obama ayudó a liderar la respuesta efectiva ante otras dos pandemias (H1N1 en 2019) y ébola (2014), -aunque ninguna de ellas tuvo la magnitud y el impacto de la del coronavirus, Biden ha sostenido que se basará en el liderazgo disciplinado y confiable basado en la ciencia no sólo para adoptar la política sanitaria frente a la pandemia, sino para que sean dichos expertos los que “comuniquen de forma creíble al público estadounidense sobre la situación del Covid en Estados Unidos”, así como las medidas que se deben observar.

Y mirando a futuro, el plan demócrata en salud indica que “aun cuando respondamos a esta crisis, debemos prepararnos para la próxima. Como presidente, Biden establecerá y administrará un sistema permanente de salud pública y personal de respuesta inmediata, profesional y con suficientes recursos que proteja al pueblo estadounidense, al ampliar la investigación biomédica, implementar una capacidad de realizar pruebas rápidas, garantizar una vigilancia rigurosa de las enfermedades en todo el país, mantener una fuerza laboral de profesionales de salud pública y personal de primeros auxilios, establecer una autoridad con presupuesto de emergencia flexible y movilizar al mundo para asegurar una preparación mayor y constante para futuras pandemias”.

En este aspecto, destacó el primer acuerdo bipartidista al plan de emergencia para combatir el Covid que fue presentado por Trump y está en la antesala de aprobar un segundo, pero aclara que “la administración ahora debe atender a las demandas de la Presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, y del líder demócrata del Senado, Chuck Schumer, para que la salud y la seguridad del pueblo estadounidense sean lo primero”

ACB del plan

Biden anticipó en campaña que estará listo el primer día de su administración para proteger la salud y el bienestar de Estados Unidos, pero que no esperará hasta entonces para comunicar sus puntos de vista sobre lo que debe hacerse ahora para servir adecuadamente al pueblo y cree que los siguientes pasos deben darse inmediatamente:

1.  Restaurar la confianza, la credibilidad y el propósito común. Poner inmediatamente a los científicos y a los líderes de salud pública en el centro de la comunicación con el pueblo estadounidense, con el fin de proveer orientación frecuente y actualizaciones de salud pública, incluso establecer inmediatamente conferencias de prensa diarias, dirigidas por expertos. Considera que esta comunicación es esencial para combatir la peligrosa epidemia de miedo, caos y estigmatización que puede apoderarse de las comunidades más rápido que el virus.

Tras asegurar que las decisiones de salud pública sean tomadas por profesionales de salud y no por políticos, plantea restaurar la Dirección para la Seguridad de la Salud y la Biodefensa Mundial en el Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, que fue eliminada por la Administración de Trump hace dos años.

2. Respuesta nacional de emergencia efectiva. Contempla como medida inicial que las pruebas para detectar el Covid sean gratuitas y estén disponibles en todo el país. Y en este punto aclara que también será sin costo la visita médica en la que se ordena la prueba, independientemente de la situación migratoria del que la solicite. También pide establecer al menos diez sitios de pruebas móviles y servicios por ventanilla en cada estado para acelerar las pruebas y proteger a los trabajadores de la salud.  Señala que las pruebas deben ser millones y no miles.

3.  Aumento de la capacidad de prevención, respuesta y tratamiento. Encargar a todas las agencias federales relevantes que tomen medidas inmediatas para garantizar que la capacidad hospitalaria de los Estados Unidos pueda satisfacer la creciente necesidad, incluyendo establecer hospitales temporales con cientos de camas, así como preparar un posible despliegue de recursos militares, tanto los componentes activos como la reserva, y la Guardia Nacional, para proveer capacidad en instalaciones médicas, apoyo logístico y personal médico adicional si es necesario.

De igual forma pedirá al Centro de Diagnóstico y Control de Enfermedades que establezcan tableros (“dashboards”) para seguir en tiempo real a (1) las hospitalizaciones relacionadas con el coronavirus, especialmente en la unidad de cuidados intensivos (UCI) y departamentos de emergencia para asegurar la cadena de suministro de recursos médicos y ‘tomarle el pulso’ diario a la evolución del Covid.

4. Acelerar el desarrollo de tratamientos y vacunas. Biden asegura que Estados Unidos debe liderar la respuesta global contra este virus que ha mantenido al mundo desde comienzos de año. Y si bien a nivel doméstico hay todo un cronograma detallado para atender la crisis sanitaria y la atención a los afectados por el Covid, a nivel médico y científico establece unos lineamientos para el desarrollo de pruebas de diagnóstico rápido, tratamientos y medicinas, y vacunas.

A nivel interno, tras sostener que hay desinformación y falta una orientación paso a paso sobre los recursos para mitigar el impacto del coronavirus, hace énfasis en una campaña de distanciamiento social, evitar las aglomeraciones así como las reuniones masivas y los viajes, pasar al modelo del teletrabajo y optar, cuando se pueda, por el aprendizaje a distancia. Todas estas medidas de autocuidado las ha adoptado el mundo e, inclusive, en Estados Unidos, son millones de personas las que las cumplen, al igual que el uso del tapabocas en lugares públicos aunque no es obligatorio. /Redacción internacional