MÁS ALLÁ de un renovado respaldo a Israel y su derecho a defenderse del terrorismo de Hamás, el presidente estadounidense Joe Biden evidenció, con hechos, hasta dónde va dicho espaldarazo, la influencia que puede ejercer sobre ese país aliado y la desinformación que hay sobre esta guerra.
El veto a una resolución en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas que si bien condenaba los “ataques terroristas odiosos” de Hamás no mencionaba el derecho de Israel a defenderse, el permiso del gobierno de emergencia de Netanyahu para que ingrese ayuda humanitaria a Gaza y la confirmación -con base en fuentes de inteligencia norteamericanas y evidencias israelíes- de que la explosión en el hospital del norte de la Franja fue por un cohete lanzado por las milicias palestinas, son muestra de ello.
En su visita exprés (cinco horas), Biden se reunió con el gobierno de emergencia -presidido por Netanyahu y el opositor Yair Lapid- así como con el gabinete de gestión de guerra, integrado por el premier, el ministro de Defensa, Yoav Gallant y uno de sus antecesores, Benny Gantz, con quienes analizó la tragedia ocurrida en el hospital gazatí, al igual que el curso del actual conflicto bélico, sobre el que instó a cumplir las normas internacionales, al tiempo que les pidió no cometer los “errores que nosotros, después del 11 de septiembre, cometimos por dejarnos consumir por la rabia que teníamos”.
Sobre la desinformación y cruce de acusaciones por el bombardeo al hospital en Gaza, la visita de Biden se aprovechó para aclarar quiénes fueron los autores, así como que las víctimas del mismo no fueron centenares, como inicialmente se informó, sino algunas decenas.
Así, un responsable de un servicio de inteligencia europeo dijo a AFP que "no hay 200 ni 500 muertos, sino algunas decenas, entre 10 y 50", al tiempo que agregó que hay “pistas serias” de que “Israel no hizo eso”, que el edificio principal del hospital no fue destruido y es altamente probable que hubiese sido evacuado desde días atrás.
Finalmente, el miembro de los servicios de inteligencia del país europeo sostuvo que “ningún elemento corrobora" la posibilidad de que hubiera centenares de personas en el estacionamiento del hospital donde cayó el cohete.
Ese pronunciamiento coincide con lo dicho por Biden ayer en Tel Aviv. El mandatario afirmó que según la información que le transmitió su Departamento de Defensa, el drama pudo ser "provocado por un cohete fuera de control lanzado por un grupo terrorista de Gaza".
En Washington, la portavoz del Consejo de Seguridad Nacional, Adrienne Watson, indicó que esas conclusiones se basan en el examen de "imágenes aéreas y comunicaciones interceptadas".
"Mientras continuamos recopilando información, nuestra evaluación actual, basada en el análisis de imágenes aéreas, comunicaciones interceptadas e información de acceso libre, es que Israel no es responsable de la explosión en el hospital de Gaza de ayer", declaró Watson.
Entre tanto, el gobierno israelí mostró a Biden imágenes del hospital atacado para evidenciarle la ausencia de un cráter consistente con las municiones que emplea, lo que demuestra que no fueron sus tropas las autoras del insuceso como en medio de la desinformación y señalamientos rápidos los acusaran tanto las autoridades palestinas como algunos gobiernos regionales.
El Ministerio de Defensa israelí (FDI) reiteró así que la explosión fue causada por el impacto de un proyectil disparado por Yihad Islámica. "No hay signos visibles de cráteres o daños significativos a los edificios", recalcaron en un video que después hicieron público.
Asimismo, publicó en su cuenta de X un corte de audio que supuestamente recoge "una conversación entre operativos de Hamás" sobre el suceso en el que abordan el incidente y afirman que el proyectil fue lanzado por Yihad Islámica "desde un cementerio situado detrás del hospital".
Posteriormente, Daniel Hagari, uno de los portavoces del Ejército de Israel, acusó a Hamás de Resistencia Islámica (Hamás) de engañar a los medios de comunicación internacionales tras el suceso, que provocó la cancelación de una cumbre en Jordania en la que iban a participar los presidentes de Estados Unidos, Joe Biden; Egipto, Abdelfatá al Sisi; y la Autoridad Palestina, Mahmud Abbas.
"Según nuestros datos de Inteligencia, Hamás comprobó las informaciones, entendió que fue un error en un disparo de un cohete de Yihad Islámica y decidió lanzar una campaña global en medios para ocultar lo que pasó", sostuvo, antes de afirmar que el grupo islamista "ha inflado el número de víctimas", según un comunicado publicado por las FDI a través de su página web.
