Proclamar la reelección o un recuento total de los votos son algunos de ellos
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VARIOS movimientos se manejan en el ajedrez político de Honduras para resolver la crisis que se desató en el país tras los comicios presidenciales del 26 de noviembre, que aún no tienen ganador oficial y que han desatado protestas y denuncias de fraude.
Con 100% de los votos escrutados, el mandatario Juan Orlando Hernández, del derechista Partido Nacional, aparece como reelecto con 42,98% de los votos. Su contendiente, el presentador de televisión Salvador Nasralla, de la izquierdista Alianza de Oposición Contra la Dictadura, tiene 41,38%. Estos son los posibles escenarios la próxima semana.
- Proclamación de reelección -
Según la legislación hondureña, el TSE tiene 30 días, a partir de realizada la elección, para declarar al ganador oficial.
El sociólogo e investigador Miguel Mancía dijo a la AFP que adjudicar la victoria a Hernández sin una revisión completa enardecería a la población y aumentaría la convulsión, que se ha traducido en protestas callejeras. Según organismos de derechos humanos, ya suman 13 las muertes en estas manifestaciones.
Sería "gasolina para el descontento", advirtió Mancía, quien auguró un gobierno con poca legitimidad ante la población si Hernández es proclamado sin recuento.
- Recuento total -
Para Mancía, el recuento total de votos "es lo deseable", al tener el beneplácito de la comunidad internacional, representada en los veedores de la Organización de Estados Americanos (OEA) y la Unión Europea.
La alianza opositora reclamó un conteo voto a voto y un análisis "forense" del servidor del TSE con "árbitros internacionales" y la presencia de las tres principales fuerzas políticas del país.
Sin embargo, esa revisión minuciosa se vislumbra como "un proceso largo y tortuoso", acotó el analista.
Hacer el escrutinio integral legitimaría al cuestionado tribunal electoral, desmintiendo el supuesto fraude, si el recuento arroja los mismos resultados que presenta el sistema. Nasralla quedaría mal parado.
Por el contrario, un resultado a favor del opositor, deslegitimaría al TSE.
- Aceptación de derrota -
Una aceptación de la derrota por la oposición es una posibilidad muy remota al tomar en cuenta la posición de rechazo a la figura de Hernández, señaló de su lado Carmen Julia Fajardo, antropóloga y profesora universitaria.
"Esto es algo que se puede descartar", precisó. Nasralla mismo ha reiterado que no puede reconocer el resultado en las actuales circunstancias, pues según sus denuncias el sistema de transmisión de votos fue intervenido para dar vuelta a la ventaja que tenía en los primeros resultados parciales.
- Anulación y repetición de elecciones -
Martha Lorena Suazo, decana de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras, indicó que, una nueva convocatoria "no se ve factible", tomando en cuenta que se están cumpliendo los pasos fijados en la legislación hondureña.
"Sería la vía para facilitar la solución del conflicto, pero vuelve a poner a pelear a los actores", explicó. Y además sería muy costosa.
Según Suazo, aunque los recursos fuesen puestos por la cooperación internacional, habría que esperar a ver si los hondureños están dispuestos a "correr con otro conflicto". Consideró que debe apostarse por una salida salomónica amparada en el diálogo.
- Prolongación indefinida -
Seguir con el conflicto sin tomar ninguna acción concreta por ambas o alguna de las dos partes en disputa generaría un peligro para toda la sociedad hondureña.
"Puede desencadenar en una anarquía. Ya hay pobreza, desempleo, la economía ya está débil y se vendría en picada. El castigado sería el pueblo", advirtió Suazo, al señalar que en ese escenario "es bien difícil ver el final del túnel".