LOS 16 puntos porcentuales de ventaja que Yamandú Orsi, del izquierdista Frente Amplio, sacó sobre el oficialista Álvaro Delgado (derechista Partido Nacional) en la primera vuelta presidencial en Uruguay parece ser el techo electoral de ese candidato, ya que en la definición por el poder este domingo la intención de voto los ubica en un empate técnico.
El ‘delfín’ del icónico expresidente “Pepe” Mujica se muestra optimista para el desenlace presidencial de este domingo y asegura tener "gobernabilidad" para impulsar "transformaciones" en Uruguay, mientras que Delgado asegura que la “mayoría silenciosa” se pronunciará a favor del gobierno de centroderecha de Luis Lacalle Pou, que sale del poder con una popularidad del 55%.
Según el último sondeo, publicado este lunes por la consultora Cifra, Orsi recoge un 47% de la intención de voto y Delgado, el 46%, con un margen de error de +/-3,4%. Esto se considera un "empate técnico".
En la primera vuelta, surtida el 27 de octubre pasado, Orsi, candidato del FA que presidió el país de 2005 a 2015, fue el más votado, aunque con el 43,9% de los sufragios no superó la mitad más uno, requerido constitucionalmente para hacerse al poder. Entre tanto, Delgado obtuvo 27% y con su paso al balotaje, tres partidos de la coalición gobernante cerraron filas tras él.
Delgado cerró el miércoles su campaña asegurando que una "mayoría silenciosa" a favor de la "continuidad" del gobierno de centroderecha le dará la victoria el domingo.
"¿Saben quiénes nos van a elegir el 24 (de noviembre)?", preguntó el exsecretario de la Presidencia del actual mandatario Luis Lacalle Pou, en un mitin en el Obelisco de Montevideo en el que todos los líderes de los partidos socios de la coalición gobernante, que respaldaba su candidatura, estaban presentes.
"(Nos votará) una mayoría silenciosa que no tiene bandera, que no tiene balconera (cartel de propaganda que suele colgarse en edificios), que hoy prefiere la continuidad de un gobierno que le fue mejor que al gobierno del Frente Amplio (FA)", aseguró Delgado.
Delgado destacó que "ni los más opositores" pueden desconocer que hoy el país está "mejor" que en 2019, y enumeró logros de infraestructura, salud, políticas sociales, vivienda y seguridad, que según él tuvo la gestión de Lacalle Pou, quien constitucionalmente no puede ser reelegido de forma inmediata.
El oficialista, que se proyectó como presidenciable tras destacarse como vocero del gobierno en medio de la pandemia, también llamó a los uruguayos a pensar en quién querrían "al candidato frente al timón" si hay una nueva crisis.
"Siento que estoy preparado, que tengo la experiencia", dijo Delgado, en un escenario con la leyenda "El Uruguay en buenas manos".
"Los que estamos acá (representamos) certezas, garantías, futuro, tranquilidad, valores, tolerancia, respeto, libertad, desarrollo, inclusión: ese es el Uruguay que queremos", enfatizó.
Entre tanto, el izquierdista Orsi sostuvo que "tenemos las condiciones para hacernos cargo de nuestro país y para seguir trabajando en base a acuerdos, pero también con actitud firme y decidida para llevar adelante las transformaciones que el país necesita", en el acto Las Piedras, departamento de Canelones, donde cerró campaña.
En las elecciones generales de octubre, el FA quedó con 16 de los 30 escaños de la Cámara Alta y 48 de las 99 de la Cámara Baja.
En Canelones, que Orsi gobernó durante dos periodos (2015 a 2024), el candidato frenteamplista advirtió que "el Uruguay del interior pide a gritos que llevemos las soluciones… O crece el Uruguay todo junto o no crecemos", enfatizó.
Orsi también se dirigió a quienes, "habiendo votado a otra opción, ahora deciden acompañar" al Frente Amplio.
"Es una señal de que seguimos por el buen camino de seguir ensanchando la base", señaló en relación a los votantes de los partidos fundacionales, Nacional y Colorado, de mayor arraigo en el interior del país.
Para vencer en el balotaje no es necesario alcanzar la mitad más uno de los sufragios emitidos, sino que basta con conseguir el mayor número de votos.