La policía de Ecuador desactivó este jueves un artefacto explosivo que fue atado al cuerpo de un hombre en el puerto de Guayaquil, una de las ciudades más violentas del país por la presencia del narcotráfico.
En redes sociales se volvió viral la inusual imagen de un sujeto con el pecho rodeado de paquetes rectangulares y pegados con cinta adhesiva, que caminaba de lado a lado en una calle y se llevaba las manos a la cabeza, mientras peatones alrededor lo observaban de lejos.
"Felicito la valentía y el trabajo profesional de nuestro servidor policial y el equipo antiexplosivos, al desactivar el artefacto explosivo del ciudadano", escribió en Twitter el comandante general de la policía, Fausto Salinas.
La entidad compartió en la misma red social una secuencia en la que se ve al sujeto de pie junto a un agente del escuadrón antibombas y luego escoltado con casco y chaleco antibalas por uniformados.
El hombre se encuentra en buen estado de salud, según la policía.
Medios locales señalaron que se trataba de un guardia de seguridad de una joyería, a quien supuestos extorsionadores ataron con explosivos ante la negativa del comercio de entregarles dinero.
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Ecuador encara un aumento de la violencia criminal vinculada a mafias del narcotráfico. Secuestros, extorsión a comerciantes y sicariatos se han hecho frecuentes en el país, ubicado entre Colombia y Perú, los mayores productores de cocaína del mundo.
Por su posición estratégica, el puerto de Guayaquil se ha convertido en el centro de operaciones para el envío de toneladas de droga hacia Europa y Estados Unidos. Los narcos se dipustan a sangre y fuego las rutas del tráfico de estupefacientes.
El año pasado las incautaciones de droga superaron las 200 toneladas, y la tasa de homicidios pasó de 14 por cada 100.000 habitantes en 2021 a 25 en 2022.