La ofensiva diplomática internacional para detener los bombardeos del ejército israelí en Gaza y las salvas de cohetes palestinos sobre Israel se intensificó este martes, mientras los ataques siguen a un ritmo frenético.
El enfrentamiento también se cristalizó en torno a la apertura de un punto de paso hacia Gaza, destinado a hacer entrar en el enclave una primera entrega de ayuda humanitaria, "indispensable tras nueve días de crisis" según la ONU.
Pero el cruce de Kerem Shalom solo se abrió durante unas horas y luego fue cerrado por Israel tras el lanzamiento de proyectiles palestinos.
En Cisjordania, tras la convocatoria de una huelga general por parte del partido Fatah de Mahmud Abas, los comercios y las escuelas de Ramala y otras ciudades permanecieron cerrados el martes.
El llamamiento tuvo eco en las ciudades árabes israelíes y en las ciudades "mixtas" de Israel, donde las tensiones entre judíos y árabes siguen siendo elevadas.
En Jerusalén Este, la parte anexionada de la ciudad, se produjeron varios enfrentamientos entre palestinos y fuerzas de seguridad israelíes, que utilizaron cañones de agua y detuvieron a varios manifestantes, según un periodista de la AFP.
Desde que empezó el conflicto, el 10 de mayo, 213 palestinos --al menos 61 niños-- han muerto en Gaza y más de 1.400 han resultado heridos, según un balance palestino.
En Israel, 12 personas murieron (entre ellas, un niño) y 294 resultaron heridas por el lanzamiento de cohetes.
El martes por la mañana los bombardeos prosiguieron en el enclave palestino, tras una noche de ataques intensos en Gaza con explosiones que iluminaban el cielo, constataron periodistas de la AFP.
El ejército anunció que había atacado por la mañana "lugares de lanzamiento de cohetes", algunos de ellos "subterráneos".
"Destruyeron nuestra casa de dos plantas, ¡No sé por qué nos eligieron a nosotros! Fue una noche aterradora y violenta", declaró a la AFP Nazmi al-Dahduh, de 70 años, un residente del oeste de la ciudad de Gaza.
Los misiles israelíes dejaron cráteres en la calzada y causaron destrozos en la red eléctrica, sumiendo a Gaza en la oscuridad.
Escasez
Del lado israelí, dos trabajadores tailandeses murieron en el sur del país por disparos de misiles desde Gaza, dijo la policía.
En nueve días, 3.440 cohetes fueron disparados desde la Franja de Gaza, indicó el ejército israelí, el 90% interceptados por su sistema de defensa antiaéreo.
El Consejo de Seguridad de la ONU se reunirá por cuarta vez para una sesión de emergencia el martes, pero Estados Unidos sigue oponiéndose a una declaración que llame al "cese de la violencia".
El presidente estadounidense, Joe Biden, acusado por su propio partido de falta de firmeza frente a Israel, expresó el lunes su apoyo a un "alto el fuego", en una nueva llamada telefónica con el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu.
"Nuestra línea es seguir atacando objetivos terroristas", recalcó Netanyahu.
El movimiento islamista Hamás, en el poder en la Franja de Gaza, amenazó con disparar más cohetes contra Tel Aviv si la aviación israelí "no deja de apuntar a civiles". Decenas de sus misiles cayeron sobre el sur de Israel.
El ejército israelí afirma haber apuntado a lo que denomina "el metro" --túneles subterráneos que permiten al movimiento islamista trasladar sus municiones-- y a las casas de comandantes de Hamás, porque asegura que "almacenaban armas".
Diplomacia "discreta"
En Cisjordania, territorio palestino ocupado por Israel desde 1967, el presidente Mahmud Abas pidió al enviado estadounidense Hady Amr una "intervención" de Washington.
La portavoz de la Casa Blanca, Jen Psaki, defendió el enfoque diplomático "discreto" pero "intensivo" de Washington sobre este asunto.
Los presidentes Emmanuel Macron (Francia) y Abdel Fatah al Sisi (Egipto) hablaron el martes para mediar en el conflicto. Por su parte el rey de Jordania, Abdalá II, y la canciller alemana, Angela Merkel, también llamaron a un "rápido" alto el fuego. Hay otro canal diplomático abierto, a través de la ONU, con la ayuda de Catar y de Egipto.
El 10 de mayo estalló el conflicto con una andanada de misiles de Hamás contra Israel en "solidaridad" con los cientos de manifestantes palestinos heridos en enfrentamientos con la policía israelí en la Explanada de las Mezquitas en Jerusalén Este.
La violencia se originó por la amenaza de expulsión de familias palestinas a favor de colonos israelíes en este sector palestino ocupado por Israel durante más de 50 años.
El conflicto se extendió a Cisjordania, donde 21 palestinos han muerto en una semana en enfrentamientos con el ejército israelí, uno de ellos el martes en Hebrón, según las autoridades palestinas. El ejército dijo que se frustró un intento de ataque por parte de un hombre armado.
El último gran enfrentamiento entre Israel y Hamás fue en el verano de 2014. El conflicto, que duró 51 días, asoló la Franja de Gaza y causó la muerte de al menos 2.251 palestinos, la mayoría civiles, y 74 israelíes, casi todos soldados.