Rusia, una oposición que resiste | El Nuevo Siglo
Foto Agence France Press
Sábado, 17 de Marzo de 2018
Natalia Mariño*
Los resultados de las elecciones presidenciales en Rusia este 18 de marzo son obvios: Putin va a ganar. Pero, ¿qué opina la oposición de otro periodo más del que The Economist  llamó como “el nuevo Zar”? ¿Sobrevivirá?

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ESTE DOMINGO Vladimir Putin será declarado presidente de Rusia por cuarta vez. Anticiparse a decir esto, antes de que salgan los resultados de las presidenciales, es arriesgado. Pero en el caso de este país, no hay nada, ni siquiera en el lugar más inhóspito de Siberia, que se mueva sin su orden. Los comicios presidenciales, por supuesto, no son la excepción. Pese a la omnipresencia del “nuevo Zar”, existe una oposición organizada que confía en ser un contrapeso. ¿Cómo se organiza? ¿Quiénes son?

 

VLADIMIR Putin fue elegido Presidente por primera vez en el  año 2000, para gobernar por dos periodos consecutivos. Luego, fue designado como el Primer Ministro de Dmitri Medvedev. Nuevamente en 2012, volvió como jefe de Estado. Para las elecciones de este domingo, hay siete candidatos opositores, entre los cuales no podrá estar el mayor contrincante, Alexey Navalny, por haber sido encarcelado en reiteradas ocasiones, por saltarse la ley y promover eventos públicos en oposición al gobierno, según el Kremlin.

 

La corrupción

 

La lucha contra la corrupción se ha consolidado como el sustento de la campaña política de Navalny, hecho que ha atraído a un amplio número de ciudadanos que se sienten identificados con sus propuestas. La oposición no puede aparecer en televisión, ampliamente controlada por el gobierno; y está obligada a transmitir sus discursos por redes sociales, especialmente a través de su canal de YouTube. El miedo del Kremlin frente a Navalny es que si pudiera competir, rompería el mito de que Putin continúa siendo la mejor opción.

 

Aparte de Putin y de Navlany -que no entra en la cuenta- hay siete candidatos de la oposición. De estos, vale la pena resaltar solamente dos. El primero de ellos es Pavel Grudinin, un hombre de negocios. Fue postulado por el Partido Comunista Ruso que no tiene propiamente “argumentos de lucha contra la corrupción, sino más bien una propuesta sólida en términos económicos, en medio de un contexto de crisis que se viene evidenciando hace unos tres años”, explica  Iouri Gorbanev, profesor de la Pontificia Universidad Javeriana. Grudinin es entonces el opositor más fuerte con posibilidades de participar en las próximas elecciones.

 

La segunda candidata es Ksenia Sobchak, la única mujer dentro de la lista de los siete. Se postula como una opción de quienes quieren un cambio de mandatario, sin que haya criticado explícitamente a Putin. Según Gorbanev “el Gobierno quiso que las elecciones tuvieran competencia por lo cual fue designada como candidata, pero es más que todo una figura decorativa”.

 

De acuerdo a los expertos, el Kremlin ha querido infundir la creencia de que existe una oposición en Rusia con el fin de hacer más legítimo el triunfo y la permanencia de Putin en el poder. Así lo asegura Charles Maynes, reportero en Moscú, en una entrevista de la National Public Radio, en la que establece que “si Putin quiere sentirse fuerte para su cuarto mandato, necesita competencia. Es necesario darle una razón a la población de que deben salir a votar. Por eso se han visto nuevos opositores del presidente que están ahí para incrementar la participación pero que no plantean una amenaza real”. Es una estrategia política para generar legitimidad en la población rusa.

 

La opinión rusa

 

La población civil en los últimos años ha marchado numerosas veces contra Putin. El “Levada Center”, institución que recolecta los datos de opinión, dice que la percepción de la población frente a la oposición tiene una tendencia hacia la indiferencia. Así lo demuestra la pregunta “¿cree que Rusia tiene actualmente oposición política? A lo que el 39% de las personas encuestadas respondieron “probablemente sí” seguido de un 19% que afirma “probablemente no”. Por su parte, a la pregunta “¿considera que Rusia necesita una oposición política? A lo cual el 24% de los encuestados respondieron que “es difícil de responder” seguido de un 33% que afirma “probablemente sí”.

 

Esto evidencia una incertidumbre de la población frente al tema de la oposición. Cabe recordar que una de las políticas de Putin desde su primer mandato fue prevenir y recordar el pasado; es decir, antes del 2000, en el que predominaba el descontento social y la crisis económica. Cuando llegó al poder por primera vez, Putin entendió que mantener una estabilidad económica y condiciones sociales aceptables era fundamental para mantenerse en el poder. Nombró a varios militares en el gobierno y el Estado fue controlado por una élite con gran influencia.

 

De manera que parte de la población no se opone porque sean indiferentes al cambio. Así Putin se ha consolidado como “el líder que más tiempo ha estado en el poder en Rusia desde Stalin”, afirma Chris Miller en Foreign Affairs. En este contexto, Navalny propone una opción gracias a su carisma, que ha logrado atraer a diferentes ciudadanos con sus ideas anti gobierno, haciendo que haya una oposición que realmente pone a temblar al Kremlin.

 

La existencia de oposición en Rusia es evidente. Lo que está claro es que ésta no es como se conoce en otros países, con posibilidades de ganar en las urnas. Así lo afirma Alexander Pakhomov, historiador de la Universidad de Moscú “por supuesto que en Rusia hay varios tipos de organizaciones de oposición con el fin de criticar al gobierno. Pero son débiles para generar una competencia real en las elecciones y no han sido capaces de ponerse de acuerdo para generar una oposición de peso.”

 

Perspectivas

 

Putin es un Presidente que cuenta con cerca de un 80% de favorabilidad entre la población. Por más que existan críticas contra él a nivel internacional, internamente se consolida como aquel que le devolvió la estabilidad a Rusia y sembró confianza en la población. “El apoyo del Presidente después de la anexión de Crimea a Rusia, así como las sanciones impuestas por Occidente, solamente fortalecen el régimen y aumentan el apoyo de los ciudadanos rusos”, comenta Pakhomov.

 

Rusia cuenta con un líder que se asemeja a un antiguo zar, como diría The Economist, y donde la oposición no cuenta con el liderazgo para hacer un contrapeso importante. Pero más que eso, no cuenta con las garantías para que las ideas contrapuestas puedan calar en la población, como es el caso de Navalny. De acuerdo con el profesor Iouri Gorbanev, “los resultados de las próximas elecciones se conocen, pero pueden arrojar conclusiones interesantes que tengan efecto en el futuro”.

 

El Gobierno continúa opacando a la oposición, sin darse cuenta que debajo de la mesa se están forjando ideas que podrían cambiar las posibilidades actuales de sus contrincantes.

 

 

*Profesional en Gobierno y Relaciones Internacionales de la Universidad Externado de Colombia. @Nataliamarinop