En este sentido, hizo hincapié en que Hamás "entendió con total certeza" que el proyectil había sido lanzado por Yihad Islámica y, tras presentar una imagen de los daños causados por el incendio desatado en el aparcamiento, argumentó que las llamas fueron causadas por el impacto del proyectil y la gran cantidad de combustible que aún portaba en el momento del impacto.
Hagari aseguró que el Ejército de Israel realizó "una investigación exhaustiva y en profundidad" que le permite "confirmar" que "la organización terrorista Yihad Islámica es responsable de los daños en el hospital".
Así, ha detallado que "una batería de unos diez proyectiles fue lanzada a las 18.59 horas (hora local) por parte de Yihad Islámica desde un cementerio en la zona" y que "al mismo tiempo, se recibieron informaciones sobre una explosión en el hospital".
"Un análisis de las fotografías aéreas confirma que no hubo daños directos al hospital, sino sólo al aparcamiento adyacente. Se pueden ver signos de un incendio sin cráteres o daños a la infraestructura de los edificios en la zona", sostuvo.
"Esto contrasta con los daños que habían sido causados por un ataque aéreo, ya que habría cráteres y daños a la infraestructura de los edificios, dos cosas que no se identifican en este incidente", argumentó, antes de lamentar que "muchos medios de comunicación informaran sobre acusaciones infundadas de la organización terrorista Hamás".
De esta forma, Hagari reiteró que "es imposible saber tan rápidamente que ha pasado, tal y como hizo Hamás. Esto debió haber sido una bandera roja", indicó, destacando que las conclusiones presentadas durante la jornada por el Ejército israelí derivan de "una investigación profesional".
"Podemos confirmar que no hubo un ataque de las FDI, ya sea por tierra, aire o mar, que alcanzara el hospital. Nuestros radares detectaron cohetes disparados por terroristas en Gaza en el mismo momento de la explosión, con su trayectoria sobrepasando el hospital", arguyó.
El portavoz del Ejército ha señalado que "es frecuente que cohetes disparados contra Israel caigan dentro de Gaza" y "causen víctimas" en el enclave. "Durante esta guerra, hemos contado unos 450 cohetes que han sufrido errores de lanzamiento y han caído en Gaza, con los civiles palestinos pagando el precio", puntualizó.
En tal sentido recordó que generalmente "los lanzamientos son llevados a cabo desde instalaciones adyacentes a edificios que alojan a población civil, como hospitales, escuelas de Naciones Unidas, mezquitas, restaurantes, edificios diplomáticos y hoteles", lo que para lleva a concluir –subrayó el vocero- que "las organizaciones terroristas Hamás y Yihad Islámica disparan de forma indiscriminada contra Israel y causan también daños a los residentes de la Franja de Gaza".
Paso a ayuda humanitaria
Tras convencer al gabinete de emergencia israelí de la urgencia de brindar ayuda humanitaria a los gazatíes, Biden se comunicó con su homológo egipcio, Abdelfatá al Sisi, quien accedió a abrir el paso fronterizo de Rafá, el único cruce hacia la Franja de Gaza no controlada por Israel, para entregar ayuda humanitaria a los palestinos.
Biden, a bordo del Air Force One, informó que Al Sisi abrió el cruce para el paso de aproximadamente 20 camiones con ayuda humanitaria y advirtió que en caso de que Hamás interviniera para retener la ayuda "se acabará" el compromiso adoptado por las partes.
Es que dichos temores no son infundados, ya que, según el Ejército israelí, Hamás ha robado ayuda humanitaria de Naciones Unidas “para alimentar su terror", si bien la agencia de la ONU para los refugiados palestinos en Oriente Próximo (Unrwa) se ha limitado a informar que el pasado domingo "un grupo de personas con camiones que simulaban ser del Ministerio de Sanidad" de la Franja entraron en la oficina y se llevaron parte del material”, sin aportar más datos sobre el incidente.
Antes de emprender su regreso a Washington, Biden fue informado sobre la reunión del gabinete de emergencia israelí que ultimaba detalles para la incursión terrestre en Gaza, la que le explicaron es ‘inevitable’.
Se desconoce si este nuevo paso en la ofensiva contemple un operativo simultáneo de la infantería y la fuerza aérea israelí. La única certeza es que empezó la cuenta regresiva.