El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, y su homólogo ruso, Vladimir Putin, pusieron en marcha la construcción por parte del gigante ruso Rosatom de la primera central nuclear de Turquía, símbolo de las buenas relaciones entre ambos países.
"¡Que Dios esté con ustedes!", deseó Erdogan durante un discurso en Ankara transmitido por videoconferencia en el lugar de las obras de la central nuclear de Akkuyu, en la provincia de meridional de Mersin, donde los obreros comenzaron inmediatamente a verter cemento.
"Asistimos a un momento realmente histórico para nuestro desarrollo y para nuestra cooperación energética con Rusia", dijo el jefe de Estado turco.
"Es difícil subestimar la importancia de este proyecto innovador" declaró Putin por su parte.
La construcción de la central por un coste estimado de 20.000 millones de dólares forma parte de un proyecto de desarrollo impulsado por Erdogan para convertir a Turquía en uno de los diez países más ricos del mundo antes 2023, el año del centenario de la república turca.
Según Erdogan, los cuatro reactores de la central proveerán el 10% de la electricidad de Turquía, un país muy dependiente de la importación de hidrocarburos.
El primer reactor debería empezar a funcionar en 2023, según ambos presidentes.