Los presidentes de Estados Unidos y Francia coincidieron este martes en Washington en la negociación de un "nuevo acuerdo" con Irán sobre su política nuclear para resolver temas que quedaron pendientes en el pacto firmado en 2015.
En una conferencia de prensa conjunta en la Casa Blanca, el estadounidense Donald Trump y el francés Emmanuel Macron pusieron de lado sus divergencias sobre la cuestión iraní con la idea de un nuevo acuerdo.
"Tenemos un desacuerdo", dijo Macron con relación al pacto con Irán. "Pero creo que estamos en vías de superarlo con la decisión que hemos adoptado de ir hacia un nuevo acuerdo", añadió.
Ese nuevo entendimiento, explicó, tendría por objetivo "completar" el acuerdo que hace tres años fue firmado por Estados Unidos, Francia, Reino Unido, Alemania, China y Rusia con el gobierno de Teherán.
Macron llegó a Washington para una visita de Estado de tres días cargando una agenda que entre los puntos críticos se destacaba la urgencia de convencer a Trump a no romper unilateralmente el acuerdo con Irán.
Sin embargo, en la ceremonia de recepción en el Salón Oval Trump inició una larga y enfática diatriba contra el acuerdo, al que calificó como "un desastre" y como "una locura".
Según Trump, el acuerdo hizo que Washington transfiriera enormes sumas de dinero al gobierno de Teherán.
"Hablamos de barriles de dinero. Es una locura. Es ridículo", reforzó.
Plazos que apremian
Al fin de las reuniones entre los dos jefes de Estado, sin embargo, Trump pareció entusiasmado con la idea de un "nuevo acuerdo" con Irán que tenga "fundamentos sólidos", porque el que está vigente tiene "fundamentos en descomposición".
Trump tiene plazo hasta el 12 de mayo para emitir una posición oficial de la Casa Blanca sobre el cumplimiento o no por parte de Irán de los compromisos asumidos por el acuerdo de 2015.
La semana pasada, cuando fue interrogado por una comisión del Senado, el nominado Secretario de Estado Mike Pompeo había admitido que Irán está cumpliendo con sus compromisos a la luz del acuerdo.
En caso de que Trump decida que Irán no está cumpliendo con sus obligaciones, el próximo paso podría ser una ruptura unilateral del pacto, gesto de consecuencias imprevisibles.
Parte de la irritación de Trump se concentra en los alegados ensayos misilísticos que Irán estaría realizando, pero diversos analistas apuntan que esa cuestión no es parte del acuerdo sobre la política nuclear de Teherán.
En ese cuadro, todos los otros firmantes defienden la continuidad de lo acordado, lo que deja a Washington en una posición de aislamiento.
Una idea lanzada por Trump de un "reinicio" del acuerdo fue recibido con firme rechazo en Teherán.
"No vamos a reiniciar nada. Si ellos lo reinician, tendrán problemas", dijo la semana pasada una fuente iraní.
La abultada agenda de Macron en Washington incluye otros temas delicados, como la situación en Siria, el futuro del Acuerdo de París sobre cambio climático, y la adopción de tarifas a la importación de acero y aluminio en Estados Unidos.
Washington decidió una exención temporaria a los países de la Unión Europea, pero Francia ya dejó claro que rechaza que la no aplicación de esas tarifas sea apenas temporaria y desea que se torne permanente.
Una "fantástica amistad"
La llegada de Macron y su esposa a la Casa Blanca, sin embargo, tuvo abundante pompa, y Trump recibió al jefe del estado francés saludándolo como "el más antiguo aliado de Estados Unidos".
El clima de distensión entre los dos líderes llegó al punto que en un momento, en el Salón Oval, Trump rompió el protocolo al remover lo que aparentemente era caspa de la solapa del traje de Macron.
"La fantástica amistad que hemos desarrollado en el último año es un testamento de la duradera amistad que une a nuestros dos países", dijo el mandatario estadounidense.
"Tenemos una relación tan especial, que removeré esta pequeña caspa", dijo Trump, sacudiendo con una mano la solapa de Macron. "Tiene que estar perfecto. Él es perfecto", dijo.
La relación de intimidad entre los dos presidentes llamó la atención, ante los continuos abrazos y apretones de manos entre ambos. Incluso, Trump recibió al líder francés con dos besos en la mejilla.
En tanto, las dos primeras damas, Brigitte Macron y Melania Trump, aprovecharon la jornada de reuniones en la Casa Blanca para hacer una escapada a la Galería Nacional de Arte, donde visitaron una exposición dedicada al francés Paul Cézanne (1839-1906).