Trump: entre más lo atacan, más se fortalece | El Nuevo Siglo
EL EXPRESIDENTE republicano, Donald Trump, quién enfrenta una andanada judicial promovida por los demócratas, lidera la intención de voto por la presidencia de EU./Archivo AFP
Lunes, 25 de Septiembre de 2023
Redacción internacional

LA OFENSIVA judicial de los demócratas contra el expresidente republicano Donald Trump para frenar su posible regreso a la Casa Blanca no ha tenido el efecto esperado y, por el contrario, cual búmeran se devuelve e impacta el respaldo ciudadano a un nuevo mandato de Joe Biden.

Si bien el mismo comenzó a sentirse meses atrás, con un sostenido ascenso del líder republicano en todas las encuestas, las dos más recientes -divulgadas este domingo y lunes-, muestran a Trump en primer lugar, con una ventaja de entre cinco y diez puntos.

La diferencia entre los dos candidatos concentra la atención electoral, más no es lo único. Amén de las razones que han cambiado la tendencia, que haya sido el sondeo realizado por ABC News y Washington Post (que tradicionalmente se alinean con los demócratas) el que develara el rezago de Biden en la carrera presidencial (42%) frente a Trump (52%), disparó la preocupación del partido gobernante.

Aunado a la encuesta divulgada este lunes, la de Harris X, que también muestra al expresidente republicano liderando la intención de voto (46%) frente a Biden (41%), comenzaron a alzarse voces demócratas para buscar otra carta presidencial, desechando de antemano la emergente figura de la actual vicepresidenta.

El bajonazo de Biden, como revelan ambos sondeos, se deben más que a un desgaste de su presidencia, a los malos resultados de gestión en dos temas claves para los estadounidenses: migración y economía. De allí su que su aprobación esté en 37%, según la medición de Langer Research para ABC News / Washington Post.

La misma revela otro dato preocupante: el 44% de los encuestados considera que su situación financiera ha empeorado bajo esta presidencia demócrata, el guarismo más alto de un presidente desde 1986. Solo un 30% avala su gestión económica.

Biden también se raja en el manejo de la inmigración en la frontera entre Estados Unidos y México. Saca la calificación más baja de todos los aspectos indagados (23%) y paradójicamente este tema será crucial para definir al nuevo inquilino de la Casa Blanca ya que, ante la flexibilización demócrata, son varias ciudades impactadas por ese indetenible fenómeno.

Así lo destacó Daniel McCarthy, columnista del Correo de Nueva York, escribió este fin de semana: “los alcaldes demócratas, desde Oscar Leeser en El Paso hasta Eric Adams en Nueva York, han reconocido que la migración ha alcanzado proporciones de crisis: un punto de ruptura”. Adiciona que “la delincuencia y la falta de vivienda son tan graves en las ciudades azules que el alcalde demócrata de Dallas recientemente se pasó al Partido Republicano”.

El analista político sostiene que ante las realidades cotidianas, es explicable que el apoyo a Biden para otro mandato esté disminuyendo. Ello sumado a otra revelación del sondeo de ACB/Post: 74% dicen que Biden es demasiado mayor para otro mandato, seis puntos más que el registro de mayo.

De igual forma hay una negativa percepción sobre su estado físico e inclusive mental, ya que en varias ocasiones ha hecho pronunciamientos confusos o fuera de lugar que, posteriormente, la Casa Blanca ha tenido que aclarar.

Por las razones descritas, hay un 62% de los demócratas e independientes con esta tendencia política que considera que el partido debería elegir a otro candidato presidencial, contra un 33% que mantiene su respaldo a Biden. Y he ahí el gran dilema que enfrentan, porque la vicepresidenta Kamala Harris solo obtiene 8% de apoyo, al igual que el octogenario Brenie Sanders, y con un punto menos aparece Robert F. Kennedy.

Contrario sensu es la opinión sobre la edad Trump. La encuesta revela que ha crecido unos puntos porcentuales, pero está por debajo del 50%, destacando los encuestados su salud, tanto física como emocional.

Estrategia fallida

El primer sondeo del mes que comenzó a evidenciar el repunte de Trump fue el del 17 CBS, que dio a este 50%, un punto más que a Biden. Los otros realizados los ubicaban empatados, pero con tendencia al alza del republicano.

Con los de Harris X y ABC/Post se dispararon las alarmas demócratas, volviéndose tendencia en las redes sociales, donde tras expresarse críticas y dudas confluyeron en una idea común: la creciente debilidad de Biden.

El analista político norteamericano, Josh Kraushaar fue uno de los que llegó a esta conclusión y fue más allá al advertir que “el índice de desaprobación del presidente Biden es del 56 por ciento en múltiples encuestas y eso es territorio peligroso para cualquier titular”.

El trasfondo de la medición sobre el voto para el 2024 revela un hecho incuestionable: la andanada judicial contra Trump, que se ha hecho extensiva a otros oponentes políticos a Biden ha sido contraproducente en el sentir y creencias ciudadanas.

Como se sabe, el expresidente ha sido blanco de una abrumadora cantidad de cargos (91 en total), algunos graves y la gran mayoría evidentemente absurdos. Tiene procesos en cuatro jurisdicciones, que van desde el presunto soborno a una actriz porno y presentación de estados financieros falsos hasta ‘subversión electoral’. Por ello, Trump ha sido reseñado dos veces este año.

Activistas demócratas y analistas políticos afines a ese partido han destacado que con esa batalla judicial contra el expresidente que, como vale recordar, fue planteada por el propio Biden en un comunicado interno y declaraciones que fueron reveladas por The New York Times en abril del año pasado, se desconoció un acuerdo que tácticamente adquieren los presidentes de no procesar a sus oponentes derrotados.  

Mollie Ziegler Hemingway, editora jefe de The Federalist, sostiene que “si bien a los izquierdistas preocupados por la política les encanta lo que los demócratas les están haciendo a sus oponentes políticos, la mayoría de los estadounidenses están absolutamente conmocionados y consternados por lo que están presenciando. No es sólo Trump el blanco del régimen, sino también otros republicanos y sus partidarios de base. Atacar el derecho a la representación legal, la libertad de expresión, el derecho a reparación y la libertad de prensa es popular entre los demócratas, sí, pero horroroso para muchos otros estadounidenses”.

Así, hay algunos demócratas conscientes que admiten que el intento de encarcelar a Trump para sacarlo de la campaña y, por ende, frustrar su regreso a la Casa Blanca fue una estrategia equivocada, imposible de revertir y ahora amenaza la credibilidad del partido, porque son cada vez más los ciudadanos que se solidarizan con el líder republicano, quién ha sostenido ser blanco de una ‘caza de brujas política y judicial’.

El expresidente republicano lidera, y de lejos, la carrera por la nominación partidaria. Saca más de cuarenta puntos al gobernador de Florida, Ron DeSantis, quien tras su exitosa reelección esperaba ganar apoyo nacional.

A escasos dos años de dejar la presidencia de Estados Unidos, cuando registró un 38% de respaldo popular, suma diez puntos más (48%), con alta posibilidad de retornar a la Casa Blanca la que, por ahora, se visualiza perdida para los demócratas si continúan con el octogenario Biden como candidato.

Según el enfoque, interés o conveniencia política, las dos encuestas reveladas pueden ser una instantánea legítima de la opinión pública o un intento de moldearla. Pero más allá de ello son evidencia de que Trump sigue firme e inamovible, pese al intento demócrata de sacarlo de la competencia presidencial. /