Pulso Trump-Biden por nuevo plan de ayuda anticovid | El Nuevo Siglo
Millones de estadounidenses desempleados esperan el alivio, después de que otro paquete de rescate fuera obstaculizado por la cámara lo que amenaza con retrasar el estímulo.
Foto AFP
Lunes, 19 de Octubre de 2020
Redacción internacional

El nuevo paquete de estímulo y apoyo económico para los estadounidenses afectados por la pandemia tendrá este martes su día decisivo en el Congreso, cuando las bancadas de los partidos Republicano y Demócrata deban votar por su aprobación.

Ambas colectividades saben que cualquier decisión puede tener contundentes repercusiones en las elecciones presidenciales del próximo 3 de noviembre.



Incluso, de no llegarse a un acuerdo mañana, la iniciativa no alcanzaría a ser aprobada por el Senado y la Cámara antes de la cita en las urnas.

De allí que cada bancada mide sus pasos de forma muy cuidadosa, sabedoras de que la opinión pública tiene la atención centrada en lo que pase en el Parlamento.

Los dos partidos llevan meses estancados en discusiones sobre las nuevas medidas que deben extender el paquete de 2,2 billones de dólares aprobado en marzo. La discusión se centra en cuánto gastar o de qué forma hacerlo.

Mientras que los demócratas exigen un paquete igual que el anterior y que se destine principalmente a los estados y gobiernos locales más expuestos a los daños económicos de la pandemia, el gobierno del presidente Donald Trump propone un paquete de 1,8 billones que tenga una destinación más amplia y que incluya fondos para socorrer, por ejemplo, a las aerolíneas que este mes dejaron sin empleo a decenas de miles de trabajadores.

Frente a la postura de la presidente de la Cámara de Representantes, la demócrata por California Nancy Pelosi, el secretario del Tesoro estadounidense, Steven Mnuchin, dijo que "el todo o nada no tiene sentido para nosotros", opinión compartida por el líder de la mayoría republicana del Senado, Mitch McConnell, quien consideró complicado sancionar un gran paquete de ayuda en la cámara alta.

McConnell afirmó que el Senado votará y aprobará el paquete tras no alcanzar un acuerdo con los demócratas. Anunció que este plan busca proteger a los pequeños empresarios y aseguró no compartir la postura demócrata en el sentido de que "nada es mejor que algo” para las familias trabajadoras. Pidió a la oposición que "pare de bloquear" el paquete de estímulo.


Los dos partidos llevan meses estancados en discusiones sobre las nuevas medidas que deben extender el paquete de 2,2 billones de dólares aprobado en marzo.


Los demócratas, a su turno, han condicionado su apoyo al proyecto a que se destinen más recursos a la recuperación, alternativa que los analistas consideran que es improbable.

Las apuestas

Los demócratas consideran que de conseguir un aumento en los fondos podrán cosechar frutos electorales por haberlo propuesto. Y si no lo hacen, siempre podrán culpar a la Casa Blanca de ello.

Por su parte, los republicanos intentan hacer ver a los votantes que la propuesta opositora no se compadece con la situación económica actual y busca favorecer sólo a algunos sectores electoralmente provechosos para la colectividad rival.

De allí que apuesten por un plan con una cuantía menor, pero mejor distribuido, bajo la tesis de que puede ser más sostenible y su aprobación sería mejor que no lograr ningún acuerdo.

Pese a lo anterior Trump ha asegurado que aumentaría la oferta por encima de los 1,8 billones de dólares para conseguir la aprobación del paquete por parte de los demócratas. Pero ante esa oferta el senador McConnell dijo que las cifras de las que hablaba el presidente están "muy por encima" de las que podían aprobar el resto de senadores republicanos.

Durante meses, Pelosi y Mnuchin se han estado reuniendo para discutir el tamaño y el enfoque del proyecto. La oferta actual de la administración Trump incluye: cheques de estímulo de hasta 1.200 dólares para adultos elegibles y 1.000 más para dependientes menores que califiquen; beneficios de desempleo mejorados en 400 dólares por semana; financiamiento para las pruebas y el rastreo del coronavirus y 300 mil millones para ciudades y estados afectados.

Pelosi, por su parte, le apunta a pagos de hasta 1.200 dólares por persona y 500 por cada dependiente; beneficios por desempleo de 600 dólares hasta el 2021; asistencia a los gobiernos estatales y locales para pagar a los trabajadores esenciales, incluidos los socorristas y los trabajadores de la salud. También asistencia para la vivienda, una propuesta que renovaría el apoyo financiero para que los inquilinos y propietarios de viviendas cumplan con los pagos de alquiler e hipoteca.



Como se ve las propuestas de ambas partes incluyen el pago de estímulos para las personas que cumplan con ciertos requisitos, seguro de desempleo mejorado y extensión del Programa de Protección de Cheques de Pago para empresas. La diferencia son los montos. Al respecto Mnuchin dijo que solo habían llegado a un acuerdo en áreas como pruebas, rastreo de contactos, vacunas y distribución.

Finalmente Pelosi dio a Mnuchin un plazo hasta el este martes para alcanzar un acuerdo bipartidista sobre el proyecto de ayudas.

Campaña continúa

Entre tanto, Trump, continuó su campaña a un ritmo frenético durante el fin de semana. En Michigan llamó a su rival, el ex vicepresidente Joe Biden, "criminal" y reiteró sus acusaciones contra los demócratas de ser "antiestadounidenses".

El mandatario aseguró que los demócratas quieren "borrar la historia de Estados Unidos, purgar los valores estadounidenses y destruir la forma de vida americana". Recordó los vínculos de la familia de Biden con la trama de corrupción que vincula a su hijo, Hunter.

"Joe Biden es un político corrupto y la familia Biden es una empresa criminal", afirmó. Agregó que "es un criminal, ha cometido delitos… Es un riesgo para la seguridad nacional". El presidente también visitó otros dos estados pendulares clave para la elección como son Wisconsin y Nevada.

"La estrategia del presidente Trump es trabajar por el voto del pueblo estadounidense", aseguró su portavoz Kayleigh McEnany. Por esa razón estará hoy (domingo) en Arizona y tiene un interés especial en la aprobación del plan que beneficiaría a millones de ciudadanos.


Es notable que a dos semanas de haber salido del hospital tras contraer el coronavirus, Trump ha mantenido un intenso ritmo de campaña y ha dicho que lo conservará hasta el final


Es notable que a dos semanas de haber salido del hospital tras contraer el coronavirus, Trump ha mantenido un intenso ritmo de campaña y ha dicho que lo conservará hasta el final, con mítines casi diarios en un intento por aumentar su apoyo en estados clave.

Mientras tanto, el candidato demócrata se quedó en su casa de Delaware sin eventos públicos gran parte del fin de semana, aunque este domingo visitó Carolina del Norte.

La inminente elección no es la única urgencia cuando se trata de aprobar más ayudas y estímulos. Estados Unidos ha superado los 8 millones de casos registrados de coronavirus.

El jueves el Departamento de Trabajo anunció un total de 886.000 nuevas solicitudes de seguro de desempleo para la semana, 77.000 más que la anterior. Y 14 millones de personas que fueron ayudadas por el beneficio de desempleo volvieron a la pobreza después de que expiraran los beneficios.

Es por esto que Mnuchin  ha dicho que "necesitamos hacer llegar dinero al público estadounidense ahora, a las personas que más sufren".

Trump ha llamado igualmente a republicanos y demócratas a trabajar juntos para aprobar un nuevo proyecto y aseguró que los legisladores deben pensar en grande y estar a la altura de las necesidades del momento y del pueblo.