EL PARTIDO Socialdemócrata de Alemania (SPD) debe decidir en un congreso que inicia el jueves si inicia negociaciones con la canciller Angela Merkel para formar un gobierno de coalición y terminar así con la incertidumbre política consecutiva al resultado de las elecciones legislativas.
Los socialdemócratas, cuyo congreso en Berlín se extiende hasta el sábado, están divididos sobre la conveniencia de renovar la alianza con los conservadores de Merkel, que dos meses y medio después de las elecciones y tras el fracaso de negociaciones con liberales y ecologistas persiste en continuar al frente del gobierno.
El presidente del SPD y excandidato a la cancillería, Martin Schulz, que manifestó su oposición a una nueva "gran coalición", desea ahora obtener la luz verde de los militantes para iniciar negociaciones con la Unión Demócrata Cristiana (CDU), el partido de Merkel, y su socio de Baviera, la Unión Social Cristiana (CSU).
"El SPD es conciente de su responsabilidad con el país", dijo Schulz. "Por eso sentimos el deber de explorar si, y bajo que forma, el SPD puede apoyar a un nuevo gobierno", afirmó en una moción de cuatro páginas que será sometida el jueves a las bases del partido.
Si el SPD finalmente aprueba emprender conversaciones con Merkel, las negociaciones comenzarán recién en enero, por lo cual, en caso de acuerdo, la instalación de un nuevo gobierno de coalición llevaría al menos dos o tres meses.
Tras las elecciones Alemania está dirigida por un gobierno que se ocupa de los asuntos corrientes dirigido por Merkel.
El SPD aspira a imponer sus condiciones en caso de una tercera gran coalición con los conservadores, después de las que gobernaron en 2005-2009 y 2013-2017.
"Para nosotros no hay una posición predeterminada o automática", afirmó el decano de los partidos de Alemania, fundado en 1875, que obtuvo un pésimo resultado en las legislativas del 24 de septiembre.
Los socialdemócratas barajan dos formas de acuerdo posible: una nueva coalición o un apoyo a un gobierno minoritario conservador a cambio de determinadas medidas del programa del SPD.
La segunda posibilidad es la que privilegian los simpatizantes del SPD, per Merkel la descarta por el riesgo de inestabilidad política.
Un 56,6% de los socialdemócratas se pronuncia a favor del apoyo a un gobierno minoritario y sólo 27,9% son partidarios de una nueva gran coalición, según un sondeo publicado por el semanario Der Spiegel
El SPD fijó como principal condición una reforma profunda de la Unión Europea, que debe ser "democrática, solidaria y social".
El SPD sostiene activamente las posiciones del presidente francés Emmanuel Macron, que propone un presupuesto de la zona euro, algo los conservadores alemanes miran con desconfianza pues temen que conduzca a la mutualización de las deudas de los estados.
Es SPD, que había descartado cualquier nueva coalición con los conservadores, cambió de posición debido en parte a la presión del presidente federal Frank-Walter Steinmeier, de tendencia socialdemócrata.