LA promesa del jefe de gobierno español, Pedro Sánchez, de que no habrá referéndum de autodeterminación para Cataluña fue puesta en duda por los conservadores españoles a través de su líder, Pablo Casado, quien también aseguró que los indultos a los independentistas serán "el finiquito" del presidente del Gobierno y el "epitafio" del PSOE constitucional.

En su intervención ante el Pleno del Congreso centrado en los indultos que concedió Sánchez a nueve independentistas del llamado ‘procés’ por considerar que es hora de solucionar el conflicto con Cataluña y para el cual además de aprobar la reanudación de la Mesa de diálogo en la que ellos insistirán en amnistía y referendo para la autodeterminación, Casado dijo que su partido, el PP, demandó ante el Tribunal Supremo esa medida de gracia e insistió en la dimisión del jefe del Ejecutivo para convocar a elecciones generales.

"A costa de la unidad nacional y la igualdad de todos los españoles, usted quiere seguir en el poder. Necesita a los separatistas para ello y eso nos ha quedado muy claro", dijo Casado, al tiempo que le recordó que “el perdón exige examen de conciencia, arrepentimiento y propósito de enmienda…sus colegas del lazo amarillo no han hecho nada de eso y aseguran públicamente que lo volverían a hacer”.

Es más, un día después de la entrevista en Moncloa con el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, le reciminó al jefe del Ejecutivo que esté "impulsado un cambio de régimen con una mutación constitucional por la puerta de atrás". "Ya han anunciado el rescate que le exigen los separatistas: impunidad para seguir delinquiendo en el ataque a la nación. Abandone toda esperanza, no se lo vamos a permitir", ha afirmado.

Después de que Sánchez asegurara en ese pleno parlamentario que "no habrá referéndum de autodeterminación" y que el PSOE "nunca jamás" aceptará este tipo de derivadas, Casado ha puesto en duda estas palabras. "¿Pretende que le creamos ahora cuando dice que no va a haber referéndum ilegal?", se ha preguntado, tras recordar promesas pasadas que ha incumplido.

El reto de Sánchez

Al ejercer su derecho de réplica, Sánchez dijo que es partidario de que se vote el posible acuerdo que se alcance para resolver el denominado conflicto catalán y de que se reforme el delito de sedición.

Aclaró el jefe de gobierno español que él no ha negado "que la ciudadanía catalana tenga que votar" pero que lo que quiere el Gobierno es un acuerdo, y que "se vote" ese acuerdo. "No que se vote un enfrentamiento. Eso es algo que no podemos aceptar", ha afirmado.

Sánchez se ha dirigido a los independentistas, y también a la derecha, para pedirles que abandonen las posiciones "maximalistas" y poder avanzar así para superar el conflicto. "Es más inteligente hacer política, no instalarse en posiciones maximalistas sino arriesgarse a que a uno le llamen traidor aquellos que se oponen a cualquier tipo de convivencia, de acuerdo y de diálogo", dijo.

Después enfiló sus baterías contra Casado a quien acusó de no respetar "ni al Rey", de no representar a los catalanes ni tener una propuesta para solucionar el conflicto y de incumplir "todos los días" la Constitución por "obstaculizar" la renovación de los órganos constitucionales. También, le reprochó la corrupción del PP y la 'policía patriótica' de la época de Mariano Rajoy.

Además retó a Casado conminándole a presentar una moción de censura si decide mantener su actitud de rechazo y seguir en el "camino de ruptura…La única actitud lógica es ofrecerse como alternativa, poner a prueba sus argumentos, sus pactos, el origen de sus apoyos, su política de desacreditar, de sembrar sospechas y romper consensos", dijo.

Finalmente aseguró que la "voluntad" del Gobierno es actualizar el delito de sedición y adecuarle a los de los países democráticos más consolidados, pero admitió no contar por el momento con los apoyos necesarios en el Parlamento para llevarlo a cabo./