¿Se perfila esposa de Bolsonaro como heredera política y figura del P. Liberal? | El Nuevo Siglo
AFP
Viernes, 30 de Junio de 2023
Redacción internacional

El fallo deja, por ahora, a Bolsonaro por fuera de la próxima carrera presidencial (2026) y puede abrir una carrera por el liderazgo de la derecha en Brasil, que si bien aún no tiene alternativas claras empieza a vislumbrarse la posibilidad de que sea la esposa del exmandatario, Michelle, la que retome su programa político y abandere el partido.

La exprimera dama incursionó el pasado marzo en la actividad política, asumiendo la presidencia de la rama femenina del Partido Liberal, manteniendo el lema que su marido defendió durante su legislatura: “Dios, patria, familia y libertad”·

De 41 años, Michelle de Paula Firmo Reinaldo Bolsonaro, ferviente evangélica y defensora de los valores conservadores, se ha ganado el aprecio y admiración de un sector de los brasileños, especialmente de las mujeres, por ser una de sus grandes defensoras.

“Ya demostramos que podemos conciliar nuestras agendas de madres y profesionales para que nuestro desarrollo como mujeres sea pleno”, sostuvo en marzo pasado cuando asumió el importante cargo en su partido.

Y, ayer, tras la sanción electoral contra su esposo, le reiteró su incondicional apoyo: "Dios no pierde y nunca perderá el control de nada. Mi fe sigue siendo inquebrantable en TI, Padre.... "Sigo confiando, creyendo y junto a ti, mi amor", escribió en Instagram.

Bolsonaro perdió por un estrecho margen las elecciones de octubre (50,9% para Luiz Inácio Lula da Silva frente a 49,1% de los votos), mientras que su conservador Partido Liberal es mayoritario en el Congreso actual.

Su reto podría ser ahora encontrar un heredero que sea arropado por sus seguidores.

"Bolsonaro tiene un potencial muy fuerte, de 'king maker', cuando apunta hacia un candidato consigue transferir votos de una forma impresionante", explicó Leonardo Paz, investigador del Núcleo de Prospección e Inteligencia Internacional de la Fundación Getulio Vargas.

Tras la derrota de su líder en octubre, bolsonaristas radicales cortaron carreteras y acamparon frente a cuarteles de todo el país pidiendo una intervención militar.

El 8 de enero, una semana después de la investidura de Lula, miles de bolsonaristas los edificios de la Presidencia, del Congreso y de la Corte Suprema en Brasilia.



El Tribunal Superior Electoral (TSE), con 5 votos a favor y 2 en contra, condenó a Bolsonaro por haber cuestionado la confiabilidad del sistema de urnas electrónicas con informaciones "falsas" durante una reunión con embajadores en julio de 2022, tres meses antes de perder las elecciones.

Bolsonaro dijo que no se dará por vencido, que seguirá trabajando y apelará ante el “Supremo Tribunal Federal", porque con esta decisión judicial, Brasil se encamina "hacia una dictadura".

En esta cuarta y última sesión del juicio, votaron los últimos tres jueces. Para una condena por los cargos de "abuso de poder político y uso indebido de los medios de comunicación" era necesaria una mayoría del pleno (al menos 4 de 7 votos).

El caso se centra en un evento con diplomáticos organizados por Bolsonaro en la residencia presidencial de la Alvorada, en el que dijo buscaba "corregir fallas" del sistema de urnas electrónicas con la "participación de las Fuerzas Armadas".

En su discurso, transmitido por la TV pública y las redes sociales, Bolsonaro dijo que durante la supuesta vulnerabilidad del sistema podía servir para manipular el resultado en su contra, algo que repitió en numerosas ocasiones la campaña electoral contra Lula.

"Mentir no es una herramienta legítima para el ejercicio de una función pública", reaccionó el ministro de Justicia, Flávio Dino, quien agregó que "la democracia superó la prueba de estrés más dura de las últimas décadas".

El magistrado Raúl Araújo, uno de los que votó en contra, defendió que "la intensidad del comportamiento no fue tal para justificar la medida extrema de la inelegibilidad"./Redacción internacional con AFP